martes, 5 de julio de 2022

Entrevista al Partido de la Liberación, historia y el FMI en Argentina

Respuestas de Sergio Ortiz, miembro del Secretariado Nacional.

3 de julio de 2022


1. ¿Qué fue el "Argentinazo" de 2001?

El Argentinazo del 19 y 20 de diciembre de 2001 fue una explosión popular frente al ajuste y debacle neoliberal del gobierno de la Alianza presidido por Fernando de la Rúa y con un súper ministro como Domingo Cavallo. Este había estado como titular del Banco Central en la dictadura militar-cívica y como canciller y luego ministro de Economía con Carlos Menem, para recalar en el gabinete ruinoso de De la Rúa. Con el hambre, la desocupación, la pobreza y los ahorros bancarios capturados en el “corralito bancario” (sólo dejaban sacar 200 pesos semanales), más los recortes en salarios y jubilaciones, la rebeldía fue en aumento y surgieron las asambleas barriales. “Piquetes y cacerolas la lucha es una sola”, era la consigna que unía a los pobres y la clase media.

La represión policial fue en aumento, al punto que en esa jornada, declarado el Estado de Sitio, la policía asesinó a 39 manifestantes en todo el país. Ahí tuvo que renunciar el presidente De la Rúa y Cavallo también unos días antes. El Argentinazo abrió una situación revolucionaria, que no fructificó en revolución sino en un gobierno burgués más progresista como el de Néstor Kirchner, en mayo de 2003, y con varias conquistas populares.


2. ¿Qué es la Comisión de Homenaje de los Desaparecidos y Mártires Populares?

Es un organismo de Derechos Humanos que fundó nuestro partido con otros militantes populares independientes y familiares. Organiza los actos por los desaparecidos, así como participa de los juicios contra los genocidas del terrorismo de Estado, y también por cuestiones de justicia universal, como fue nuestra denuncia en los Tribunales Federales de Córdoba contra la golpista Jeanine Áñez por el golpe, la represión y las masacres en Bolivia en 2019. Es también una asociación civil con personería jurídica desde el año 2008, personería que está vigente. Es un organismo pluralista y de amplia conformación, no partidista.


3. ¿Quiénes fueron Roberto Cristina y Beatriz Perosio?

Roberto Luis Cristina fue un intelectual revolucionario (le faltaban pocas materias para recibirse de sociólogo y abandonó sus estudios para dedicarse completamente a la militancia revolucionaria). En 1965 fue uno de los fundadores de Vanguardia Comunista (VC), actual Partido de la Liberación (PL) de Argentina. Entre 1968 y 1978 fue el secretario general de VC elegido en los Congresos de 1970 y 1976, hasta que en 1978 fue desaparecido en el Centro de Exterminio El Vesubio, por parte del Ejército genocida de los generales Videla, Viola y Suárez Mason. Roberto soportó todas las torturas brutales y no delató a nadie ni nada. Es un ejemplo revolucionario que levantamos como bandera del PL. Él conocía mi casa en Córdoba y pudo haberme delatado. No lo hizo. Por eso estoy vivo.

Beatriz Perosio fue una psicóloga y militante de VC, de origen católica, que presidió la Asociación de Psicólogos de Buenos Aires y la Federación de Psicólogos de la República Argentina. Su desaparición el 8 de agosto de 1978 -también fue secuestrada y torturada en El Vesubio – hizo que esa fecha, el 8 de agosto, se declarara el Día del Psicólogo víctima del Terrorismo de Estado. Nuestra agrupación de Mujeres y Disidencias lleva su nombre, Beatriz Perosio.



4. ¿Qué fue la “Operación Cóndor” que sufrió Argentina?

