lunes, 21 de agosto de 2023

Entrevista a Sergio Mario Guilli, presidente de la ELAF (Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva)

Sergio Mario Guilli, presidente de la Escuela Latinoamericana de Formación Hombre Nuevo Mujer Nueva, psicólogo y ensayista.


1. Eres psicólogo, escribiste un libro titulado “Psicología y Marxismo” ¿Qué tiene que ver los enredos de la cabeza con una ideología política?

La relación entre la psicología y la ideología política es múltiple. Lo primero que tenemos que decir es que la psicología es uno más de los campos de la lucha ideológica entre la concepción Revolucionaria y la concepción burguesa del mundo. Precisamente fue por el lado de la subjetividad, aquel que el marxismo tradicional no había focalizado de manera directa, por dónde vino el ataque exitoso de la burguesía occidental.

La burguesía nos plantea teorías especulativas, es decir, no científicas, del psiquismo humano. Plantean una visión ahistórica del individuo de manera tal que las características del burgués moderno son postuladas como rasgos naturales del psiquismo humano naturalizando el ciclismo desarrollado en nuestra sociedad también naturalizan el sistema de explotación. En esta visión ahistórica también se niega que el psiquismo es producto de un proceso que evoluciona desde la naturaleza hasta la sociedad. Con esto se evita plantearse un tema que es muy preocupante para la burguesía que es el de la evolución del ciclismo actual al del ser humano de nuevo tipo, un ser humano más empático, solidario, con mayor capacidad emocional, con una alfabetización emocional plena.

Por otra parte la psicología burguesa suele caer en esencialismos inherentes al individuo. Uno de los grandes descubrimientos de Marx, precisamente del Marx joven, es el que pasa a la historia a través de la sexta tesis sobre Feuerbach y que consiste en comprender que la esencia humana está excentrada del individuo y que reside en el conjunto de las relaciones sociales que nos determinan, relaciones sociohistóricas de época, nacionalidad, clase, que conforman  el medio sociocultural en el cual nos humanizamos y que incorporamos y transformamos en contenidos psicológicos a través de nuestra actividad.

Sigmund Freud el padre del psicoanálisis por ejemplo plantea que la esencia humana radica en unas hipotéticas pulsiones eróticas y agresivas siendo estas últimas las que nos harían naturalmente egoístas. Investigaciones como las de Michael Tomasello muestran exactamente lo contrario, que desde muy pequeño el animal humano tiene una tendencia a la cooperación.

El psicoanálisis fue tomado durante el siglo XX como la concepción marxista del ser humano y eso nos llevó a un retroceso enorme. Junto al psicoanálisis una parte importante de la intelectualidad marxista incorporó visiones irracionalistas que terminaron en mixturas estériles. No olvidemos la relación entre irracionalismo y nazismo que también describió Lukács en su obra el ataque a la razón.

Ciertamente el procesamiento inconsciente de la información en el psiquismo humano  es un capítulo apasionante desde el punto de vista científico y ya había sido tomado en cuenta en la Unión Soviética, donde en 1979 se desarrolló un importante congreso sobre el inconsciente en Tbilisi, Georgia. La concepción científica del inconsciente sigue desplegándose con niveles de profundidad cada vez más apasionantes mientras que el psicoanálisis por tratarse de un pensamiento especulativo languidece en escuelas donde un iluminado plantea especulaciones que luego son seguidas por acólitos. Un verdadero rival de la escolástica medieval y el principio de autoridad.

En estos momentos es fundamental fortalecer la trinchera de ideas y estar al día con los últimos avances de la ciencia psicológica es una tarea fundamental para seguir sosteniendo un materialismo militante frente a las tareas diversionistas que constantemente se da la burguesía en el marco de la lucha ideológica.

Pero también la psicología es un campo de lucha fundamental en el plano político. En la concepción de guerra de cuarta generación que se plantea el imperialismo la guerra psicológica es un elemento central, para el cual utilizan los últimos avances científicos. A través de la Big Data monitoreada en tiempo real por la National Security Agency los actores de la guerra psicológica desarrollan operaciones psicológicas para influir sobre amplias capas de la población. Así es como, con propaganda finamente direccionada, en base a perfilamientos de personalidad en tiempo real entre otros logros impusieron el Brexit en las elecciones en Reino Unido.

