Entrevista a la Plataforma Anti-OTAN Zaragoza

1. ¿Qué es la Plataforma Anti-OTAN Zaragoza?

La Plataforma antiOTAN de Zaragoza es una asamblea que reúne a distintas organizaciones políticas e individualidades de Zaragoza (partidos, colectivos, asociaciones, sindicatos, comités solidarios,...) para trabajar en campañas de rechazo a la OTAN y denuncia de sus políticas agresivas. Y por supuesto, para tratar de convencer a la ciudadanía de la necesidad de abandonar esta coalición criminal.

2. ¿Cómo se posiciona esta plataforma sobre que la mayoría de las fuerzas políticas españolas (nacionales y autonómicas) apoyen directa o indirectamente a la OTAN?

Ya sea por servilismo o interés, posicionarse a lado de la OTAN no sólo es aplaudir las múltiples agresiones y masacres perpetradas por esta coalición a lo largo de su sangriento recorrido por el planeta. También es posicionarse en contra del pueblo al que representan o aspiran representar, porque ponen la agenda de los monopolios financieros y empresariales (principalmente de EEUU) por delante de los intereses colectivos de su propio país. Le regalan la soberanía política, económica y militar a una potencia colonial extranjera para morir bajo sus dictados, convirtiendo a sus propios ciudadanos en esclavos de aquellos poderes globales que lo único que persiguen es sacar el máximo beneficio económico de ellos.

Los políticos con responsabilidades institucionales deberían dedicarse a invertir en economía productiva y políticas sociales para solucionar los verdaderos problemas de la gente: vivienda, sanidad, educación, precariedad laboral, paro, exclusión, pobreza infantil,... les debemos exigir que dejen de gastarse nuestro dinero en programas militares y armamento para coaccionar y agredir a otros pueblos que nada nos han hecho. Para lograr tal escenario se antoja imprescindible abandonar la OTAN y el resto de estructuras de dominación imperialista que atan de pies y manos cualquier iniciativa política por un cambio de paradigma.

3. ¿Qué presencia tiene la OTAN en Aragón?

En Zaragoza tenemos una enorme base aérea de la OTAN donde a menudo repostan las aeronaves de la coalición camino de sus aventuras bélicas. También dos importantes centros de adiestramiento militar como son el campo de maniobras de "San Gregorio" o el polígono de tiro de las "Bardenas Reales", este último en suelo navarro, pero lindando con la frontera aragonesa. 

También en Zaragoza, se encuentra la empresa española de armamento INSTALAZA S.A. Aquí se fabrican, entre otros, los famosos C-90, esos lanzagranadas anti-carro que tantas veces vimos en Siria en manos de las bandas yihadistas y que hoy se envían a Ucrania para uso y disfrute de los batallones neonazis. O para que sus corruptos mandos los pongan a la venta en el mercado negro, tal y como está ocurriendo con muchas de las armas que les estamos mandando.

4. ¿Qué es la “Cultura de la Paz”?

La "Cultura de la Paz" , lejos de ser una hipócrita proclama en boca de los voceros más belicistas, debería ser el verdadero "orden mundial basado en reglas". Unas reglas muy distintas a las de este viejo orden unipolar que el poder anglo-sionista se niega a perder. 

Una cultura basada en la justicia, la igualdad, el respeto a los derechos humanos y la soberanía de las distintas naciones. En definitiva una cultura de cooperación que permita el desarrollo humano de todos los pueblos del planeta, donde estos resuelvan sus diferencias a través del diálogo, la negociación o la mediación. Donde el derecho internacional sea una norma inviolable que suponga el fin de las políticas coercitivas y agresivas, que en forma de bloqueos, sanciones, injerencia o ataques directos llevan la desgracia a muchos pueblos. Por supuesto que en un mundo vertebrado por estos principios, estructuras como la OTAN no tendrían cabida.

5. ¿No es contradictorio estar a favor de la paz cuando se apoye a uno de los bandos en una guerra?

Es contradictorio que los dirigentes atlantistas clamen por la paz cuando de forma directa o indirecta han provocado la práctica totalidad de las guerras, golpes de estado y magnicidios que han tenido lugar en el mundo desde 1949, año en que se fundó la OTAN. 

Hablan de paz, pero derrocan gobiernos legítimos, muchas veces con terror y violencia, para colocar en el poder a agentes tan reaccionarios como serviles a sus intereses para que, entre otras cosas, hagan las guerras por ellos. Así hicieron en Libia, así lo intentaron en Siria y así está ocurriendo hoy en Ucrania. 

El violento golpe de estado de 2014 contra Yanukovich, que tuvo su pistoletazo de salida en la plaza Maidán (por donde Victoria Nuland y John McCain andaban repartiendo galletitas) aupó en el poder al ultranacionalismo ucraniano más rusófobo, que inició una limpieza étnico-política contra rusos, demócratas, comunistas y otras minorías. Esta (y no otra) fue la causa que generó el actual conflicto armado. Tuvieron además varias oportunidades de conseguir la paz en las diferentes negociaciones que tuvieron lugar en Minsk. Por el contrario se dedicaron a ganar tiempo mientras firmaban acuerdos que no pensaban cumplir, algo reconocido incluso por la ex canciller alemana Angela Merkel. Armaron hasta los dientes a un ejército plagado de batallones neonazis que desde entonces no ha parado de bombardear y acosar a las gentes del Donbass, esa región minera del este de Ucrania de mayoría rusa que logró independizarse de Kíev.