El Plan Cóndor fue la coordinación represiva comenzada oficialmente en 1977 entre las dictaduras de Videla en Argentina, Pinochet en Chile, Stroessner en Paraguay, Banzer en Bolivia, la dictadura cívica-militar de Uruguay y Brasil, con la supervisión de la CIA como admitió saber Henry Kissinger en tanto secretario de Estado. Por eso el Cóndor no lo sufrió solo Argentina sino todos esos otros pueblos. Los militantes de un país eran tomados prisioneros en un país y trasladados a otro, una coordinación represiva que terminó con muchos crímenes. En Argentina uno de los centros de secuestro y tortura de este tipo era “Automotores Orletti”. Allí estuvieron los dos jóvenes diplomáticos cubanos, Jesús Cejas Arias y Crescencio Galañena Hernández, secuestrados y desaparecidos el 9 agosto de 1976 en Buenos Aires.


5. ¿Por que hay argentinos/as que se consideran medio europeos?

Porque nuestro país tiene población de diverso origen, de origen español, criollo por mezcla con indoamericanos, y pueblos originarios de 34 treinta etnias y pueblos. Sin embargo, el criterio burgués imperante durante muchos años, y que aún tiene fuerte influencia, por ejemplo en el presidente Alberto Fernández, considera que “los argentinos bajamos de los barcos”, o sea vinimos de Europa. Esto es falso porque sólo una parte vino de allí. Se considera que hasta un 60 por ciento de los 47 millones de argentinos tiene un origen en pueblos originarios o parte de ese origen, pero la propaganda y la discriminación lo hacen pensar de otro modo. Hoy los pueblos originarios más combativos, como los mapuches en el sur argentino, son demonizados y reprimidos, sus tierras negadas, también su cultura.

Pero hay avances en la percepción política. Hace poco se hizo en la provincia de Salta el III Encuentro Plurinacional de Mujeres. Hubo hace cinco años muchas luchas y protestas a raíz del asesinato del mapuche Rafael Nahuel por el grupo Albatros de Prefectura y la desaparición forzada del militante solidario Santiago Maldonado en Chubut, a manos de la Gendarmería de Mauricio Macri y Patricia Bullrich. Hay grandes autoras como Moira Millán y su novela “El tren del olvido”. Hace poco terminó un juicio por la masacre de Napalpí en 1924 en lo que hoy es la provincia de Chaco, con centenares de indígenas asesinados.


6. ¿Qué fue la guerra de las Malvinas y por que esas islas argentinas forman parte del imperio británico? ¿Es cierto que todos los que pidan que las Malvinas vuelvan a Argentina son ultra nacionalistas o elementos de extrema derecha?

Las Malvinas pertenecieron a España y tras la separación del actual territorio argentino, el gobierno patrio tomó el control de las islas por medio de la gobernación de Buenos Aires. Pero en enero de 1833 los ingleses tomaron por la fuerza esas islas, previa incursión naval de Estados Unidos.

Pasados 149 años de ocupación y sin que Londres se aviniera a devolverlas ni a discutir seriamente la cuestión de la soberanía, como urgió Naciones Unidas en 1965, al final la dictadura militar de Leopoldo F. Galtieri llevó adelante la recuperación de Malvinas el 2 de abril de 1982. A pesar de ese origen espurio, de la dictadura, la mayoría del pueblo apoyó la recuperación porque Malvinas se considera una causa nacional, en el buen sentido de la palabra, o sea descartando el “nazionalismo” de los Aldo Rico y Mohamed Seineldin, o de los fascistas más contemporáneos. Margaret Thatcher dio la orden de hundir el crucero ARA General Belgrano causando 323 muertos cuando navegaba fuera de su ilegal zona de exclusión, mediante disparos del submarino nuclear Conqueror. Otros más de 300 soldados, oficiales y suboficiales argentinos murieron en esa guerra donde por un lado había un reclamo argentino, de un país del Tercer Mundo, al margen del régimen oligárquico de ese momento, y del otro lado un país imperialista como el Reino Unido, apoyado por EE UU y la OTAN. Desde el 2 de abril de 1982 hasta el 14 de junio de ese año volvió a flamear nuestra bandera en Puerto Argentino. Tras la capitulación del general Mario B. Menéndez ante los mandos británicos, el imperialismo inglés recobró su presa. Sólo “por ahora”, parafraseando al comandante Hugo Chávez... Es fácil colegir por qué el PL tuvo y tiene una posición malvinera. Fidel Castro también la tuvo, al hacerse en Cuba en junio de 1982 una reunión de países solidarios con Argentina por Malvinas. Sólo la dictadura de Pinochet fue servil a la agresión inglesa.