También el discurso neoliberal forma parte de esta guerra psicológica. Las agresiones y los insultos al pueblo forman parte de una estrategia para generar el derrumbe psicológico de las amplias capas populares y golpear en su autoestima como método de control. La investigadora canadiense Naomi Klein a su vez describió la llamada Doctrina del shock un formato de guerra psicológica en el cual los pueblos son golpeados para que luego se les imponga planes neoliberales que no eran aceptados si no hubieran recibido el golpe de algún acontecimiento shockeante.

Otro gran campo de trabajo es el debate acerca de la Salud Mental como parte de la salud pública y los efectos del modo de vida capitalista en el psiquismo de los pueblos del mundo.

Por último no debemos olvidar que la ideología se asienta en individuos concretos con un psiquismo concreto y que los distintos sesgos de pensamiento determinan también distintos sesgos ideológicos. Por otra parte tenemos que tener en claro que la firmeza ideológica si bien es un elemento de gran resiliencia psíquica, no resuelve todos los problemas psicológicos que pueden afectar al militante concreto. Así es donde la ciencia psicológica y la técnica correspondiente tienen que entrar en acción.


2. ¿Nuestra salud mental es solo propiedad individual o depende de más factores?

Como venimos diciendo efectivamente no se puede entrar de manera científica al tema del psiquismo individual sin el auxilio del materialismo histórico. Las condiciones de vida de las grandes masas populares determinan la existencia de diversos trastornos psicológicos. La competencia a la cual nos somete el capitalismo el "sálvese quien pueda" las erráticas condiciones económicas las redes del narcotráfico tendidas en todos nuestros países. La carencia total de valores y la promoción activa de desvalores a través de productos culturales masivos van construyendo un individuo disociado totalmente funcional a la explotación capitalista. Por lo tanto, las estadísticas de depresión, ansiedad y adicciones se disparan en todo el mundo occidental.

Al mismo tiempo hay que tener en claro que muchas patologías psiquiátricas tienen un fuerte componente genético y como tales van a tener una prevalencia general en la población similar, más allá del sistema en el cual las personas se encuentren. Sin embargo hay que destacar que en un sistema de salud mental pública, siempre habrá una mayor funcionalidad del individuo en la medida en que recibe la atención necesaria para insertarse en la sociedad.



3. ¿Por que en contra del termino “decolonial”?

La de colonialidad es el último grito de la moda en término de espantajos burgueses para desviar la lucha popular. En lo personal ingresé a la universidad de Buenos Aires en 1984 en el primer curso lectivo luego de la dictadura militar. La universidad estaba gobernada por el partido que más intendentes había dado a la dictadura, me refiero a la Unión Cívica Radical y bajo esa oscura influencia es que llega a Argentina (y de la mano de profesores que en muchos casos habían estado exiliados) el posmodernismo. Todo un paquete de pensamiento cerrado que venía a evitar que el marxismo resurgiera en las cátedras de la universidad pública. Cumplieron muy bien su rol al punto que hoy existe un auge de concepciones de ultraderecha en nuestro país.

En ese marco ya nos hablaban de Jacques Derrida y de su palabrita “deconstrucción”. Este concepto viene del término “dekonstruktion” del filósofo nazi Martin Heidegger. El concepto de deconstrucción fue ampliamente difundido en cátedras oficiales suplementos culturales de diarios Cómplices de la dictadura y más acá en el tiempo a través de ongs feministas. El deslizamiento de sentido es notorio. El objetivo de que las personas sean revolucionarias, nobles, solidarias es transformado en algo mucho más inasible “ser deconstruido”.

