jueves, 28 de enero de 2021

Entrevista a Vicent Gabarda Cebellán, autor del libro “El cost humà de la repressió al País Valencià"

Vicent Gabarda Cebellán es Licenciado en Geografía e Historia por la Universitat de València, Doctor en Historia (Especialidad Contemporánea) por la Universidad de València, Profesor Asociado del Dpto. Història Moderna i Contemporània de la Universidad de València y Miembro del Aula de Memòria Democràtica de la Universitat de València.

Ha centrado su investigación en el estudio de la represión durante la guerra civil y la posguerra como consecuencia directa de la misma (ejecuciones, asesinatos, encarcelamientos, torturas…) que dieron lugar a la muerte de las víctimas. Inició su labor en este campo con un estudio sobre el caso más emblemático del País Valencià, y tal vez de toda España: el Terrer de Paterna, y su cercano Cementerio municipal, que hasta el momento había quedado como desapercibido para el conjunto de la población, salvo, claro está, para los familiares de las víctimas, esparcidas por toda la geografía nacional. Posteriormente amplió este estudio al ámbito geográfico del País Valencià, mediante el análisis de los Registros Civiles de buena parte de los más de 500 Ayuntamientos que lo componen, cuyo resultado fue publicado en 1982, “Els afussellaments al País Valencià, 1938-1956”, por la Diputación de Valencia, y que sería reeditado años después (2002) con el mismo título por la Universitat de València. Ha ido procediendo a la actualización de las cifras y los datos personales de algunas de las víctimas, así como trabajos a nivel más local, como “De la rereguarda a les presons: República, guerra civil i dictadura franquista a Paiporta”, sobre Paiporta, o “La memòria en un racó”, sobre Manises, o participando en libros colectivos siempre sobre el tema de la República y la represión. Los dos últimos, “El cost humà de la repressió al País Valencià (1936-1956)” publicado por la Universitat de València y que acaba de salir, es el resultado de las reflexiones generadas durante estos años de investigación, a la vista de lo conocido, lo asimilado, lo reflexionado ante la presencia real de lo que hasta este momento eran tan sólo documentos, papeles, nombres y cifras.


1. ¿Cuándo te dedicaste a investigar y estudiar el periodo del franquismo en el País Valenciano?

Comencé mis trabajos de investigación en 1984, al finalizar mis estudios universitarios y descubrir de forma casual algo que estaba ahí, tan evidente para algunos y tan desconocido para otros, como eran las fosas comunes existentes en el cementerio de Paterna. Intentando conocer cuántos lugares como Paterna había en el País Valenciano, me recorrí el mismo, de norte a sur, de Vinaròs a Oriola, analizando los libros de defunciones de sus registros civiles, entresacando de los mismos todos aquellos casos que, por una serie de circunstancias, me aseguraban que se trataba de víctimas mortales relacionadas directamente con la represión de la posguerra. El resultado fue la elaboración de una tesis doctoral y la publicación de un libro, Els afussellaments al País Valencià, 1938-1956, donde se recogían por primera vez los nombres y demás datos personales de más de 5.000 represaliados, ejecutados, muertos en prisión, comisarias, en el monte, en plena calle…


2. ¿Cómo calificarías la etapa franquista en el País Valencià?

¿Etapa? Los 36 años del franquismo, en España y en el País Valencià dan para muchas etapas. No es lo mismo el franquismo de 1939-40 que el de 1975; supongo que te referirás a los primeros años de dura represión, en la que las cárceles estaban a rebosar de presos políticos y las ciudades estaban a rebosar de cárceles; València había sido republicana en los años anteriores, se habían mantenido leal al gobierno en el momento de la sublevación y con ello sospechosa de seguir con unos ideales contrarios al nuevo régimen surgido de la victoria militar. Y se había de dejar claro. Si ya se había demostrado que el Levante Feliz no lo era tanto por el efecto de los bombardeos de la retaguardia, la llegada masiva de refugiados que huían de los frentes de guerra, ahora será el levante “ocupado” pues fue el Ejército de Ocupación el que se hizo cargo de la situación en los primeros meses; fue el levante (al igual que el resto del estado) de los tribunales militares, de los estados de guerra, de las depuraciones, detenciones, ejecuciones, y del hambre y la marginación para los derrotados.

Y al igual que en el resto de España, la evolución de la coyuntura europea produciría una modificación en el régimen franquista, de tal manera que de la neutralidad durante la guerra se pasó a la autarquía y aislacionismo de la posguerra, y más tarde se pasaría a ese aperturismo de cara a la galería que permitió la inversión extranjera en la economía, el turismo, la emigración, la llegada de divisas y capitales pero también de ideas desde el exterior que fomentaron el nacimiento de la oposición al régimen y al tiempo una represión distinta a la de la posguerra, aunque dura igualmente.


3. ¿La Facultad  de Geografía y Historia de Valencia esta dedicada a la memoria histórica en País Valencià?

La Facultad de Geografía e Historia esta dentro de la Universidad de València; y por supuesto, no “está” dedicada a la memoria. La recuperación de la memoria y su divulgación a través de la práctica docente e investigadora es una de las facetas de la Facultad y en concreto a través de su Departamento de Historia Moderna i Contemporánea, y, dentro de éste, por un grupo de profesores organizados en torno al Aula de Història i Memòria Democràtica.



En los temarios del Grado en Historia aparece la Història del País Valencià y, dentro de la Historia de España la de la guerra civil, el franquismo y la transición, como es lógico. Que sea suficiente o no, pues es mucho más de lo que se trabajaba en mis años de estudiante, cuando la Historia Contemporánea de España nos hablaba de una guerra civil, de una época de hambre y aislacionismo internacional (autarquía) y de un desarrollismo con la intervención de los tecnócratas del OPUS en el gobierno; pero se saltaba todos esos años de represión sobre cualquiera que cuestionase la santa cruzada o la victoria conseguida. Y tal vez no sea suficiente, pero necesita de la colaboración de los otros niveles de educación para que su conocimiento venga ya desde secundaria y bachillerato.


