martes, 18 de agosto de 2020

Entrevista a Faustino Zapico Álvarez. Asturias en la revolución y la guerra civil

Faustino Zapico Álvarez es licenciado por la Universidad de Oviedo, y profesor de Geografía e Historia en el IES Cuenca del Nalón, en Llangréu.


1. ¿Qué fue la Huelga de Octubre de 1934 en Asturias?

La huelga de octubre en Asturies fue parte de la huelga general revolucionaria convocada por la Alianza Obrera estatal, que da la orden en el momento en que se hace pública la incorporación de la CEDA al gobierno de Lerroux. Esa huelga general fracasa en casi toda España y hay unos pocos focos que son reprimidos en cuestión de días. En Asturies, por una serie de circunstancias que explicaré más abajo, esa huelga no solo triunfa, sino que se convierte en una auténtica revolución social que dura quince días.


2. ¿Cómo estalló la Revolución de Asturias de 1934?

Cuando en 1934 el PSOE decide impulsar las alianzas obreras en todo el estado, siguiendo la idea original del BOC, se da una situación complicada: la CNT y otras organizaciones libertarias no querían saber nada con los socialistas por la participación del PSOE en los gobiernos del primer bienio republicano (1931-33), y los comunistas no querían saber nada de estas alianzas al estar inspiradas por el BOC, que era clasificado como trotskista por el PCE. En esas condiciones, era difícil el entendimiento, y esa fue la tónica general en todo el territorio de la República, empezando por Cataluña, donde se dio la primera AO pero sin el concurso de la CNT, que era con diferencia la organización obrera más fuerte. Pero en Asturies se dieron varias circunstancias particulares: era un territorio muy industrializado, con una clase obrera muy numerosa y muy concentrada, con un altísimo porcentaje de afiliación sindical y con presencia significativa de todas las corrientes del movimiento obrero.

Además, en Asturies la CNT no estaba dirigida por la corriente cercana a la FAI, si no por los llamados “treintistas”, más proclives a un entendimiento. Así, el 31 de marzo de 1931 se firma en Xixón un acuerdo de constitución de la AO en Asturies en la que se reconoce la necesidad de "la acción mancomunada de todos los sectores obreros con el exclusivo objeto de promover y llevar a efecto la revolución social". Es decir, desde el principio la AO de Asturies se plantea como objetivo no una huelga general para hacer caer el gobierno Lerroux o impedir el acceso al mismo de la CEDA, sino la revolución social para superar el sistema capitalista. Así lo decía en el punto 1 del pacto: “Las organizaciones firmantes de este Pacto trabajarán de común acuerdo hasta conseguir el triunfo de la revolución social en España y llegar a la conquista del poder político y económico para la clase trabajadora, cuya concreción inmediata será la República Socialista Federal”.

Hay otro factor fundamental para el triunfo de la revolución, además del de la unidad de las fuerzas obreras y la fuerza de las mismas: las armas. La parte más importante de la clase obrera asturiana eran los mineros del carbón, acostumbrados a manejar la dinamita, que había con abundancia en las minas y que durante meses se estuvo sustrayendo de forma subrepticia, pero había también dos fábricas de armas en Asturies: la de La Vega, en el casco urbano de Uviéu, y la de Trubia.

Hay también más elementos a analizar: el papel de la prensa obrera, concretamente del diario Avance, propiedad del SOMA-UGT, que bajo la dirección de Javier Bueno va a tener una línea editorial muy favorable al entendimiento entre las fuerzas obreras; la radicalización de la Juventudes Socialistas, que en Asturies tenían una fuerza enorme, y la “estrategia de la tensión” organizada por la AO durante el verano del 34, dosificando los esfuerzos pero manteniendo una pugna constante con el gobernador civil, que desemboca en una huelga general el 8 de septiembre de 1934 para impedir un mitin de Gil Robles en Cuadonga.