Martin Heidegger

De esta historia surge la decolonialidad. Esta corriente se basa en el concepto heideggeriano de pensamiento enraizado y fue utilizado por los nazis como un ariete contra el socialismo. Si los comunistas veían el futuro venturoso de la mano de la construcción de la sociedad de nuevo tipo, Heidegger llamaba a refugiarse en el pasado grecorromano. En total sintonía los decoloniales plantean que el pensamiento marxista no describe la realidad de Nuestra América con el absurdo argumento de que es un pensamiento europeo y por lo tanto etnocentrista o eurocentrista. Al mismo tiempo hacen un llamado siempre formal y nunca efectivo a basarnos en la sabiduría de los pueblos originarios. Una típica charla de un decolonial va a empezar agitando acerca de la fechorías que cometió la colonización Europea contra los pueblos originarios, seguirá argumentando algo acerca de algún logro de los pueblos originarios americanos (el calendario maya, las cirugías que practicaban los incas) para luego dedicarse un largo rato a hablar en contra del marxismo tildándolo de dogmático y hasta de “epistemicida”. Este es un concepto que acuñó Boaventura de Sousa Santos quien hoy es descubierto como un acosador de mujeres. Con este concepto se transforma a los marxistas de víctimas de décadas de masacres en victimarios epistemicidas. Con esta crítica, ya no se habla de “plusvalía”, decir que América es “capitalista” pasa a ser un sesgo eurocentrista imperdonable. Lo cual no toca ni un centavo de las ganancias de los capitalistas que explotan América. Como vemos, la decolonialidad no ofrece una perspectiva política ya que comparte con Heidegger el culto del pasado y por lo tanto el rechazo de toda perspectiva de desarrollo tecnológico, muy en la línea de la película Avatar.

Todo estudiante que quiera hacer una tesis para recibirse tiene que hablar el lenguaje de la decolonialidad. Con esto se logra que las nuevas camadas de intelectuales queden vacunadas contra el marxismo leninismo y en su lugar traguen una teoría que lo lleva a una difusa crítica cultural sin una visión organizacional de construcción de poder real. Una cátedra decolonial equivale al control que pueden ejercer dos mil agentes de seguridad estatal, pero de manera aún más efectiva, ya que el revolucionario que se iría a enfrentar a esas fuerzas de seguridad ni siquiera llega a acceder al mundo.


4. Se oye hoy en día que gran parte de las modas que se escuchan en lo medios y se vuelven populares dentro de las izquierdas vienen de las universidades estadounidenses ¿Esto es cierto y como se puede demostrar?

Hay una cooperación entre Europa y Estados Unidos al respecto. La primer moda anti marxista fue planteada en la Alemania nazi por el filósofo Martin Heidegger y su existencialismo, una serie de jerigonzas de una superficialidad absoluta pero que venían bien para enfrentar al por entonces poderoso frente teórico que presentaba el marxismo. Luego vino una mixtura entre el existencialismo heideggeriano y el marxismo, esa fue la denominada escuela de Frankfurt. Herbert Marcuse era directamente un agente de la OSS, el antecedente de la CIA norteamericana. Los cuadros de la escuela de Frankfurt vieron durante el nazismo en los Estados Unidos y fueron implantados en Alemania Occidental para formatear la cultura nazi de acuerdo al canon Democrático liberal planteado por los Estados Unidos. Luego Jean Paul Sartre plantearía esa mixtura entre existencialismo y marxismo en Francia, pero Sartre apoyaba a todos los movimientos populares que se daban por aquellos años. La apuesta sartreana por un humanismo sería contestada en la década de los 60 por el estructuralismo francés. Jean-Claude Levi Strauss con su pensamiento salvaje inaugura la moda de pensadores franceses que descubren que el ser humano no existe dado que existen estructuras que nos determinan de manera absoluta. En Levi Strauss serán las estructuras del parentesco, en Michel Foucault serán las estructuras del saber poder, en Jacques Lacan las estructuras del lenguaje y del inconsciente. Esta ola arrastró hasta un camarada como lo fue Louis Althusser, quien planteaba que el ser humano desaparecía sobre determinado por las estructuras económicas y las estructuras del inconsciente en versión psicoanalítica. Había que inventar una teoría que se pusiera el lugar de la sólida visión del determinismo marxista.

Levi Strauss es un antecedente de las actuales visiones decoloniales porque él hablaba precisamente de eurocentrismo y con el caballo de Troya del respeto a las culturas de los pueblos originarios terminaba negando la validez del método científico y por lo tanto del marxismo. Aunque en un principio y para mimetizarse con el clima político en el cual desplegó su tarea de diversionista se autodenominaba marxista. Murió definiéndose como un “anarquista de derecha”, una categoría que hoy podemos asimilar a los libertarios.