En otras zonas de mayoría rusa que no lo consiguieron, la represión fue brutal, como en el caso de Odessa o Járkov.  EEUU, Reino Unido y la UE nunca hicieron nada por alcanzar la paz mientras sus proxis neonazis masacraban a la población ucraniana de origen ruso y rusofona. Sin embargo, desde el inicio del contraataque ruso el 24 de Febrero de 2022, todos se rasgan las vestiduras y claman por una "Cultura de la Paz". Son extremadamente cínicos. 

Siempre han sabido que una potencia como la Federación Rusa no se iba a quedar de brazos cruzados mientras le acosaban y colocaban misiles nucleares a tiro de sus principales ciudades. Como rival geopolítico, a EEUU le interesa desgastarla económicamente y alejarla de la esfera económica de la UE. Por eso necesita esta guerra y ha hecho todo lo posible por provocarla.

Ya lo decían los estrategas romanos hace más de 2000 años: 

 <<si vis pacem para bellum>>.

6. ¿Qué son los referéndums que se han realizado en las Repúblicas Populares de anexión a Rusia? Se acusa desde medios pro ucranianos de no ser legítimos estos referéndums...

La misma lógica hipócrita. ¿por qué son ilegales unos plebiscitos donde la gente ha votado y no se cuestiona la legalidad de un gobierno que se ha alzado en el poder por medio de un golpe de estado violento? Que nos expliquen esto primero. A Rusia nunca le interesó adherirse nuevos territorios ucranianos, su apuesta siempre fue por una Ucrania equilibrada a nivel etnico-político. Este equilibrio le garantizaba un contrapeso con el sector más ultra y pro-UE de Ucrania, que mantenía al país neutral y dotaba de estabilidad a la región. Una vez dividida Ucrania, incendiado el conflicto y fracasado la última vía diplomática, tras haber sido saboteados los acuerdos de Minsk,  ¿qué opciones le quedan a Rusia? ¿contemplar cómo la OTAN le entrega misiles nucleares a su vecino fanatico que sueña con volar el Kremlin?¿permitir que los ultranacionalistas ucranianos terminen la limpieza étnico-política contra su propia gente?

Los resultados de los referéndums en Donetsk, Lugansk, Kherson y Zaporozhie, favorables todos ellos a formar parte de la Federación Rusa, obedecen a una lógica aplastante:

Son zonas de clara mayoría rusa y/o rusófona, donde el nacionalismo ucraniano apenas tiene representación. En cambio el "Partido de las Regiones" (cercano a Rusia) y el "Partido Comunista de Ucrania" siempre han sacado muy buenos resultados. Escenario similar al de otras regiones de origen ruso como Odessa o Jarkov. 

En la Ucrania actual, los rusos de origen son ciudadanos "de segunda". Pese a ser ucranianos de pleno derecho, llevan 8 años sufriendo políticas ultras y xenófobas que les prohíben hablar en su propio idioma materno; aguantando el revisionismo que les impide homenajear a sus antepasados soviéticos, muchos de los cuales murieron liberando esas tierras del nazismo; siendo obligados a adorar a los batallones criminales del OUN/UPA y la División Galitzia de las SS, que degollaban y quemaban vivos a sus padres y abuelos, entre otros muchos.

Desde la intervención rusa además, las organizaciones obreras y sindicales han sido proscritas. Igual que los partidos políticos de oposición a Zelensky, que se han unido al PCU o el Partido de las Regiones, que ya fueron ilegalizados anteriormente por el gobierno de Poroshenko. 

Sus poblaciones han sufrido desde el golpe de estado del Maidán una represión terrible por parte de las fuerzas policiales y militares de Kiev.

En el caso de Donetsk y Lugansk, que ya votaron masivamente por independizarse de Ucrania en 2014, son 8 años de constantes bombardeos y atentados, en los que además, Ucrania dejó de pagar los salarios y las pensiones, cesando también el suministro de servicios públicos. En realidad llevan ya 8 años desconectados de Ucrania y siendo sostenidos económicamente por Rusia. 

Si hubo un tiempo en que estas regiones  pudieron sentirse parte de Ucrania, la realidad actual se ha encargado de meterles bajo las faldas de su patria de origen, la rusa. Y no sólo por una cuestión de supervivencia, ya que estas regiones fueron rusas antes de ser ucranianas. Cuando Rusia se las transfirió a Ucrania, el contexto era muy distinto al actual. Fue durante la época soviética, cuando ambas naciones eran hermanas de sangre y pertenecían a una misma comunidad política.

Con estos ingredientes no se podían esperar otros resultados. Como es lógico, ningún pueblo va a querer formar parte de un país que trata de exterminarle. 

Las votaciones se han dado en medio de una guerra, de acuerdo, no son las condiciones más idóneas. Pero en 2014 Lugansk y Donetsk ya votaron masivamente a favor de abandonar de Ucrania y todavía no había comenzado la guerra. La pregunta entonces fue distinta, principalmente porque la propia Rusia, que trató de frenar esos referéndums, se negó a acoger a estas provincias en su seno, tal y como hizo con Crimea. Pero la respuesta de las gentes del Donbass fue la misma.

7. ¿La Plataforma tiene alguna posición sobre la presencia de tropas españolas entrenando a soldados ucranianos?

La Plataforma ANTI-OTAN de Zaragoza se posiciona en contra de cualquier medida política, económica o militar que esté encaminada a incendiar un conflicto de la OTAN con la Federación Rusa en suelo europeo. Un conflicto que sólo puede beneficiar al complejo militar-industrial de EEUU y conducir a los pueblos de Europa a la Edad de Piedra.