5. Desde las raíces de esto ¿Cómo fue la proclamación de la Segunda República Española en el País Valencià?

El País Valencià, o buena parte del mismo, tenía ya tradición republicana y la llegada de la II República fue aceptada con alegría y esperanza, como en muchas otras zonas de España. Supondría la puesta en marcha de toda una serie de reformas ya planteadas en el programa republicano que afectaban sobre todo a la estructura de la propiedad de la tierra, con el fin de acabar con los grandes latifundios y que los jornaleros sin tierras pudiesen acceder a la propiedad de las mismas; supondría la puesta en marcha de un plan para la erradicación del analfabetismo, muy extendido por toda España, basado en la construcción de muchas escuelas de primaria y secundaria, pero también en la mejora de la calidad de vida de los profesores y de su formación con la creación de las escuelas Normales de Magisterio, y con una mejora en sus condiciones de trabajo y sueldo, por ejemplo.


Proclamación de la Segunda República Española en Valencia (capital del País Valencià)

Y sin duda unas reformas que implicaban la limitación del poder económico y social de la Iglesia tales como la secularización de los cementerios, el matrimonio civil o el divorcio.


6. ¿Se llevaron a cabo reformas dentro de PV con este nuevo gobierno?

Por supuesto que si, no tan llamativas como en el resto de la península porque la situación no era la misma que en Andalucía, Extremadura o Castilla (por lo que se refiere a la agricultura y ganadería por ejemplo), pero sí en medidas como el mundo laboral, sanidad, educación, etc. con la proliferación de escuelas, separación Iglesia-Estado, nuevos planes educativos… el País Valencià no era diferente al resto del Estado y la política era la misma que para el resto del Estado.


7. ¿Se estaba formando un movimiento obrero en PV? Sindicatos, partido revolucionarios, asambleas de mujeres…

El movimiento obrero ya estaba en marcha desde bastantes años atrás, integrado ya en la I Internacional y plenamente organizado tanto en la industria como en el campo, con las dos grandes centrales sindicales UGT y CNT, y sus versiones más radicales; son famosas las huelgas generales anteriores a la proclamación de la República y el logro de las reivindicaciones por la presión ejercida; aunque también es conocido el desarrollo de los sindicatos católicos y la militancia política y laboral de obreros dentro de la derecha más reaccionaria, desde la CEDA a la DRV, pasando por Falange Española.

Tal era la fuerza de las primeras que fueron capaces de ahogar la sublevación militar en julio de 1936 con su control y dominio de las calles en las grandes ciudades como Madrid, Barcelona o Valencia. Y también es cierto que esta victoria facilitó su crecimiento en estos años al controlar la situación económica y social por la desmembración de los órganos de poder.


En cuanto a la mujer, aunque durante la República vio mejorada su situación con su acceso al voto, y toda esa serie de leyes aprobadas por los gobiernos republicanos que intentaban romper esa situación de dependencia hacia el hombre y esa desigualdad existente en todos los campos, hará falta la guerra y la situación especial generada por la misma para que tome un papel destacado en la sociedad y en la política española.


8. ¿Cómo se llevo la guerra civil dentro de PV?

La guerra propiamente dicha no afectó al País Valenciano casi hasta el fin de la misma, cuando las tropas de Aranda, bajando desde el Maestrazgo llegan al mar, dividen el territorio que aún quedaba bajo control republicano en dos zonas, al norte y al sur de Vinaròs, y comienzan su avance hacia Valencia, llegando a ocupar Castelló en junio de 1938; aparte de esto, los consabidos bombardeos de la retaguardia, especialmente de las zonas portuarias, y lo que implicaba de trasiego de tropas hacia o desde el frente, hospitales llenos de heridos, soldados por las calles, nuevos reemplazos cada vez más jóvenes (y mayores), y la llegada de refugiados procedentes de las zonas de combate, cada vez en mayor número.

Lo que se conocía como el Levante feliz, lo sería para el que viese la zona desde fuera, pero no debía de ser tan feliz, y cada vez lo iba siendo menos.


9. ¿Por que Valencia fue capital de la Segunda República Española durante los 3 años de la guerra?

No, de tres años nada, durante menos de uno. Cuando tras el verano de 1936 los sublevados amenazaron tomar Madrid en su imparable avance desde el Sur, Norte y Oeste, el gobierno se vio en la necesidad de abandonar la capital con el fin de poder seguir trabajando sin el peligro constante de ser alcanzados por las bombas lanzadas contra la capital, o por la entrada de los soldados en la misma, que no estaban tan lejos.



Madrid dejaría de ser la capital política para convertirse en la ciudad sitiada durante todo el conflicto pues, como sabemos, pese a los malos augurios, sí resistió toda la guerra, no siendo ocupada hasta el fin del conflicto, el 28 de marzo de 1939. Se decidió así el traslado del gobierno y todas sus dependencias (ministerios, embajadas, consulados…) a Valencia, convirtiéndose ésta en la capital de la II República durante unos meses, desde noviembre de 1936 y octubre de 1937 en que, de nuevo cambia la capitalidad, esta vez en la ciudad de Barcelona.


10. ¿Hubieron milicias antifascistas en PV y voluntarios/as de las tres provincias que marcharon al frente?

Cuando se produjo la sublevación militar, atajada en València y, por contagio, en las otras provincias que controlaba Capitanía, el Ejército como Arma quedó desprestigiado pues eran militares los que se habían sublevado, y pese a que algunos de ellos siguieron siendo fieles a la República, ésta había lo había desmantelado como tal con el fin de que los soldados no tuviesen que obedecer las órdenes de los mandos sublevados. El resultado es que frente a las tropas armadas de los sublevados hubieron de organizarse milicias armadas integradas principalmente por civiles, obreros y campesinos, en las que quedaba integrados los militares que habían demostrado su fidelidad a la República.


Milicianos antifascistas de Alicante en Andalucía, 1936

Y una vez controlada la sublevación, desde las tres provincias salieron milicias a frenar el avance de los sublevados o a intentar derrotar a aquellos que habían logrado la victoria en su zona de influencia. Salieron así desde Castellón y Valencia con dirección a Teruel, donde habían triunfado los sublevados, al igual que en Zaragoza con Cabanellas, pero también hacia el frente de Somosierra para frenar el avance de las tropas que desde el norte avanzaban para ocupar la capital. Y del mismo modo salieron desde Alicante con dirección a Córdoba.


11. ¿Cómo era la ciudad de Valencia en la zona republicana durante la guerra civil?