Luego vinieron Tony Negri y su imperio que era una traducción de  Foucault al nuevo escenario de principios de milenio donde el apoliticismo foucaultiano  resultaba intragable cuando el imperialismo norteamericano hacía un tour de invasiones en Afganistán, Iraq, Yugoslavia y Libia. También lo tuvimos a John Holloway con su idea de transformar el mundo sin tomar el poder a los situacionistas y a los horizontalistas. Todas grandes promesas de cambiar radicalmente el mundo existente que no fueron más que olvidables modas.

Ahora como un refrito de todas estas tenemos a la novísima decolonialidad. Un absurdo por donde se lo mire si se toma en cuenta que este pensamiento se vende como auténticamente nuestro americano pero no hace más que repetir los delirios de Derrida, Levis Strauss, Foucault y Boaventura de Sousa Santos todos formados en Europa.

En cuanto a la germinación de este pensamiento en las universidades norteamericanas voy a agregar un sustancioso párrafo del camarada José Antonio Egido de su texto “La decolonialidad, último artefacto antimarxista producido en las universidades norteamericanas”.

La corriente decolonial, en vez de surgir de las heroicas luchas revolucionarias de los pueblos, nace de los despachos de las flamantes universidades norteamericanas como las del departamento de estudios étnicos de Berkeley en California, que su integrante Ramón Gosfroguel intenta presentar como una “gran victoria” de las luchas radicales de los 60 y 70 ocultando que fueron derrotadas por el poder estadounidense con cientos de profesores progresistas expulsados de las universidades, departamento de antropología de Carolina del Norte, Nueva York, Massachusetts, Michigan, Instituto Franklin de la Universidad de Duke, Harvard y otras y pretende convertirse en referencia de tales luchas. Como dice la antropóloga boliviana Silvia Rivera Cusicanqui “el discurso postcolonial en América del Norte no sólo es una economía de ideas, también es una economía de salarios, comodidades y privilegios, así como una certificadora de valores, a través de la concesión de títulos, becas, maestrías, invitaciones a la docencia y oportunidades de publicación”. Pero hay algo peor en las circunstancias en las que surge esta corriente. No podemos ser ingenuos y olvidar el rol atribuido por los servicios de inteligencia y la clase dominante a las universidades norteamericanas de ser fabricantes de la ideología sustentadora de la hegemonía imperialista que ha colonizado las sociedades latinoamericanas e incluso europeas”.


5. Se está dando en España y América Latina, el surgimiento de unas izquierdas que avalan al antiguo dominio del Imperio Español sobre sus antiguos dominios en el continente americano ¿Qué opinas de estas nuevas corrientes ideológicas?

Ya desde el manifiesto comunista Marx decía que las revoluciones son nacionales por su forma e internacionales por su contenido. Desde allí tenemos que entender que la historia de lucha de los pueblos es un eje central para construir la memoria histórica de los procesos de transformación.  Tanto Simón Bolívar como José de San Martín son referentes ineludibles de la gesta liberadora de la América. Ahí tenemos una controversia que es la que está señalada en la pregunta y tiene que ver con la caracterización que hizo Karl Marx de Bolívar y que efectivamente no corresponde con la realidad. Este punto débil es constantemente explotado por quienes se plantan en contra del marxismo desde un nacionalismo latinoamericano y desde hace un tiempo por esa deriva del pensamiento posmoderno que se llama decolonialidad. La teoría marxista ha abierto  nuevas perspectivas para la humanidad todas y descalificarla por la caracterización de Bolívar que hizo en su momento Marx es tan absurdo como intentar voltear un edificio porque tiene dos piedras flojas en su fachada.