La combinación de todos estos factores acabó constituyendo una tormenta perfecta, y eso hace que en la noche del 4 al 5 de octubre, cuando se da la orden de pasar a la acción en Asturies no empieza una huelga general, sino una revolución social en todos sus términos.


3. ¿Quiénes son los mineros de Asturias y que simbolizan en España?

Los mineros de Asturies fueron durante siglo y medio el sector más avanzado de la clase obrera asturiana, y durante casi todo ese período también el más numeroso. Si a Asturies llegó la revolución industrial en tiempos tempranos -si lo comparamos con otros territorios del estado- no fue porque hubiera un gran desarrollo comercial previo que generara una burguesía autóctona con capital acumulado para invertir en industria, sino porque había -y hay- grandes cantidades de carbón, básico para el funcionamiento de la industria del momento. Eso hace que el capital venga de fuera, ya sea de España o de otras partes de Europa, como Francia o Bélgica. El proceso de creación de grandes explotaciones mineras, y de industrias altamente consumidoras de este producto, como la metalúrgica y la siderúrgica, se focaliza en las comarcas centrales, especialmente las cuencas altas del Nalón y del Caudal. Son minas subterráneas, de montaña, y eso añade una peculiaridad. El hábitat tradicional asturiano es muy disperso -entre Asturies y Galicia tenemos la mitad de los núcleos de población de toda España- y eso no lo cambia la minería, al contrario de otros países de Europa. La población autóctona sigue viviendo en aldeas pequeñas y simplemente pasa de vivir de la agricultura y la ganadería al trabajo asalariado en la mina -sin dejar de cultivar la tierra-, y la población inmigrante que va llegando, sobre todo en los años posteriores a la I Guerra Mundial, se instala más en las villas semiurbanas, pero tampoco es raro que se instalen en los pueblos. Eso generó una cohesión social muy fuerte, porque esa nueva clase obrera no eran familias desarraigadas fruto del éxodo rural masivo, sino aldeas enteras que pasaban a trabajar en la mina, con lo cual el proceso de adaptación es más rápido, y la organización también. De ahí que cuando nace el sindicalismo minero se obtengan resultados rápido. Los mineros asturianos fueron los segundos del mundo -después de los de la Rusia soviética- en conseguir la jornada de 7 horas en el interior de la mina, ya en 1919.

La capacidad organizativa y de lucha de los mineros fue emulada por otros sectores, como los metalúrgicos, y vino acompañada de la construcción de una red asociativa muy fuerte, desde ateneos a asociaciones musicales, deportivas y de todo tipo, que generan comunidades muy sólidas y con gran sentido de la solidaridad de clase.

La vida en la mina es muy dura, y más en esta época en la que los accidentes mortales eran muy comunes, y eso también contribuyó a construir una identidad colectiva acostumbrada a convivir con el peligro y la muerte. Eso también puede ayudar a entender por qué en octubre de 1934 salgan la gran mayoría de los mineros a asaltar los cuarteles de la Guardia Civil y la Guardia de Asalto, dinamita en mano, y en 24 horas se hagan con el control de Les Cuenques.


Respecto a la segunda parte de la pregunta, qué simbolizan los mineros en España, quizás no sea yo la persona más adecuada para contestar, puesto que yo hablo desde dentro. Soy de Mieres, mi padre era minero, mis dos abuelos también, uno de mis bisabuelos, todos mis tíos y alguno de mis primos. Vivo en un pueblo de mi concejo, en la cuenca del Caudal, de 5 habitantes, y desde mi casa veo dos pozos mineros cerrados hace más de 25 años. Voy a un gimnasio que es propiedad del SOMA-UGT, y crecí pendiente de las noticias cuando se anunciaba un accidente mortal en la mina para saber si era el pozo en el que trabajaban mi padre o mis tíos. La cultura sindical fue tan fuerte que incluso hoy, cuando solo queda un pozo abierto, queda un sentido de la acción colectiva que hace que el confinamiento de estos meses a causa de la COVID-19 se llevara en esta zona con bastante disciplina y poquísimos quebrantamientos. Yo creo que para muchos era como una huelga minera de las que duraban dos o tres meses, que lo que tocaba era encerrarse en casa y esperar.