7. ¿Quién fue San Martín y que representa su imagen para Argentina?

El general José de San Martín fue un oficial argentino que primero, de joven militar sirvió a España contra la ocupación francesa y luego vino a su país natal, al servicio de consolidar militarmente la tarea de la primera independencia. Agrupó sus fuerzas en Mendoza, pasó a Chile a combatir a los españoles de esa capitanía general, junto con Bernardo de O’Higgins, para lo cual tuvo que traspasar la cordillera de los Andes, toda una proeza militar entonces. Venció en las batallas de Chacabuco y Maipú, y luego por mar fue con sus tropas hasta Lima, Perú, liquidando al virreinato más fuerte de la región y declarando la independencia del Perú. Eso implicó desde el Sur una tenaza con la lucha liberadora desde el Norte, de Simón Bolívar.


San Martín es nuestro máximo prócer nacional. Nunca agradó a la clase comercial y terrateniente gobernante de nuestro país, por lo que terminó exiliado y muriendo Boulogne Sur Mer, en Francia. Luego sus restos volvieron al país y lamentablemente reposan en la Catedral de Buenos Aires pese a no haber sido un católico practicante sino miembro de varias logias, como la Lautaro. Debería estar en un Museo o lugar histórico nacional, y no estar preso de la jerarquía católica. 
Su obra liberadora en nuestra América hace que el PL se considere marxista-leninista-sanmartiniano, uniendo los grandes postulados comunistas con nuestras raíces argentinas y latinoamericanas. Esa búsqueda de fundir el marxismo-leninismo con nuestra cultura e historia tuvo un salto en 1982 durante la recuperación de Malvinas, de allí que el III Congreso Nacional del VC realizado en septiembre de 1983 en Córdoba resolvió cambiar el nombre de Vanguardia Comunista-Partido Comunista marxista leninista, usado hasta entonces, por el de Partido de la Liberación.


8. ¿Qué sucede en la educación pública y privada de Argentina? Unos afirman ser un fracaso y otros un éxito...

El PL apuesta a la educación pública, pero ésta necesita de presupuesto estatal en lo referente a escuelas, sueldos de maestros y ayudantes, y también, una línea propia de educación pública, científica y moderna, cosa que no ocurre. El ejemplo de la escuela 49 de Moreno, provincia de Buenos Aires, que voló por un problema de mala conexión de gas en agosto de 2018, durante el macrismo, muriendo la vicedirectora Sandra y un no docente Rubén, así lo ejemplifica. En este momento un maestro de grado, con 10 años de antigüedad, cobra un sueldo de 45.000 pesos mensuales, cuando la Canasta Basica Total para una familia tipo, o sea la línea de pobreza, es de 99.653 pesos. En suma, la educación pública en Argentina es lo mejor y recomendable, a diferencia del criterio macrista de que “tuvieron que caer en la educación pública”. Pero en tiempos de crisis económica y política, y en medio de un acuerdo vergonzoso con el FMI que reconoció y renegoció la deuda fraudulenta contraída por Macri, lamentablemente estará sujeta a nuevos ajustes. No es culpa de lo público como categoría ni de los docentes ni de los alumnos ni de sus padres. Es ante todo una cuestión política de un capitalismo dependiente en crisis y de un Estado que, a su vez financia a la educación privada y a la Iglesia católica, la religión oficial según reza el artículo 2° de la Constitución Nacional “El Gobierno federal sostiene el culto católico apostólico romano”.


9. ¿Por qué vuestra solidaridad con las luchas populares en el estado español?