Tanto Bolívar como San Martín representaron lo más avanzado del pensamiento de su época. Bolívar tenía como ideólogo a Simón Rodríguez, el maestro de Venezuela, quién inspiró a Bolívar y le tomó juramento de luchar a muerte hasta liberar a toda América en el Monte Sacro en Italia. Quiénes lo conocieron en su exilio en Chile en sus últimos años lo asimilaban por su pensamiento a los socialistas utópicos europeos. San Martín había peleado de joven para la corona española y en esas batallas y a través de volantes conoció el pensamiento de la Revolución Francesa. Su comisario político fue Bernardo de Monteagudo que formaba parte de los jacobinos que forjaron la Libertad en el Río de la Plata. Ambos tenían una Clara Concepción igualitaria que chocaba frontalmente con la concepción de castas de la época colonial. La madre de crianza de Bolívar había sido la Negra Hipólita, mientras que se supone que la madre de San Martín fue una integrante de los pueblos originarios.

Simón Rodríguez

Los procesos independentistas sudamericanos vinieron fuertemente ligados a un financiamiento de parte de la corona británica. Bolívar, además del financiamiento para su campaña, directamente contó con batallones provenientes de las Islas británicas mientras que San Martín llega al río de la plata de la mano de la logia Lautaro cuya sede también estaba en Londres. Una vez que los Libertadores desarticulan los lazos coloniales con España, prontamente el imperio británico se alió  a las oligarquías vernáculas para forjar un nuevo pacto de coloniaje, dejando a los Libertadores sin poder político. En el caso de Bolívar se sostiene la posibilidad de que haya sido asesinado mientras, que San Martín sin apoyo político en el territorio nacional tuvo que irse al exilio rodeado de graves calumnias.

En nuestro medio, es el general Juan Domingo Perón  quién desde el nacionalismo destaca esta vinculación de los Libertadores con las logias masónicas británicas para plantear la desarticulación de los lazos coloniales como un error. Este pensamiento empalma con la actual teoría  del “imperio generador” de Gustavo Bueno que son predicadas en Argentina por Santiago Armesilla. Este joven se planta supuestamente desde el marxismo para sostener una reivindicación del colonialismo español en tierras latinoamericanas. Eso es borrar de un plumazo las brutales condiciones a las que fueron sometidos nuestros pueblos durante esa época. Intenta volver el reloj de la historia para atrás a las épocas en las cuales festejábamos en el 12 de octubre el “Día de la raza” que inequívocamente expresaba la superioridad de la denominada “raza hispana” sobre los pueblos originarios como forma de naturalización del sistema colonial.

Ahora bien, considero que en términos geopolíticos el espacio iberoamericano tiene un potencial para plantarse frente al mundo con una fisonomía propia en la medida en que podamos hacer madurar los procesos de desconexión con el imperialismo norteamericano. En definitiva, los procesos Libertadores de Sudamérica son un grito de libertad perenne en la memoria de los pueblos,se conformaron ejércitos populares que intentaron construir un orden más igualitario pero que no pudieron concluir su tarea dado que prontamente fueron aislados y desarticulados.


6. Compartes un discurso internacionalista desde tu país Argentina ¿Qué es el CAPAC (Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba)?

Como todo marxista leninista considero que la lucha de los pueblos es internacional y que solo siendo internacionalista se puede ser consecuentemente nacionalista y revolucionario. En ese marco formamos parte de CAPAC (El Club Argentino de Periodistas Amigos de Cuba) que es una organización que nuclea a todos aquellos que ejerciendo un rol periodístico defendemos los logros y conquistas de la isla en el marco del brutal bloqueo que ejerce el imperialismo yanqui. Nuestra tarea precisamente es romper el bloqueo informativo que existe en torno a la revolución cubana.


7. ¿Por qué usar el término “Latinoamericana” y no centro o Sudamérica?

Nuestra escuela nace fuertemente articulada con los becarios venezolanos en nuestro país. En un proceso de desarrollo la producción de videos formativos nos permitió tener llegada a toda Latinoamérica. En la actualidad formamos parte de la Coordinadora Internacional de Escuelas Marxistas Leninistas que tiene una proyección iberoamericana. Concebimos la liberación de América Latina como un proceso único en el cual cada una de las nacionalidades forma parte, por lo tanto nuestra escuela se plantea como una herramienta más en la construcción de la patria grande,  de lo cual se deriva el marco conceptual que difundimos que implica la unidad del nacionalismo popular revolucionario con el marxismo leninismo.

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