sábado, 15 de abril de 2023

Entrevista a Oleg Yasinsky, antifascista ucraniano

Oleg Yasinsky, periodista ucraniano chileno, colaborador de los medios independientes latinoamericanos como Pressenza.com, Desinformemonos.org y otros


1. ¿Cómo antifascista ucraniano como te sentiste cuando se inició la OME (Operación Militar Especial) en Ucrania?

Para mi, igual que para todos mis amigos y conocidos inicialmente fue un shock. Una total sorpresa. Estábamos absolutamente seguros que no iba a pasar así. No queríamos un enfrentamiento militar directo entre los militares rusos y ucranianos, a pesar de nuestro total rechazo del gobierno de Kiev, por el altísimo costo humano que significaría. Una vez más nos equivocábamos, confundiendo nuestros deseos con la realidad. Ahora pienso que este choque armado era inevitable, el Occidente hizo todo para no dejar a la historia otras opciones. Para mi fue una noticia más que nada, trágica.


2. ¿Por qué hay ucranianos que han apoyado esta operación? Algunos los acusan de ser traidores o una insignificante minoría…

Hay quienes entendemos, que desde hace años el país perdió cualquier vestigio de su soberanía. Llegó a ser una verdadera colonia de la OTAN y de los EEUU, lo que significa la destrucción de su cultura, memoria, economía, ciencia, educación, industria, salud y todo la esfera social. El poder ucraniano actual, el que representa una alianza entre los neoliberales y los nazis, está en guerra contra su propio país desde mucho antes del 24 de febrero de 2022. Nadie nunca calculó el costo humano de la “reforma de la salud” y toda la guerra económica del gobierno contra su población, convirtiendo la república más próspera de la URSS en el país más pobre de Europa. En el poder estaban los enemigos de su pueblo que sirvieron Ucrania a la mesa de las transnacionales. El poder colonial de Zelensky en la mejor tradición de las democracias bananeras latinoamericanas, cerró cualquier posibilidad de cualquier expresión disidente, prohibiendo la prensa opositora o alternativa, persiguiendo a los que opinan diferente o simplemente opinan. Los partidos y organizaciones de izquierda estaban prohibidas y brutalmente perseguidas, cualquier opinión crítica se presentaba como “voz de agentes de Putin”. Los medios y los nuevos programas de educación, idiotizaban a nuevas generaciones construyendo el odio hacia Rusia y hacia su pasado soviético, como ejes de la formación de las nuevas generaciones de los ucranianos. El gobierno cerró las puertas para cualquier posibilidad democrática o no violenta para el cambio de este poder. No deseábamos una salida armada y mucho menos el actual fratricidio entre prácticamente el mismo pueblo. Es muy muy doloroso. Pero los ucranianos no supimos resolver el problema de una mejor manera. Es importante entender que el gobierno neofascista de Kiev no es un problema de sólo Ucrania o Rusia. Es una amenaza para todos.

Partidos políticos ilegalizados en Ucrania en 2022

Muchos nos acusan de varias cosas. En Ucrania claramente somos una minoría los que pensamos así. El infantilismo político de los ucranianos ha sido muy grande y la propaganda del poder colonial es muy profesional y eficiente. En general, aunque no suene muy democrático, creo que el asunto de tener razón o no, no es algo que se mida por las mayorías o los raiting. Todavía hay mucha confusión entre las telenovelas y los asuntos políticos. 


3. ¿Se llevo a cabo una matanza en Bucha por las Fuerzas Armadas Rusas en 2022?

La “matanza de Bucha” fue el primer ejemplo de fake news en esta guerra, convertido por los “medios serios internacionales” en una gran noticia mundial, o sea, no fue la primera mentira, pero a esta escala y con tanto descaro fue una novedad. El bello pueblito de Bucha está prácticamente en los límites de Kiev y con la primera ofensiva rusa en marzo del año pasado, durante varios días fue la zona de intensos combates urbanos, con muchas víctimas entre la población civil que no quiso o no alcanzó a ser evacuada. Después de la retirada de las tropas rusas (cuando las delegaciones de Rusia y Ucrania, supuestamente, llegaron a un preacuerdo en Turquía, algo que en muy pocos días Ucrania al recibir las nuevas instrucciones de sus mandos occidentales se negó a cumplir), el gobierno de Kiev invitó a la prensa internacional e hizo una macabra exposición de cadáveres, presentando a todas las víctimas como “masacrados masivamente” por los rusos. La encargada en los derechos humanos del parlamento ucraniano, Liudmila Denisova, junto con su hija, liberando sus fantasías sexuales armaron una verdadera teleserie sado-pornográfica, inventando mil detalles de cientos de violaciones que jamás ocurrieron. Meses después todos estos cuentos fueron desmentidos por los mismos ucranianos y la Sra. Denisiva fue despedida de su alto cargo. Pero el objetivo fue logrado y en los medios internacionales Bucha quedó como símbolo de la “barbarie de los rusos”. No puedo afirmar que en la guerra, no se haya cometido por los militares rusos ningún exceso o crimen, lamentablemente en todas las guerras es inevitable. Pero el cuento de las ejecuciones y violaciones masivas en Bucha es una mentira que no aguanta ningún análisis racional. El reciente video con la supuesta “decapitación del soldado ucraniano prisionero por los rusos” tiene toda la pinta de una especie de Bucha-2.