Porque somos un partido internacionalista y patriota a la vez. Entonces sentimos en carne propia la injusticia cometida contra cualquier hijo del pueblo u organización popular, sea en España con el rapero Pablo Hasel, Manuel Arenas del PCE (r) y en su momento los presos políticos del GRAPO y la ETA, como con los palestinos de todas sus organizaciones víctimas del sionismo, con el pueblo y gobierno cubano afectado por el bloqueo yanqui, con los mapuches de Chile y Argentina, hoy con el pueblo indígena de Ecuador, antes con la rebelión en Chile y Colombia, con la causa de los presos políticos Julian Assange, Mumia Abu Jamal, Leonard Peltier, Simón Trinidad, Milagro Sala, Facundo Molares, etc.

Con los pueblos del estado español, claro está, sentimos un afecto muy especial. Nos sentimos parte de las Brigadas Internacionales que durante la Guerra Civil lucharon allí contra el franquismo, entre ellas había muchos argentinos y argentinas.


10. ¿Qué representatividad tiene el sionismo israelí y el imperialismo de USA en Argentina?

El imperialismo yanqui es el enemigo principal de nuestra lucha, por opresión económica de sus empresas multinacionales agrupadas en la AmCham (Cámara de Comercio). Su web admite: “Amcham es una cámara empresaria sin fines de lucro que tiene 105 años y nuclea a 620 empresas con 420.000 empleados y que representan 42 rubros de la actividad económica y que aportan el 19,2% del PBI, el 39% de la recaudación fiscal, el 19,3% de las importaciones y el 23,4% de las exportaciones locales”.

Está la garra económica más los lazos financieros de los bancos estadounidenses nucleados en el Council of America presidida por Susan Segal de la banca Rockefeller, ahora asociada al JP Morgan, sumado el FMI. Eso, más la labor de la embajada y sus servicios de informaciones, sus lazos del Comando Sur con las FFAA locales, la penetración cultural y mediática. Y también pesan los políticos de la oposición derechista de Juntos por el Cambio y los del gobierno del FDT, en particular el ex ministro Martín Guzmán, Gustavo Béliz y Sergio Massa. Todo eso redondea la razón por la que el PL dice que el imperialismo yanqui es el enemigo central.

Como si todo eso fuera poco, en 1997 la administración Clinton le dio a la Argentina semicolonial de Carlos Menem el título de “Aliado especial extra OTAN” por los servicios prestados durante la primera guerra del Golfo (1990-1991), con George Bush padre. Así estamos en el mismo papel de “lamebotas yanquis” con Israel, Jordania, Egipto, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, más la reciente sumatoria de la Colombia de Iván Duque. Digo que “estamos”, en presente, porque el actual gobierno peronista no ha devuelto ni denunciado esa “condecoración” tan vergonzosa.

El sionismo es fuerte en Argentina, por presencia económica de la comunidad judía (caso de Eduardo Elztain, dueño de banco Hipotecario, Cresud y casi todos los shoppping), más labor de su embajada, el Mossad y sus brazos políticos y sociales como DAIA y AMIA, más sus medios de prensa y periodistas adictos. Tiene fuerza en los partidos del sistema, como se vio durante el macrismo, en la justicia (caso del fiscal suicida Alberto Nisman en la causa AMIA y acusando de traición a la patria a la entonces presidenta Cristina Fernández por haber firmado un memorando de Entendimiento con Irán, aprobado mayoritariamente por ambas cámaras).


El actual presidente Alberto Fernández debutó en su mandato con un viaje a Israel. Y uno de los aspirantes macristas a sucederlo, Horacio Rodríguez Larreta, jefe de gobierno en CABA, estuvo hace días en un viaje político a Israel, en la misma tónica.

El actual gobierno y la oposición, a impulso de la DAIA y la embajada, han hecho aprobar una ley según la cual se equipara al antisionismo con el antisemitismo, lo que es una barbaridad. Somos antisionistas y no somos antijudíos en general y menos aún antisemitas, considerando que también los palestinos vienen de ese origen. Muchos militantes revolucionarios de origen judío fueron desaparecidos en Argentina, unos 1.500 o 2.000, entre ellos nuestros camaradas Rubén Kritskautsky, Víctor Voloch, Jorge Weisz, Esther Gersberg, Abraham Hochman, Mauricio Poltarak, Alfredo Lipnizki, Ernesto Szerszewicz, Samuel Micflick y otros.