Una ciudad que quería permanecer viva dentro de las circunstancias de guerra, una ciudad donde venían a descansar los soldados y milicianos que habían permanecido en los frentes, una ciudad que al principio vivía en la euforia de la revolución, de haberse sentido capaz de derrotar a unos militares acuartelados, una ciudad sin carestías alimentarias de ningún tipo, pero que tuvo que ir amoldándose cada vez más a la realidad que iba haciéndose cada vez más cruda.



Y una ciudad armada, donde miles de fusiles estaban en manos indebidas y que permanecieron en la retaguardia en lugar de en el frente, en manos de unos revolucionarios de retaguardia que, como en el resto del país, la llenaron de cadáveres cada mañana a la espera de ser recogidos de cunetas, descampados, caminos o paseos.


12. ¿Qué fueron los bombardeos de la aviación italiana sobre las ciudades, comarcas y pueblos de PV?

Ya en la I Guerra Mundial se había roto con la tradicional diferenciación entre frente (lugar de honor donde se enfrentaban dos ejércitos en combate) y la retaguardia. Con la I Guerra Mundial se pone en marcha lo que se conoce como guerra total, ya que todo es frente de guerra: la retaguardia es un enemigo a derrotar porque en ella se produce para el frente, se vive para el frente y se encuentran los enemigos que hacen que el frente se mantenga, o se derruya. Si atacamos la retaguardia y hundimos su moral, si ni siquiera en la retaguardia se está a salvo de bombardeos, destrucción, desolación, muerte, la retaguardia civil, atacaba, presionará para lograr la rendición ante el atacante.


Bombardeo italiano al Puerto de Valencia, 1936

Ese fue el objetivo de los bombardeos en la retaguardia valenciana, causar caos y destrozar las industrias, las comunicaciones, atacar a los barcos del puerto, portadores de suministros, pero también a los ciudadanos de la urbe, para que viesen hasta donde llegaba la amenaza. Todo el litoral valenciano, el más productivo sin duda, tanto en agricultura como en industria, pero también el interior, fue testigo de las incursiones aéreas y de los bombardeos navales contra la costa y contra las ciudades costeras, alejadas de los frentes de guerra.


13. ¿Qué fue el llamado “bombardeo de Xativa” de 1939?

Fue una acción militar sobre la retaguardia valenciana, así como hubo tantas otras. Xàtiva es un nudo ferroviario importante y en el momento del bombardeo aéreo en la estación se encontraba un convoy militar con un contingente de soldados de la Brigada 49, que se convirtieron en el objetivo de las bombas; y junto a ellos la población civil que había ido a despedirlos y que igualmente se vieron afectados por el bombardeo.


Monumento a las victimas del bombardeo de Xàtiva

En total hubo 109 víctimas mortales, 96 de ellas en el momento del bombardeo y el resto en los días posteriores como consecuencia de las heridas producidas. Se dice que no tenía sentido ese bombardeo por el cercano desenlace de la guerra (ocurrió el 12 de febrero de 1939), peor tal vez para los estadistas esos eran los bombardeos más efectivos sobre unas tropas desmoralizadas que veían el fin de la guerra irremediable.


14. Al finalizar la guerra civil con la victoria del bando rebelde ¿Qué fueron los fusilamiento de Paterna y cuantos cuerpos se han encontrado las fosas del cementerio?

Tras la guerra civil comienzan a instalarse en el territorio valenciano unos tribunales militares encargados de juzgar a todos aquellos acusados de haber llevado a cabo algún tipo de acción, de la índole que fuese, que hubiese contribuido a frenar el triunfo de la sublevación llevaba a cabo tres años atrás, tanto en el frente como en la retaguardia, militares y civiles, hombres y mujeres, jóvenes y viejos; el fomento de la denuncia y la delación hizo que las prisiones se llenasen de preventivos y los tribunales actuasen sin descanso en un afán de implantarse sobre los derrotados, de desmontar toda posible oposición y de conceder venganza a aquellos familiares de las víctimas de la represión realizada durante los años anteriores sobre los supuestos enemigos de la República.

Acusados de Rebelión militar en sus diversos grados, una de las sentencias más común era la pena de muerte (o su inmediata inferior de 30 años y un día), cuya aplicación se llevó a cabo, por normal general, por fusilamiento, aunque también las hubo mediante el garrote vil. Las dictadas por los tribunales ubicados en la ciudad de València se aplicaron en las instalaciones militares cercanas al acuartelamiento de Paterna, un paraje conocido por los lugareños como El Terrer, donde se llevaban a cabo las prácticas de tiro por los soldados del mismo.



Los cuerpos de los ejecutados fueron enterrados en una inmensa mayoría en una serie de fosas comunes abiertas exprofeso conforme iban siendo necesarias para albergar más cuerpos, situadas en el primer cuadrante izquierdo del cementerio. Unas fosas rectangulares de 2 X 2,5 metros de lado y una profundidad variable en función de los cuerpos que iba a ir a parar a la misma: desde los apenas 2 metros de profundidad, hasta los siete metros que alcanzaron algunas de ellas.

Desde el mismo 3 de abril de 1939, apenas 3 días de haber sido ocupada oficialmente la ciudad, hasta diciembre de 1956, fueron ejecutadas un total de 2238 personas, concentradas entre mayo de 1939 y marzo-abril de 1943.

A diferencia de lo ocurrido en otros ayuntamientos, propietarios del suelo de los mismos, y con ello de las fosas y su contenido, en el de Paterna se han mantenido en su inmensa mayoría lo que ha permitido a los familiares realizar los trámites necesarios para la exhumación de las mismas. Aunque se sabe que algunos cuerpos pudieron ser exhumados en la década de los años 60, no ha sido hasta el 2007 en que comenzaron a realizarse exhumaciones de forma científica buscando lograr la identificación de los restos mediante pruebas de ADN, y la entrega de los mismos a los familiares interesados.



Aún no se han exhumado todas ni mucho menos, y no se el número de cuerpos que se han extraído ni el de los que quedan por exhumar, porque nadie lo sabe, pero fácilmente deben faltar por localizar al menos un millar de cuerpos (hubo traslados en el momento de la muerte; otros con posterioridad cuando la situación se hizo más permisiva; otros fueron enterrados en nichos individuales… y no hay constancia de nada de eso porque si las fosas han permanecido, el libro de registro de enterramientos fue hecho desaparecer).