4. ¿Por qué consideras que Ucrania está deshumanizada y desculturizada?

Los últimos gobiernos del país promovieron el odio no sólo hacia Rusia sino también hacia todos los que opinan diferente, también hacia su propio pasado histórico. El único objetivo político de Ucrania en los últimos años ha sido ser un factor desestabilizador para Rusia. Es lógico que estas políticas sean acompañadas con los valores medievales y toda la compleja construcción cultural esté convertida en esquemas propagandísticos. Ucrania soviética era una república multinacional y multicultural, lo que era parte de su enorme riqueza humana. Todo esto fue reemplazado por el concepto nacionalista de los pueblos de primera y segunda categoría, de la “nación titular” y las otras, con la clara discriminación no sólo del idioma y cultura rusos, que siempre existieron y se desarrollaron libremente en el territorio de la Ucrania actual (sobre todo en el oriente y el sur del país), sino además censurando la parte internacionalista y progresista de la cultura ucraniana que es incompatible con los valores de este gobierno.

Antifascistas ucranianos hacen guardia para proteger una estatua de V. Lenin en Crimera, 2014

Podemos seguir con la eterna discusión sobre si los rusos y los ucranianos son pueblos hermanos o no son parte del mismo pueblo. Pero en todo caso, durante los 70 años del socialismo, en Ucrania, en el país no hubo ningún problema ni ningún conflicto entre sus idiomas, ni entre sus culturas ni sus nacionalidades. Toda la población era bilingüe y podía pertenecer a dos culturas a la vez. Los nacionalistas que llegaron al poder, primero reivindicaron a los aliados de Hitler, convirtiéndolos en los nuevos héroes nacionales y luego, exigieron a toda la población elegir entre la cultura rusa y la ucraniana, proponiendo a los que se identificaran con la rusa, largarse del país. Después se prohibieron los libros, los diarios y los canales de televisión que representaban miradas críticas. Los habitantes del Donbass y de Crimea fueron declarados ciudadanos “de segunda categoría”. El lema de los defensores del gobierno de Kiev fue “Ucrania sobre todo” es un calco del hitleriano “Alemania sobre todo”. Esto se llama “fascismo”, como la expresión máxima de la deshumanización y de la desculturización. 


5. ¿El hooliganismo de guerra está afectando a la imparcialidad de los medios para cuando informan de esta guerra?

Creo que ya ni siquiera podemos hablar de la “parcialidad” de la prensa. Es convertida en armas de guerra, una de destrucción masiva y que envenena a los seres humanos más que cualquier arma química. Hablando de los medios, más allá de la prensa y la televisión que ya son casi cosas del pasado, fijémonos en las plataformas digitales y las redes sociales, la principal manipulación de nuestros días sucede allí. 


6. ¿Qué opinas de que algunos califiquen a los ucranianos como “son todos nazis” o que “todos los ucranianos se comportan como unos criminales”?

Es una burrada muy peligrosa. Es una mirada nacionalista, tan superficial, violenta y prepotente como todos los nacionalismos del mundo. Lamentablemente hay personas en Rusia y el mundo (por suerte son una minoría), que piensan así. Le siguen el juego al gobierno de Kiev, son espejo de su delirio nacionalista.


7. ¿Ucrania debería desaparecer como sujeto político para finalizar la guerra?

No lo sé. Para ser más preciso, Ucrania desapareció como sujeto político hace muchos años. Es un holograma de Estado. Es difícil que desaparezca algo que no existe. Mucho más soberanía tenía Ucrania siendo parte de la Unión Soviética. Curiosamente, el día de la separación de Ucrania de la URSS se celebra como “el día de la independencia”. Debería celebrarse como el “día de la colonización”. Después de la guerra habrá que replantear muchas cosas bastante más complejas y profundas que la existencia o no de Ucrania en el mapa. Y si, Dios no lo quiera, gana la OTAN, Ucrania que ellos están desapareciendo desde el golpe de Maidan será extinguida con toda la seguridad. Y junto con Ucrania muchos otros países. No olvidemos que esta guerra no es sólo contra Rusia y China, sino contra toda la humanidad.


8. ¿El “No a la guerra” es importante para evitar experimentos bélicos?

El “No a la guerra” sin movilización y acción organizada de millones de seres humanos es hipocresía, demagogia o en el mejor de los casos, una ingenuidad. La guerra es el único modo de existencia del capitalismo. Sin la lucha contra el capitalismo no existe ningún “no a la guerra”. Luchar contra la guerra no es andar disfrazados de pacifistas buena onda, sino enfrentar el poder de las corporaciones y los capitales especulativos de la banca. Luchar contra la guerra de verdad es atacar a los causantes del problema. Es buscar la manera inteligente, de preferencia no violenta para destruir a la máquina que fabrica mentiras, guerras, destruir sus bancos, sus industrias militares, su pensamiento primitivo y la avaricia como base de su cultura.

Marcha contra la OTAN en Ucrania 2012

Un “no a la guerra” debería incluir la construcción de otro modelo social, concebido desde el humanismo, con otros valores y otras prácticas. Necesitamos un profundo cambio cultural que nada tiene que ver con las modas de hoy de ser “alternativos” o “anti-sistémicos”. El capitalismo es todavía la prehistoria de la humanidad y mientras no lo superemos no hay cómo acabar con las guerras

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