Los mineros fueron también muy mitificados dentro y fuera de Asturies, ya que no todo eran maravillas, desde luego. Había un machismo feroz, y el alcoholismo causaba estragos, por ejemplo. Pero el hecho de que los mineros fueran la punta de lanza de la revolución del 34, y posteriormente protagonicen las primeras grandes huelgas exitosas contra el franquismo, desde 1962 en adelante, o que las CC.OO. nazcan precisamente en los pozos mineros asturianos, generó una idealización de la minería y de los mineros, que en el resto de Asturies eran respetados (y a veces envidiados) pero en España creo que mitificados. 

mineros de Asturias en el 22M

El hecho de que la huelga minera de 2012, el canto del cisne del sector, mal planificada y organizada, que acabó siendo un suicidio del SOMA-UGT, culminara con una marcha sobre Madrid en la que decenas de miles de madrileños salieron a la calle a demostrar su apoyo, da una idea del capital simbólico que suponían los mineros asturianos para el movimiento obrero español. También era consciente de ello el gobierno de Rajoy, y por eso hizo todo lo posible -y lo logró- para que la huelga no triunfara. Era consciente de que derrotar a los mineros, por su fuerza simbólica, serviría para disuadir a otros sectores de lanzarse a la protesta. Los grandes responsables fueron los sindicatos mineros (SOMA-UGT y CC.OO.), que no calibraron la fuerza que tenían: hace décadas, cuando había 25.000 mineros, podían hacer temblar un gobierno. En 2012 eran 1.500, y no quisieron tejer alianzas con otros sectores, para no propiciar una dinámica que ya no controlaran. Así se perdió una gran oportunidad para la clase obrera, no solo asturiana, sino de todo el estado.


4. ¿Qué era la consigna de U.H.P (Unión de Hermanos Proletarios) y cómo es que aún se recuerda?

La consigna UHP (Unión de Hermanos Proletarios o Uníos Hermanos Proletarios) surge en los meses previos a la revolución de forma casi casual. La mayoría de la maquinaria que usaban las minas asturianas era británica, y en las placas identificativas de la misma, donde se detallaban sus capacidades, solía aparecer su potencia expresada en caballos de vapor (Horse Power). Amador Fernández, un dirigente de la FSA (Federación Socialista Asturiana) y del SOMA-UGT, parece ser quien rebautizó el término como Hermanos Proletarios y le añadió la U de Unión o de Uníos para utilizarlo como grito de guerra unitario en la inminente revolución que se avecinaba. Su uso sería constante durante todo el proceso revolucionario.


Una vez fracasada la revolución, sale un libro de un dirigente del BOC, Narcís Molins i Fábregas, titulado UHP. La revolució proletària d'Astúries, que será también traducido al castellano y que contrubuirá a popularizar el término fuera de Asturies. Cuando empieza la guerra civil en 1936, la consigna es adoptada por todo el movimiento obrero en toda España como símbolo de la unidad antifascista, y eso le da una proyección aún mayor. En todo caso, tiene que quedar claro que era una consigna, un grito de guerra, no una organización ni una alianza, como alguno todavía escribe por ahí.


5. ¿Por qué la CNT y UGT forjaron una unidad obrera en Asturias frente al gobierno de la CEDA?

Porque, como ya dije antes, en Asturies la CNT (Confederación Regional del Trabajo de Asturias, León y Palencia) estaba dirigida por los treintistas. Incluso la FAI asturiana la formaron los treintistas para que no la montaran los faistas más duros. La CNT asturiana ya tenía una tradición unitaria fuerte, y de implicación política. De hecho, destacados dirigentes cenetistas habían participado en la campaña electoral a cortes constituyentes de 1931 en apoyo a la candidatura federal-agraria, encabezada por Eduardo Barriobero, presidente en aquel momento del Partido Republicano Federal y millitante de la CNT desde su fundación. Aunque tenían las mismas razones que el resto de la CNT para desconfiar de los socialistas por su colaboración con Primo de Rivera (que en Asturies fue especialmente intensa) y su participación en los gobiernos republicanos del primer bienio, decidieron anteponer la unidad de clase.