15. ¿De que trata tu libro “El cost humà de la repressió al País Valencià (1936-1956)”?

Tras casi 40 años de investigaciones sobre el tema de la represión; tras tantas entrevistas con familiares, visión de documentales sobre el tema, bibliografía, conversaciones, entrevistas… sigo convencido de que no somos capaces de mirar más allá de nuestros intereses particulares.

Cuando terminé mi investigación sobre Paterna y sus más de 2.200 fusilados y enterrados en su cementerio, no podía entender la causa de esa masacre, y sobre todo el desconocimiento que sobre la misma tenía pese a haber realizado una carrera de Historia, y lo que es peor, ser vecino de Paterna; tal era la desmemoria de mis años de estudiante; ansioso por conocer, por llenar esa laguna de mi historia personal, me planteé lo de ampliar ese trabajo de historia local en uno que abarcase la tragedia de la posguerra en todo el País Valenciano como ya he indicado. Y me preguntaba el porqué, una vez acabada la guerra civil, siguió vigente un estado de guerra durante años que permitió a los militares juzgar y condenar a miles y miles y miles de civiles por lo ocurrido años atrás, en plena guerra.

Y aunque de eso si tenía alguna noticia por lo estudiado en la Universidad, y habían algunas cifras sobre víctimas, y se sabía de la existencia de algunos lugares emblemáticos como Paracuellos del Jarama, o la Cruz de los Caídos… la curiosidad me llevó a investigar si esas cifras facilitadas por diversos autores, plasmadas en las fachadas de las iglesias de los pueblos… eran ciertas. Y de nuevo recorrí todo el País Valenciano, y exploré los archivos de la Causa General, entonces no digitalizados como ahora sino custodiados en la lejana Madrid… y el resultado fue un libro sobre La Represión en la retaguardia republicana (País Valenciano 1936-1939). Y quedé igualmente asombrado.

Ambos libros se publicaron; uno de ellos se ha reimpreso varias veces; ambos libros sirvieron para sacar a la luz muchas cosas hasta el momento desconocidas para muchos, incluso para muchos familiares de las víctimas que aparecían reflejadas en sus páginas. Pero creo que no sirvieron para su objetivo. Los lectores de uno veían la gran tragedia de la guerra civil; los de otro la gran tragedia de la posguerra, sin entender que ambas estaban muy muy relacionadas.


Porque independientemente de la ideología política o sindical, de las creencias religiosas, de la posición social, todos perdieron la vida como consecuencia indirecta de una guerra que, al parecer, estaba lejos, pues no olvidemos que el País Valenciano siempre fue una zona de retaguardia. Y del mismo modo, no ven que la represión no afectó a un 2,5 ‰ de republicanos o a un 2,5 ‰ de partidarios de los sublevados (que no tenían porqué serlo, no lo olvidemos), sino a un 5 ‰ que sumar a las muertes producidas por la misma guerra, en el frente, sin olvidar lo que esas pérdidas supusieron para el posterior crecimiento natural de la población, entre otras cosas.

La intención de este libro es que el lector no pueda escapar de la realidad, que vea, aunque no quiera, ambas facetas de un mismo resultado, la muerte de miles y miles de valencianos que, como decía Goethe, No son toros ni mansos, sino víctimas humanas.


16. ¿Quién fue Peset i Aleixandre?

Joan Peset i Aleixandre fue un Rector de la Universidad de València, ejecutado en Paterna; una de las muchas “personalidades” que acabaron sus días en el Terrer frente a un pelotón de ejecución, en este caso acusado de Auxilio a la Rebelión por su pasado político de dirigente de IR, candidato a Cortes, diputado, etc.


Pesset i Aleixandre

Pero también una condena inducida por cuestiones laborales al ser catedrático de la Universidad y regentar una plaza ansiada por otros con peso político importante tras el fin de la guerra.


17. ¿Cuáles dirías que fueron los pueblos valencianos que peor lo pasaron durante la guerra, post guerra y represión franquista?

Es complicado responder a esta pregunta, pues no hay una tónica; hay pueblos pequeños donde ambas represiones pasaron sin dejar huella, y en otros en cambio una u otra, o las dos, diezmaron sus ya escasos habitantes; y lo mismo ocurre con las de mayor volumen. Es tan amplio el abanico de afectados que es difícil trazar un patrón; pero labradores, jornaleros, obreros fabriles abundan en las listas, aunque no son exclusividad, pues junto a ellos hay abogados, maestros, comerciantes, albañiles, catedráticos de Universidad, magistrados, militares, fuerzas de seguridad, y hasta ministros. En uno y en otro apartado; durante la guerra fueron asesinados muchos sacerdotes y monjas (que no lo serían en la posguerra), pero también lo fueron labradores, jornaleros, albañiles o estudiantes; pero es cierto que hubo una clara diferencia social entre ambas represiones.


Numéricamente destacan las capitales provinciales, especialmente Valencia, donde más de 1400 de sus vecinos perdieron la vida como consecuencia de la represión, pero también destacan localidades como Rafelbunyol, Massamagrell, Ontinyent, Alcora, Alcoi, Alzira, Benaguassil… por sólo citar algunas.

Y luego tenemos aquellos que, si bien no tuvieron grandes pérdidas entre sus vecinos, fueron testigos mudos de las masacres que se llevaron a cabo, como Paterna, tanto durante los años del conflicto como después de acabado el mismo.


18. ¿De que trata tu libro “De la rereguarda a les presons”?

"De la rereguarda a les presons” es un ensayo sobre la historia reciente de Paiporta, como localidad de retaguardia al igual que el resto del País Valenciano, analizando la situación socio-económica en que se encontraba cuando llegó la II República, y como fue el devenir de la localidad en el periodo indicado de República, guerra civil y franquismo, centrándonos en las víctimas de la represión, sus causas y sus consecuencias, los sumarios de los mismos, los casos de ejecuciones se sentencias de pena de muerte o de largas condenas de reclusión. Una historia que puede extrapolarse a cientos y cientos de localidades españolas.


19. ¿El nuevo gobierno valenciano “govern del Botanic” se ha comprometido con la justicia y reparación de la memoria histórica?