11. ¿Cómo le a afectado a Argentina la pandemia del COVID19? Hay sectores de la derecha argentina que afirman que el país lo amenaza el socialismo...

Nuestro país tiene 9.37 millones de contagios y 129.000 muertos por Covid-19, además de tremendas pérdidas materiales pues su PBI cayó 10 puntos en 2020. Podrían haber sido muchas más muertes de no ser por la provisión de vacunas que el gobierno tramitó, sobre todo de Rusia y China.

Los laboratorios yanquis fabricantes de la Pfizer, en cambio, reclamaron más leyes y modificaciones de la ley vigente, para pedir indemnizaciones más importantes si sus vacunas eran defectuosas y daban lugar a enfermedades, muertes y demandas judiciales. La derecha macrista era lobbista de Pfizer y decía que las vacunas rusa (Sputnik) y las chinas Sinopharm, Sinovac y CanSino no servían. Cuba también se puso a disposición de Argentina, incluso ofreció enviar miles de sus médicos, que al principio el gobierno de Buenos Aires estaba considerando y luego desistió ante la presión mediática de la derecha macrista y sus medios hegemónicos que hicieron una campaña anticubana. Fue una vergüenza que un país de desarrollo medio como Argentina, con cierto desarrollo industrial y tecnológico, con universidades e institutos, no tuviera una vacuna propia. La campaña de vacunación del gobierno en la pandemia fue de las pocas cosas positivas, pero con límites: bajos salarios y precarización del personal de salud. La ayuda a los más débiles fueron sólo 3 cuotas del subsidio IFE (Ingreso Familiar de Emergencia) que cobraron 9 millones de los 47 millones de argentinos. Y sólo se atrevió a cobrar un “aporte voluntario” a las grandes fortunas, con baja alícuota del 2,5 por ciento y por única vez a los supermillonarios, muchos de los cuales se negaron a pagarlo.


12. ¿Por qué existe en Argentina mucha despoblación en algunas de sus zonas? Se dice incluso que hay una ENORME diferencia de trato y de cultura en distintos territorios del país…

El capitalismo dependiente supone un desarrollo desigual. Y desde tiempos de la colonia española y luego semicolonia británica el país tuvo una alta concentración de población alrededor de Buenos Aires y el puerto, más la pampa húmeda (provincia de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba). Los ingleses desarrollaron los ferrocarriles con esa óptica, de todos los ramales confluyendo y naciendo en Buenos Aires, para de allí exportar los productos del campo.

La neocolonia yanqui, con un desarrollo del capitalismo dependiente, siguió la misma onda, agregando producción automotriz, petrolera, etc, y luego minera y gasífera, pero sin alterar el sentido deforme de un país que de federal sólo tiene el nombre, siendo ultra unitario o concentrado. Por eso en la ciudad de Buenos Aires viven más de 3 millones de personas y en la provincia de Buenos Aires 18 millones y allí vota el 37 por ciento del padrón nacional.

Los nuevos cultivos desde los años ‘90, como la soja, hoy predominante dentro de la producción granífera de 130 millones de toneladas anuales, reafirmó esa despoblación del campo pues se trata de un cultivo que emplea poca mano de obra y muchas semillas transgénicas, glifosato, fumigación y maquinaria.


13. Y dicen que el trotskismo tiene en tu país un mayor desarrollo que en otros lugares ¿Esto es cierto?

Es cierto. El trotskismo tiene 6 o 7 organizaciones, cuatro de las cuales están dentro del Frente de Izquierda y los Trabajadores-Unidad (FITU), que son el Partido Obrero, PTS, MST e Izquierda Socialista. Afuera están el Nuevo MAS y Política Obrera, Convergencia Socialista y alguno más.

Los más representativos son los del FITU, de mayor presencia en los movimientos sociales, caso del PO y MST, en algunos conflictos obreros y las elecciones. En 2019 el FITU tuvo a nivel nacional casi 1.4 millones de votos y logró meter 4 diputados nacionales.