Eduardo Barriobero

Por otro lado, aunque la FSA-PSOE y la UGT asturianas no estaban dirigidas por el sector más a la izquierda, el caballerista, sino que eran más bien de la corriente prietista, tenían un equipo dirigente sólido y bien cohesionado, que ofrecía ciertas garantías de seriedad. Y, como ya comenté antes, la prensa socialista, el diario Avance, juega un papel muy importante para favorecer la unidad de todas las corrientes obreras. 

En todo caso, tengo que puntualizar que no se forjó ninguna unidad obrera “contra el gobierno de la CEDA”. No existía tal gobierno de la CEDA. Cuando se forja la Alianza Obrera hay un gobierno en minoría del Partido Radical con otros menores sostenido en las Cortes por la CEDA, que va poniendo exigencias cada vez mayores a cambio de sus votos, lo que despierta las alarmas en las organizaciones obreras, dado su carácter filofascista.


6. ¿Las diferencias de clases eran tan palpables en Asturias?

No lo eran más que en otros sitios, y desde luego lo eran menos que en la España latifundista. La revolución no estalla en Asturies porque la clase obrera fuera más pobre o la burguesía especialmente obscena en su dinámica explotadora, sino porque había una clase obrera muy fuerte, muy organizada y con una clara consciencia de su fuerza, que pensó que se daban las condiciones para desencadenar una revolución social. El problema es que esas condiciones sí se daban en Asturies pero no se daban en el conjunto de la República, tanto por causas objetivas como subjetivas.


7. ¿Qué papel tuvieron los mineros asturianos en la Revolución de Asturias de 1934?

Como ya dije antes, un papel central, por su número, su concentración geográfica, su organización y su acceso a la dinamita. La revolución se inicia en Les Cuenques, las comarcas mineras, y de ahí se extiende a Uviéu y a la mayor parte del territorio asturiano. Pero desde luego, la revolución no la hicieron los mineros solos.


Asturies tenía decenas de miles de trabajadores del metal, estaban los obreros de las fábricas de armas, los de los pequeños talleres... y en algunas zonas también hay una participación activa de campesinos, no jornaleros como en la España latifundista, sino arrendatarios y pequeños propietarios, por raro que pueda parecer.


8. ¿Por qué los franquistas y la derecha española tachan este suceso histórico como “golpe de estado de la izquierda”?

Porque necesitan una justificación para el golpe de estado de julio de 1936. Es un “empezaron ellos”, pero es un discurso falso. Ese argumentario empezó pronto, ya con Salvador de Madariaga, pero alcanza mayor intensidad después de la muerte de Franco y el tránsito hacia la Segunda Restauración. Es un relato necesario para blanquear el franquismo, transmitiendo la idea de que la izquierda estaba contra la democracia, y que esa izquierda, al acceder por la vía electoral al gobierno, estaba preparando el fin de la propia República, con lo que estaría justificada la insurrección militar de julio de 1936.

Sin embargo, es un discurso muy torticero. Para empezar porque no tiene en cuenta en absoluto el contexto europeo, es decir, ese efecto dominó en el que, ya sea por la vía electoral ya sea por el golpe de estado abierto, los diferentes estados europeos van deslizándose hacia dictaduras fascistas o militares con amplio componente reaccionario. La II República fue un caso extraño en Europa porque cuando llegó, en 1931, todo el continente se deslizaba hacia el fascismo mientras que en España llegaba la democracia. Ya había dictaduras en Hungría, Italia, Portugal, Albania, Lituania, Yugoslavia o Polonia (y la misma España la había tenido entre 1923 y 1931), y en 1933 llega el fascismo al poder en Alemania por la vía electoral. Esto despertó las alarmas en todo el movimiento obrero, al ver cómo el SPD y el KPD alemanes eran barridos en cuestión de meses, pero todo parece indicar que lo que traumatizó aún más a la izquierda española, especialmente a la socialista, fue el aplastamiento de la insurrección de Viena de febrero de 1934, donde los socialistas austríacos intentaron impedir por la fuerza, aunque tarde y mal, la implantación de la dictadura abierta del canciller Dollfuss.