Sin lugar a dudas está comprometido, un compromiso que, al igual que en otras comunidades surgió ante la negativa del gobierno central, bajo la presidencia de Mariano Rajoy, de continuar con la aplicación de la Ley de Memoria de 2007, aprobada por su antecesor Rodríguez Zapatero, mediante la eliminación de la partida presupuestaria destinada a la recuperación de la memoria histórica. Coincidiendo con el desarrollo de las asociaciones memorialistas por toda nuestra geografía y su presión para continuar una labor que hacía años debería haberse iniciado, primero la Diputación de València y más tarde la Generalitat Valenciana inició toda una serie de proyectos, desde investigación, localización, recuperación documental, limpieza de símbolos franquistas de edificios y callejero, hasta exhumación de las fosas comunes de algunos cementerios.


Y lo más importante, la promulgación de una ley de memoria que ampliaba las competencias de la del 2007, al hacerse desde el País Valenciano y para el territorio del País Valenciano, sin por entrar en contradicciones con aquella. La pandemia y las necesidades más acuciantes que la misma ha generado, ha frenado sin duda un proceso imparable que, como siempre, se ve condicionado por los recursos económicos de que se disponga, y de la posibilidad o no de llevarlos a cabo (en tiempos de pandemia no pueden realizarse exhumaciones por ejemplo).

martes, 26 de enero de 2021

Entrevista a los CJC (Colectivo de Jóvenes Comunistas)

Fernando Castro, Responsable de Organización de los CJC

Área Central de Organización del Consejo Central


1. ¿Qué opinión tenéis desde CJC sobre el actual Gobierno?

Desde nuestro punto de vista, la valoración de los distintos Gobiernos la tenemos que hacer desde el punto de vista de los intereses de clase, es decir, a qué clase social responden, independientemente del color político que digan representar. En este sentido, los Gobiernos socialdemócratas en nuestro país han representado históricamente a una parte de los monopolios españoles, mediante una gestión que ha fluctuado entre políticas liberales y socialdemócratas en contraposición a una política de mayor tinte neoliberal del PP. Los Gobiernos de Felipe González, Zapatero y el actual de Pedro Sánchez, han seguido esta línea de gestión del capital, a pesar de que puedan darse alguna serie de medidas cosméticas que intenten mantener el apoyo en ciertos sectores de la clase obrera.



Con la conformación del Gobierno de coalición junto a Unidas Podemos, no se revierte esta situación. Lejos de hacer tediosa y larga esta entrevista, diremos que el por qué puede abordarse desde diversos análisis de medidas más concretas, que aparecen expresadas en diversos artículos y resoluciones de nuestro Partido -el PCTE-. En definitiva, nuestra posición ante cualquier Gobierno capitalista, independientemente de su color, es de oposición, en tanto que no representa los intereses de la clase trabajadora. Y consecuentemente lucharemos porque nuestra clase no se deje engañar por los cantos de sirena del supuesto “Gobierno más progresista de la historia”. De ahí la importancia que los CJC y el PCTE da a una lucha política e ideológica frontal, contra todos los Gobiernos capitalistas, incluido los socialdemócratas.


2. ¿Qué trabajos habéis llevado desde CJC desde el inicio de la pandemia del COIVD 19?

Realmente hemos seguido el trabajo que ya desempeñábamos antes de la pandemia, reforzando la intervención en ciertos frentes dada la situación excepcional. Cuestiones como las redes de apoyo mutuo en los barrios obreros son iniciativas que surgen en la etapa de confinamiento, pero que tienen también raíz en las propias organizaciones vecinales en las que ya veníamos realizando trabajo. En lo relativo a estas redes de apoyo, nosotros nos distanciamos de la idea asistencialista, poniendo como objetivo fomentar esa organización en las bases de nuestra sociedad. Tratando de aglutinar a los vecinos de un barrio entorno a cierta política de contrapoderes, construyendo bases en las que se construya oposición al propio sistema capitalista. Igualmente, hemos continuado el trabajo que ya realizábamos en el movimiento sindical y el movimiento estudiantil, adaptando nuestro trabajo a las nuevas formas que adquiere la lucha de clases y a los nuevos retos que impone la crisis.

Si bien hay diferencias de la situación pre-crisis, es importante comprender que todo este empeoramiento de las condiciones de vida de la clase, no surge de la nada en la etapa de pandemia, sino que son situaciones que vienen dadas desde mucho antes por el propio desarrollo del capitalismo. En el caso de la crisis sanitario-económica, estos problemas que ya venían de antes -falta de EPIs, temporalidad, empeoramiento de la educación pública...- simplemente toman otras formas u otra gravedad, pero en ningún caso se generan en esta etapa y desaparecen al finalizarla. Al final nuestro papel es seguir trabajando como hacíamos antes de la pandemia, pero adaptando nuestro trabajo y nuestra intervención a las condiciones en las que nos encontramos.


3. ¿CJC esta involucrado en la lucha sindical?

Sí. Nosotros reafirmamos aquella tesis leninista de que nuestro papel, el de los comunistas, es el del elevar el nivel de conciencia y organización de la clase obrera, así como el combate contra la hegemonía oportunista y socialdemócrata en el seno del movimiento obrero. Y aquí entendemos muy bien que no existen sindicatos de referencia ni nada por el estilo. Hay que huir de la concepción izquierdista y marginal, de esperar que las masas vengan a ti como por arte de magia, donde te gustaría que estuviesen.


Nosotros trabajamos en todos aquellos sindicatos, asociaciones o estructuras en los que existe una posibilidad real de intervención entre nuestra clase, y no simplemente donde nos gustaría porque sea más cómodo intervenir debido a la cercanía de posiciones. Al final, como comentábamos al principio, nuestro papel es el de situar las posiciones políticas del comunismo en todos los frentes en los que realizamos trabajo, es decir, en todos aquellos lugares donde se hacen patentes las contradicciones de clase, y claramente uno de estos lugares son los centros de trabajo.


4. ¿CJC se identifica con el feminismo?