Creo que ese mayor desarrollo tiene que ver con varias razones: el declive del peronismo y los partidos burgueses fue capitalizado por el trotskismo, que apareció como “lo nuevo”. Su constante prédica antiburocrática en los gremios y su propaganda le proveyó de una camada de activistas, frente al desprestigio total de los burócratas sindicalistas-empresarios de la CGT. La caída del bloque socialista en Europa oriental le dio ciertos argumentos políticos sobre que eso no era socialismo; típica crítica de los troskos a aquellas revoluciones que no habrían sido socialistas sino meras “burocracias estalinistas”. Los errores de gorilismo y furgonetas de otras organizaciones, frente al peronismo, los dejaron mejor parados a los trotskistas que critican a todo el mundo y hacen de un supuesto purismo su mayor virtud.

Último pero no menos importante. La Generación del 70, la revolucionaria, fue derrotada y exterminada con los 30.000 desaparecidos. Los partidos trotskistas no fueron parte de esa Generación ni tuvieron casi desaparecidos, salvo el PST (actuales MST y MAS). En cambio otras organizaciones como la nuestra perdieron casi íntegras todas sus direcciones, nacional y regional.

El entonces líder del Partido Obrero, Jorge Altamira (hoy de Política Obrera), declaraba en el suplemento especial de Página/12 del 24 de marzo de 1996, a veinte años del golpe, que él había tenido “dos amigos desaparecidos”. O sea que el PO no tuvo ningún desaparecido. Nosotros 50 dirigentes. Ellos se exiliaron. Nosotros no.

El crecimiento de las expresiones trotskistas no supone ninguna cercanía de ninguna revolución. Hoy ya están lanzando la candidatura presidencial de Myriam Bregman, cuando el problema de los argentinos es si mañana tendrán para la comida y mandar los chicos al colegio, no las elecciones. En mayo de 2017 Izquierda Socialista fue a escrachar la embajada de Venezuela en Buenos Aires y su diputado nacional Juan Carlos Giordano exigió “la renuncia de Maduro”. En julio del año pasado Altamira y su sector hizo un escrache a la embajada de Cuba en Buenos Aires en apoyo al motín contrarrevolucionario del 11 de julio de 2021 en algunos barrios de la isla. En estos días Alejandro Bodart, del MST, está en Ucrania llevando la solidaridad de los suyos a la Ucrania ucronazi y denunciar la “invasión rusa de Putin”. Ese mismo MST en 2008 marchó junto a la oligarquía de la Sociedad Rural y demás entidades patronales de la Mesa de Enlace Rural en contra de una módica retención estatal a las exportaciones de soja (resolución 125), la misma Sociedad Rural que fue socia del golpe de 1976 que aplicó el terrorismo de Estado.

En fin. Los trotskistas crecieron relativamente, pero siguen siendo la basura política de siempre aunque haya alguna gente positiva y rescatable en sus filas. Si están apoyando alguna huelga obrera y nosotros también, entonces no tenemos problema en una coincidencia táctica, de hecho, de unidad en la acción, puntual. Los hemos votado en una elección, de 2021, como mal menor, pero desde afuera y sin ser parte del FITU. Alianzas o frentes con el trotskismo no hemos hecho nunca por las razones que te he mencionado.


13. ¿Cómo está la izquierda en Argentina? ¿Qué sectores existen y cómo se llevan entre sí?

La izquierda es muy antigua en Argentina, tanto como el movimiento obrero. Cuando éste conmemoró a nivel mundial por primera vez un 1 de mayo, en 1890, por los Mártires de Chicago, los dos únicos países que tuvieron actos fueron Cuba y Argentina.

Desde entonces hasta hoy pasaron muchas cosas y en términos generales la izquierda hoy lamentablemente ocupa un lugar secundario a nivel de la clase trabajadora y la política en general.