insurrecion de Viena, Febrero de 1934

Hay que tener en cuenta que para el PSOE y la UGT la socialdemocracia austríaca, el SDAP, era el modelo a seguir, por su fuerza política, por su modelo de gestión municipal en Viena y porque todavía era un partido abiertamente marxista, más a la izquierda que sus colegas alemanes. El aplastamiento en cuestión de días de la insurrección de Viena cae como una bomba entre los socialistas, que son los que popularizan la consigna “Antes Viena que Berlín”, es decir: mejor enfrentarse al fascismo con las armas en la mano como en Austria, aunque sea para perder, que asistir impotente a la instauración de la dictadura.

En noviembre de 1933 habían sido las elecciones generales a las Cortes de la República, y se había formado un gobierno de centroderecha republicana, presidido por el radical Alejandro Lerroux, pero con el necesario apoyo parlamentario de la CEDA, que era el grupo parlamentario más numeroso del Congreso, con 115 diputados de los 473. La CEDA no era propiamente un partido fascista, pero sí católico-reaccionario y abiertamente inspirado en el Partido Social Cristiano austríaco. La instauración de la dictadura en Berlín y Viena es abiertamente aplaudida por Gil Robles, el jefe de la CEDA, que al mismo tiempo exige a Lerroux entrar en el gobierno si quiere seguir contando con su apoyo. A lo largo del año 1934 se van instaurando dictaduras reaccionarias en Estonia, Letonia y Bulgaria. No era, pues, extraño ver a la CEDA como un enemigo frontal de la república y suponer que su entrada en el gobierno, aunque fuera de forma minoritaria, no era sino el caballo de Troya del fascismo o similares en el país. La huelga general de octubre no es más que el intento de los socialistas de que el país derive hacia el fin de la república. Ahora bien, es una huelga general mal planteada, mal ejecutada y peor dirigida. De ahí su fracaso en la mayor parte del país en 24 horas.


9. ¿Quién era Aida la Fuente y por que su cara es representativa de esta revolución?

Aida de la Fuente era una joven ovetense que tenía 19 años cuando estalla la revolución. Militaba desde hacía varios años en las Juventudes Comunistas, y su padre, pintor de carteles y decorados para los cines, era uno de los fundadores del PCE en Uviéu. Participó desde el primer momento en la insurrección y el 13 de octubre participó en los combates con las fuerzas de la Legión y los regulares en la falda del monte Naranco, defendiendo un nido de ametralladoras. No está aún del todo claro si murió en combate o si fue fusilada inmediatamente después de que las tropas gubernamentales tomaran su posición.

Aida la Fuente

Se convirtió rápidamente en un icono por varias razones: por su juventud, por su condición de mujer, por su muerte en combate, por su bravura, y por su militancia comunista. Todas las corrientes políticas presentes en el 34 tuvieron sus mártires o figuras destacadas (José María Martínez para la CNT, Belarmino Tomás y Ramón González Peña para los socialistas, Manuel Grossi para el BOC..) y Aida fue la de los comunistas. Su nombre fue llevado por un batallón de milicianos asturianos en la guerra civil, y además durante la transición política de los años '70 se acentuó su imagen con el enorme éxito de la canción dedicada a ella por el grupo Nuberu, cuyos miembros eran militantes del PCE. Es representativa de la revolución de octubre en parte por su juventud, ya que los jóvenes participaron masivamente en ella, aunque el perfil más extendido del revolucionario del 34 fuera más bien el de varón, minero y socialista.


10. ¿Se intentó expandir esta revolución asturiana por toda España?