El problema es ¿cuál feminismo? La multiplicidad de “feminismos” que existe creemos que da respuesta contundente a la pregunta. Nosotros hablamos de los postulados del marxismo entorno a la cuestión de la mujer -hablando de la infraestructura y la superestructura- como los análisis más certeros para analizar el papel subsidiario de la mujer en el capitalismo, y comprendemos que la liberación completa de la mujer se dará solo bajo el desarrollo del socialismo, en tanto que nos dirigimos a la mujer trabajadora. Otros análisis que tratan de establecer una falsa “doble infraestructura” -patriarcado y capital- o que ni tratan la cuestión de clase, escapan bastante de la concepción marxista del asunto aunque se intenten apellidar con palabras de raíz marxista.


Perfectamente podemos compartir algunas cuestiones o reflexiones de forma parcial con ciertos feminismos de clase, pero creemos que la receta fundamental para acabar con el papel de sumisión de la mujer trabajadora no se encuentra en ideologías ajenas al marxismo, sino en la lucha política por una sociedad radicalmente distinta, que no es otra que la del socialismo-comunismo.


5. ¿Qué son los campamentos juveniles de las CJC?

Los Campamentos de la Juventud constituyen la principal actividad central de los CJC durante el año. Cada año varía su ubicación y no sólo participan militantes comunistas, sino numerosos jóvenes con los que compartimos luchas en los sindicatos, en el movimiento estudiantil, en los barrios, etc. Muy resumidamente, podemos decir que es un espacio en el que se combinan actividades formativas de carácter político-ideológico más profundo, como talleres y seminarios, con actividades deportivas, o vinculadas al ocio y a la cultura, y otra serie de actividades que sirven para el intercambio de experiencias en la lucha y para el desarrollo “humano” -por así decirlo-, entre los jóvenes que participan (por ejemplo a través de actividades que fomenten la socialización de los asistentes, actividades de solidaridad y un largo etcétera).


Otra característica de los Campamentos es que se intenta celebrar en alguna ubicación donde se puedan realizar algún tipo de rutas o paseos por la naturaleza o el monte que estén vinculados a episodios de la lucha de clases de nuestro país, como podría ser con la Guerra Nacional-Revolucionaria o históricas luchas obreras como las de la minería.


6. ¿Qué opináis sobre la sanidad pública y universal?

Desde siempre hemos considerado, y luchado, por que la sanidad sea pública, universal y de calidad. Como comunistas, si consideramos que todo el sistema socio-económico debería girar en torno a la satisfacción de las necesidades crecientes de la población y el desarrollo multifacético del conjunto de la sociedad -en vez de en el beneficio privado de los grandes capitalistas-, no cabe la menor duda que la sanidad pública y universal es un elemento esencial en este cambio de paradigma. Es imposible que una economía y una sociedad esté basada la satisfacción de las necesidades humanas y en el desarrollo integral de su población sin la misma. En este sentido consideramos fundamental la lucha por la sanidad pública y por los derechos de los trabajadores del sector de la sanidad. Igualmente, la actual situación de pandemia no hace más que reafirmar lo injusto del sistema capitalista, el cual sitúa la salud como un negocio, y por lo tanto reafirma nuestra propuesta por este tipo de sanidad.


7. ¿Cómo se podría hacer que en España se protegiera nuestro derecho a la vivienda?

Si hablamos de medidas concretas:

- Conformación de una bolsa de viviendas públicas en régimen de alquiler, con precios fijos y regulados por el Estado, para jóvenes, estudiantes, pensionistas, trabajadores y trabajadoras

- Expropiación de las viviendas actualmente en manos de los bancos y fondos buitre.

- Tolerancia cero contra los desahucios, cortes de luz, agua, gas por parte de bancos y compañías eléctricas.

Si hablamos de cómo se pueden asegurar estos derechos tan básicos, claramente llegamos a la conclusión de que no bajo el manto del sistema burgués. Como todo en el capitalismo, la vivienda es un negocio, y bastante jugoso. La única forma completa de conseguir una serie de derechos en materia de vivienda, no se da transformando la movilización y el descontento en política parlamentaria, sino construyendo desde la base un país radicalmente distinto, en definitiva luchando por una sociedad radicalmente distinta, donde el desarrollo humano y los intereses de la mayoría estén por encima de los intereses de unos pocos parásitos.


8. ¿Por que una República socialista para España?

El proyecto estratégico que defendemos está basado en un análisis científico sobre las condiciones materiales y el desarrollo de las clases sociales de nuestro país. De este modo, concluimos que España es un país con relaciones capitalistas de producción que han llegado a un grado de desarrollo monopolista, lo que consideramos como fase superior del capitalismo -o imperialismo-.

En este sentido, teniendo en cuenta el desarrollo de las fuerzas productivas en España y su inserción en el sistema imperialista internacional -en el que ocupa una posición intermedia-, llegamos a la conclusión de que la tarea inmediata de la clase obrera es la toma del poder y la construcción del socialismo-comunismo mediante el derrocamiento revolucionario del poder burgués.


Esto no quiere decir que la revolución socialista se vaya a dar mañana, ni en un plazo breve de tiempo, simplemente significa que estamos en una etapa histórica de superación del capitalismo y que por lo tanto toda nuestra actividad tiene que ir enfocada en preparar a las fuerzas objetivamente interesadas en la superación del capitalismo 
a que tarde o temprano acometan dicha tarea. Todo esto, en concreto se plasma en la necesidad de una república socialista en España como única forma de solucionar de forma permanente los problemas que a día de hoy sufre el conjunto de la clase obrera y capas populares en nuestro país.


9. ¿Hace falta la nacionalización de empresas en España?

La nacionalización, en abstracto, implica que la “titularidad” de una determinada empresa o sector pertenezca al Estado. En este sentido, nosotros tenemos claro que el Estado no es neutral, y que en el contexto de poder burgués, el Estado no es más que el gestor de los intereses comunes de la clase burguesa en el poder, sin que esto implique que puedan existir ciertas pugnas o contradicciones entre distintos sectores de la propia clase burguesa. Sin querer alargarnos mucho en esta cuestión, porque es algo complejo y que requeriría un desarrollo mucho mayor, el estudio sistemático del papel del Estado en las sociedades burguesas nos muestra que en numerosas ocasiones el propio Estado burgués ha optado por las nacionalizaciones por diversos motivos, con tal de mantener las ganancias capitalistas. En este sentido, el Estado burgués actúa como capitalista colectivo. Algunas de las razones de que el Estado tome esta decisión puede ser que se trate de un sector todavía poco “rentable” -en términos capitalistas- y por lo tanto asume sus gastos con dinero público hasta que lo sea, para posteriormente venderlo a precio de coste a los grandes monopolios; o por ejemplo porque se trata de un sector que es estratégico para diversas grandes empresas del país, por lo que el Estado hace de intermediario para garantizar de manera relativamente equitativa los intereses de esos monopolios (por ejemplo algunas vías de transporte). Estos son sólo algunos ejemplos, pero lo que queremos trasladar es que la nacionalización en si mismo no tiene por que ser positiva, por lo menos a largo plazo.