Uno de nuestros defectos históricos, digo “nuestros” porque nos hacemos cargo aún cuando no se trate estrictamente de PL y su antecesora Vanguardia Comunista, fue el dogmatismo. Mucha repetición de verdades generales del marxismo sin tener en cuenta la situación concreta del país. VC tuvo una desviación dogmática entre 1965 y 1970, en relación a la revolución china, pese a que ese liderazgo de Mao Zedong siempre insistió en no copiar, en disparar la flecha al blanco, etc. El dogmatismo parece ser casi siempre una desviación “infantil” del comunismo, en nuestro caso lo fue. En otros parece que sigue hasta tiempos seniles…

La otra desviación en Argentina fue y es el gorilismo, originado en 1945 en la unidad del PC comunismo con sectores de la oligarquía y la derecha, incluso la embajada yanqui para enfrentar ese año a Perón y el naciente justicialismo. El PC fue integrante de la Unión Democrática impulsada por el embajador Spruille Braden, de EE UU, y conformada por la Unión Cívica Radical, el Partido Demócrata, el Demócrata Progresista, el Socialista, los conservadores y otros.

Eso le regaló al peronismo el control de los sectores obreros y populares más humildes durante décadas, pues se trataba de un gobierno nacional burgués que trajo un desarrollo industrial y varias conquistas para los trabajadores. El comunismo perdió entonces la mayoría de los gremios que tenía, al menos 19. Y el peronismo ganó la absoluta mayoría de los gremios, imprimiendo la ideología, política y táctica propias de la burguesía, que hasta 1955 fue progresista y luego alternó gobiernos progres y populares como el muy breve de Héctor J. Cámpora en 1973, con otros de derecha como el mismo Perón e Isabel desde septiembre de ese año hasta el golpe de 1976.

El tema de qué política aplicar frente al peronismo es uno de los dilemas de la izquierda. A nuestro entender hay que calificarlo bien: se trata desde 1955 de un movimiento de la gran burguesía nacional con bases obreras, que tiene períodos de fricciones y contradicciones con el imperialismo y los monopolios, como durante 2003-2015, y otros donde claudica con esos poderes, como ocurre actualmente y sobre todo tras la firma del acuerdo con el FMI en marzo pasado por parte de Alberto Fernández.

El PL es contrario a una política gorila o antiperonista, como la que por lo general utilizan los partidos trotskistas. Y es también contrario a una política de actuar y pensar como furgón de cola del peronismo y la gran burguesía, como hacen el PC y el PCR, que aún hoy son integrantes del gobierno del Frente de Todos. Ni gorilas ni furgonetas. El PL lucha por formar un Frente Antiimperialista con los mejores luchadores de los diferentes frentes, más las organizaciones que los representan, sin los trotskistas y sin los furgonetas.

Vemos con simpatía que dentro del peronismo se están abriendo y alejándose sectores nacionales y populares como Soberanos, Encuentro Patriótico y Frente Milagro Sala. Y con una orientación de izquierda están Convocatoria 2 Independencia, OLP Resistir y Luchar, Izquierda Latinoamericana, Movimiento Rebelión Popular, MP Darío Santillán y otros. Los pueblos originarios, en especial los mapuches en el sur, están luchando por sus tierras y cultura, y de ahí pueden surgir movimientos que se sumen a una causa antiimperialista.

Nosotros insistimos en esa unidad antiimperialista y popular, en un frente común. Aún no lo hemos conseguido, pero seguimos insistiendo en esa alternativa y para que la misma tenga muchos más vínculos con las masas y mayor presencia en la calle, fábricas, universidades y pueblos originarios. La crisis del capitalismo dependiente se expresa en una crisis política, con divisiones y reagrupamientos de la mayoría de las organizaciones. En las luchas populares por Trabajo, Pan, Salario y Tierra, contra el pago de la deuda externa al FMI y BlackRock, y en esos reagrupamientos políticos fincamos la esperanza de un frente antiimperialista. No caerá como fruta madura sino como producto de un gran esfuerzo de todos y de un mejoramiento de nuestra militancia, que tiene que recuperar política e ideológicamente los valores más revolucionarios de la Generación del 70, en poner el Partido y el pueblo como lo central, sembrar y echar más raíces en las masas, y ligar en forma más estrecha el marxismo leninismo con la realidad argentina. Que como dijo el amauta maestro peruano José Carlos Mariátegui, “el marxismo no es calco ni copia sino creación heroica”.

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