Hay que tener muy claro que lo que pretende el PSOE-UGT en el conjunto de la República es una huelga general que haga caer el gobierno Lerroux y bien convoque nuevas elecciones o redefina sus alianzas parlamentarias. Pero el problema es que la clase obrera asturiana salió para otra cosa, que es para la que la habían convocado sus organizaciones: habían salido para la revolución social. No para derribar un gobierno, sino un sistema. El problema es que la huelga fracasa rápidamente, y en amplias zonas ni llega a darse. En la España agraria casi no se dio porque los campesinos estaban agotados después del fracaso de una huelga anterior meses atrás en la que habían estado solos. En Madrid es sofocada rápidamente por su mala organización. En Cataluña es escasa porque la CNT no participa y además confluye con el intento de la Generalitat de forzar una república federal, siendo todo ello reprimido por el ejército. Únicamente en Vizcaya -y esto se suele mencionar poco- hubo un intento serio, pero había muchas menos armas y no había la unanimidad de Asturies, ya que el sindicato peneuvista, STV, muy fuerte, no quiso sumarse.


A los dos días, con Les Cuenques en poder de la revolución y entrando en Uviéu, todo indica que la huelga general (de la revolución ni hablamos) es un fracaso en el conjunto de la república, pero los dirigentes del Comité Revolucionario se pasarán días dando noticias falsas para animar a los combatientes, con la vana esperanza de que el ejemplo asturiano sirviera para encender los ánimos fuera. No fue así, y la clase obrera asturiana quedó sola, muy sola, frente a un gobierno que controlaba un aparato represivo intacto que, una vez apagados los otros focos, concentró todo su potencial militar contra Asturies.


11. Además de CNT y UGT ¿Hubo más fuerzas políticas que se adhirieron a la Revolución de Asturias de 1934?

La Alianza Obrera asturiana estaba formada por la CNT, la UGT, la FSA-PSOE, el BOC, IC (Izquierda Comunista) y, poco antes del estallido revolucionario, se incorporó la FCA-PCE, escéptica sobre las posibilidades de triunfo y reticente en un inicio a compartir alianza con el BOC e IC, a los que calificaba de trotskistas. Esto, junto con las organizaciones vinculadas a las anteriores (juventudes respectivas de los partidos y el sindicato CGTU) constituían la inmensa mayoría del proletariado organizado asturiano.

Es de destacar que aunque el republicanismo burgués no participó como tal en la revolución, sí lo hicieron muchos de sus militantes, como el exdiputado radical-socialista y médico Carlos Martínez, que montó un hospital de campaña para socorrer a los heridos, o el abogado y concejal republicano federal Modesto Tolivar de la Vega, que participará en el Comité Revolucionario de Grau.


12. ¿Cómo fue el desarrollo de esta revolución? ¿Cómo acabó siendo aplastada?

Como ya señalé más arriba, la revolución estalla la noche del 4 al 5 de octubre con el asalto a los cuarteles. En unos pocos días los revolucionarios controlaron todas las comarcas centrales de Asturies, y en las alas, más conservadoras, los militantes de esas zonas se trasladaron al centro para combatir. En diez días se formó un Ejército Rojo de 28.000 voluntarios, y los concejos, una vez destituidas las autoridades locales, pasaron a estar dirigidos por comités locales electos, algunos incluso de barrio, como el de L'Argañosa, en Uviéu, que sería conocido como “el soviet de L'Argañosa”. Pero la ausencia, o insuficiencia, de movimiento en otras partes de la República determinó que el gobierno pudiera concentrar todo su potencial represivo contra Asturies.


La revolución hubo de soportar una ofensiva en cuatro frentes. El primero, desde el sur, quedó estabilizado en los primeros días en Campumanes (L.lena) hasta el final. Desde el Este y el Oeste fueron llegando las columnas gubernamentales y desde el Norte, desde el mar, se procedió a un desembarco en Xixón ya el 7 de octubre. La rendición se produce el día 19 cuando, evidenciada la imposibilidad de victoria y a fin de evitar un baño de sangre, Belarmino Tomás, dirigente del Comité y del PSOE, negocia la rendición con el general López Ochoa.