Es cierto que a corto plazo, y fruto de la lucha obrera, la nacionalización puede servir de pequeño parche para paliar algunas de las condiciones de la clase obrera, pero a largo plazo el carácter del Estado y su papel como capitalista colectivo no cambia, por lo que desde nuestro punto de vista, a modo general las nacionalizaciones sin un control obrero y sin un Estado cuyo carácter de clase sea obrero, no puede garantizar a largo plazo unas mejores condiciones para la clase obrera. Por eso, en ocasiones nos referimos a socialización, en vez de nacionalización, para que quede claro ese matiz. Por supuesto la socialización debería ir acompañada de toda una planificación centralizada que se construya en base a las necesidades crecientes de la población y no en base a los intereses privados de la burguesía. No obstante, como ya hemos señalado, todo esto no implica que en determinados contextos, y de manera táctica, la reivindicación de la nacionalización bajo el capitalismo pueda ser útil para los intereses d ella clase obrera, ya que puede mejorar parcialmente algunos aspectos de sus condiciones de trabajo y vida, y además puede servir como aglutinado de algunos sectores de la clase obrera para que avancen en sus posiciones de lucha y combate contra el capital. A modo muy general esta es nuestra posición en torno a las nacionalizaciones, aunque cada caso habría que valorarlo individualmente y realizar análisis detallado teniendo en cuenta el contexto concreto.


10. ¿Se deberían nacionalizar los bancos en España?

Con la cuestión de los bancos sucede lo mismo que con la reflexión que hemos realizado con las empresas en general. Consideramos que los bancos, al igual que el resto de sectores estratégicos han de estar al servicio y control de la clase obrera -en el marco de la planificación centralizada-, con la finalidad de mejorar sus condiciones de vida y trabajo. Por supuesto esto es incompatible con la existencia de grandes bancos privados, pero como decíamos anteriormente la mera “nacionalización” de los bancos bajo el sistema capitalista no resolvería de raíz y en profundidad los problemas que a día de hoy sufre la clase obrera en España.


11. ¿El auge de VOX es un peligro para la clase obrera en España?

VOX, como movimiento reaccionario tiene ciertas particularidades que hemos señalado en varias ocasiones. Si bien no es un partido que podamos catalogar dentro de un espectro fascista, es un perfecto frente de masas para el fascismo y posibilita la expansión de organizaciones e ideas fascistas entre la clase obrera. Ante todo, en una situación de crisis y de empobrecimiento generalizado, donde ciertas ideas del fascismo y de ese carácter neutral que defienden del Estado corporativista, son incluso permeables hacia una clase obrera -sobre todo la juvenil- descontenta con el estado actual de las cosas, y más aún con las falsas promesas del actual Gobierno socialdemócrata.

Pero actualmente lo importante es que existe un crecimiento de una base social que históricamente ha sido caldo de cultivo para estas ideas, y es la capa de la pequeña burguesía empobrecida por la situación de crisis actual. Capa que tiende aún más hacia la reacción al perder ciertos privilegios que le otorgaba su clase social. Nosotros creemos que la fórmula para enfrentar a la reacción no debe darse desde la figura del “anti-nazi” o del “antifascista”, sino bajo la organización comunista y el combate de estas posiciones allá donde se encuentren, en las bases de la sociedad, contraponiendo a las categorías del fascismo y la ultraderecha las categorías del propio comunismo, que es antifascista en esencia.


12. ¿Por que no a las casas de apuestas?

Si algo representan bien las casas de apuestas es ese falso ascensor social en el que tanto se excusa el capitalismo. La mayoría de estos lugares se encuentran situados en los barrios de extracción obrera y popular, y justamente ha disminuido en los últimos años la edad media de las personas ludópatas a 21 años. Esto no es algo casual. En una etapa de falta de perspectivas, la juventud obrera, en paro o con trabajos precarios, encuentra una falsa promesa atractiva en estos lugares. Esta atracción que tienen las apuestas para los jóvenes está profundamente relacionada con esto mismo: si mis propias decisiones y mi propia fuerza no pueden hacer que algún día pueda comprarme una casa, comer bien todos los días, o cubrir mis necesidades básicas, intentaré que por consecuencia de la pura suerte pueda tener esas necesidades cubiertas y si puedo tener un poco más mejor.


De esa miseria en nuestra clase, brotan los salones de juego y aprovechándose de la misma, condenan a miles de jóvenes a la ludopatía y a un mayor empobrecimiento a través de deudas. Nosotros tenemos claro que la solución no pasa por “regular las casas de apuestas” o por ser benevolentes con ellas, sino por la prohibición total de esta lacra.

En todo este tema también tiene que ver la falta de espacios de ocio sano para la juventud. Que al final es la capitalización de todos los modos de vida, la búsqueda del beneficio económico por encima del desarrollo humano. Pero aquí nos podríamos adentrar incluso a la disposición urbana de las ciudades y más cuestiones relativas al ocio que creemos se escapan ya a la pregunta.


13. ¿Cuál es vuestra posición sobre la permanencia de España dentro de la OTAN?

Como organización juvenil comunista, uno de nuestros principios rectores es el internacionalismo proletario. Este principio irrenunciable, es incompatible con la implicación directa o indirecta en cualquier tipo de plan o intervención imperialista en terceros países -ya sea directamente como país o mediante la participación en organizaciones internacionales del sistema imperialista internacional-. La OTAN en este caso no es una excepción, ya que es una de las principales herramientas militares del imperialismo europeo y norteamericano. Nuestra posición respecto a los pueblos tiene que ver con el apoyo incondicional a la clase obrera de cada país, con la no injerencia y la defensa de su autodeterminación.


Es decir, defendemos de que los asuntos de cada país los tiene que resolver su propia clase obrera mediante la toma del poder y sin la injerencia extranjera de ninguna potencia externa ni agrupación imperialista. Así pues, nuestra posición respecto a la OTAN es la de la retirada unilateral de nuestro país de la misma, así como la vuelta de todas las tropas españolas en misiones imperialistas en el extranjero, ya que, además de derramar sangre inocente, están arriesgando sus vidas por defender unos intereses económicos que les son ajenos. Esta posición es extensible al resto de organizaciones, tratados y alianzas internacionales del sistema imperialista internacional en las que España está presente.


14. ¿Alguna conclusión sobre esos “26 millones de hijos de puta” que quieren fusilar altos mandos retirados de las fuerzas armadas de España?

Está claro que una buena parte del ejército tiene aún en sus estructuras aquellos franquistas desquiciados que creen que el Gobierno actual está conformado por social-comunistas. A ellos decirles que no se preocupen, cuando realmente los comunistas estemos en el Gobierno, serán los primeros en enterarse.


15. ¿Qué opinión tenéis de las reformas laborales?

Las reformas laborales son la fotografía de un momento concreto del estado de la lucha de clases en nuestro país. Son la viva imagen de qué correlación de fuerzas hay, y de cómo hoy el movimiento obrero ha ido incluso perdiendo concesiones, en parte, debido a la falta de dirección político-ideológica y de orientación clasista, e incluso si nos ponemos, a la falta de perspectiva revolucionaria. Lo que está claro a términos generales -y no nos podríamos parar en esta entrevista a analizar una por una porque se haría interminable- es que las reformas laborales han ido dando cada vez herramientas más sofisticadas a la clase burguesa para apuntalar la explotación a nuestra clase, viniendo estas no solo de una pérdida en la batalla de la correlación de fuerzas, sino también yendo guiadas por el propio desarrollo del capitalismo en su búsqueda del máximo beneficio.


Por ejemplificar, cuestiones como la flexibilización del empleo o la temporalidad, que son características hoy comunes en el empleo juvenil, vienen dadas desde aquella reforma del 14 de diciembre de 1988 donde el PSOE ya hacía real el contrato temporal. De aquellos barros estos lodos, y hoy tenemos un empleo juvenil altamente precarizado y parcializado, normalizando esto que ahora llamamos la ‘uberización’ del empleo, que no viene a ser otra cosa que aquella antigua forma del empleo a disposición.


16. ¿Algunas de estas reformas no son necesarias para paliar los males de la clase obrera en España?

Como comentábamos anteriormente las reformas laborales tienen que ver con la fuerza que tenga en un momento dado el movimiento obrero y sindical para contener ciertos métodos de explotación, introduciendo ciertas concesiones que mejoren -siempre de forma parcial y temporal- la vida general de la clase. Nosotros no somos de aquellos comunistas que piensan -por parafrasear a Rajoy- ‘que cuanto peor mejor’, pero tenemos que entender que estas mejoras siempre dependerán de un momento concreto en la correlación de fuerzas de la propia lucha de clases. Entendiendo que el socialismo no se construye ganando estas mejoras poco a poco, sino siendo capaces de situar en cada conflicto la organización revolucionaria y al socialismo-comunismo como única vía para salir del hondo pozo en el que estamos, mediante la intervención del Partido y la Juventud Comunista. El problema con esto es claro y es que el problema de la clase obrera en España no es negociar en qué términos se efectúan estas reformas laborales, sino que hay un problema más profundo, y tiene que ver con el propio sistema que las acoge.


17. ¿El día 8 de Marzo esta siendo más significativo en España?

El 8 de marzo ha perdido cierta significación histórica dada la apropiación de las corrientes burguesas de este día. Inevitablemente, al eliminar de la ecuación la cuestión de clase, la cuestión de la mujer toma otra significación, adquiriendo mayor peso las reivindicaciones que son transversales a la clase social.


Así, después de estos años, tiene sentido que haya adquirido una importancia mayor en el calendario de la movilización popular, siendo publicitado por los medios burgueses. Nosotros simplemente advertimos que bajo estas banderas hay que tener cuidado, sobre todo cuando son ajenas a nuestra clase, y tampoco olvidemos que una de las grandes impulsoras de este día fue Clara Zetkin, militante comunista alemana.


18. ¿Algunas posiciones internacionalistas con respecto a Venezuela, el Sáhara, Siria, Cuba, Palestina, el KKE de Grecia...?

Los casos que se mencionan son muy variados y se enmarcan en contextos muy diferentes, por lo que requerirían de profundos análisis concretos en cada caso. Sin embargo, el denominador común de todos ellos está estrechamente relacionado con lo que mencionábamos en la pregunta sobre la OTAN.

Nuestra posición es de rechazo a la injerencia extranjera en los asuntos internos de cualquier país, el apoyo a la clase obrera del país en cuestión, en el marco de la necesidad del derrocamiento del poder burgués y la construcción del socialismo-comunismo, y la confianza y relación camaraderil con los Partidos Comunistas y Obreros de los distintos países. En este sentido, apoyamos al pueblo cubano y al PCC en la construcción socialista, del mismo modo que denunciamos el bloqueo estadounidense y la política anticubana emanada de la Unión Europea.



Así mismo apoyamos al pueblo saharaui y al palestino por su independencia denunciando la masacre marroquí e israelí respectivamente, de igual manera condenamos la complicidad de las autoridades estadounidenses y europeas en ambos conflictos. Siguiendo esta misma línea condenamos la guerra imperialista en siria y la injerencia extranjera en Venezuela, partiendo de la base de que en ambos países no existe socialismo alguno pero que es su pueblo y su clase obrera la que ha de decidir cuál será futuro. De igual forma expresamos nuestro fraternal apoyo al PC Sirio y al PC de Venezuela (y a sus respectivas Juventudes) en esta complicada lucha.

Por último, apoyamos la lucha de la clase obrera griega, al Partido Comunista de Grecia y Juventud Comunista de Grecia, con los cuales mantenemos unas fuertes relaciones bilaterales basadas en grandes coincidencias político-ideológicas y estrechos vínculos de camaradería.