13. ¿Cómo acabaron los revolucionarios asturianos y el movimiento obrero tras esta experiencia?

Lógicamente, la represión fue feroz. Estamos hablando de unos 1500 muertos durante la revolución y, a consecuencia de la misma, de unos cerca de 30.000 detenidos, en una Asturies que en 1934 tenía 820.000 habitantes. Muchos de los detenidos fueron sometidos a tortura, y hubo varios asesinatos extrajudiciales, como los llamados “Mártires de Carbayín”, 24 vecinos de la Cuenca del Nalón, de militancia variada (incluyendo la derecha) brutalmente asesinados por la Guardia Civil y los legionarios. La represión desbocada hizo que numerosos periodistas se desplazaran a Asturies a comprobar tanto si los supuestos desmanes de los revolucionarios eran verdad como si la represión gubernamental era tal. Uno de estos periodistas, el valenciano Luis Higón y Rosell, Luis de Sirval, fue asesinado por los legionarios para que no investigara sus crímenes.

Asturies estuvo en estado de guerra durante mas de un año, con los locales de las organizaciones obreras clausurados y su prensa prohibida o censurada, con decenas de ayuntamientos destituidos por el gobierno civil. Las libertades civiles de la II República no se restauraron plenamente hasta la victoria del Frente Popular en febrero de 1936.


En el movimiento obrero asturiano quedó una notable amargura al ver que habían sido dejados solos en el intento revolucionario, y eso se debió fundamentalmente a la ceguera y poca claridad de objetivos de los dirigentes socialistas españoles, que convocaron una huelga general en la que muchos de ellos no creían y que, dada su escasa preparación en el conjunto del país, estaba condenada al fracaso desde el principio.


14. ¿Por qué la izquierda española y el movimiento comunista español todavía recuerdan la revolución de Asturias de 1934? Se dice que esta fue la primera revolución socialista en España.

La revolución del 34 marcó un hito por varias razones. Efectivamente, fue el intento de revolución social más serio de Europa occidental, y también el último hasta la fecha. Habrá quien diga que lo fue la revolución española de 1936, pero esta tiene un componente policlasista, de frente común contra el fascismo, que la revolución asturiana (o Comuna, como fue denominada rápidamente para compararla con la Comuna parisina) no tuvo. La revolución asturiana fue una revolución obrera de manual, químicamente pura, de ellas que no abundan: la inmensa mayoría de sus participantes, cuadros y, lo que es más raro, dirigentes, eran obreros industriales, fundamentalmente mineros y metalúrgicos. Demostró el valor de la unidad, al ser un proceso de vanguardia compartida entre las tres corrientes del movimiento obrero, y demostró la propia fragilidad del estado burgués, que fue barrido de Asturies en 48 horas. Dio la vuelta al mundo sirvió de ejemplo de muchas cosas, aunque cada corriente, y eso está por estudiar con más profundidad, hizo una lectura distinta.

En cuanto al recuerdo actual, es lógico que al PSOE y la UGT les resulte incómodo, ya que se parecen muy poco a lo que fueron en su momento. Los anarquistas también la recuerdan, y con razón, dada su participación. Quizás quien más contribuyó a darle dimensión internacional a la revolución del 34 fue el PCE a través de la Internacional Comunista, y también posteriormente. Resulta curioso, aunque no criticable, que hoy en día la mayoría de las conmemoraciones provengan del campo comunista, que era la rama más minoritaria del movimiento revolucionario. Pero eso en todo caso es una crítica al PSOE por renegar de su propia historia con tanta ligereza.


15. ¿Esta revolución tenía alguna atadura con el Frente Popular en su fundación y victoria electoral en las elecciones de 1936?

La revolución del 34 y su represión es un factor, aunque no el único, para entender la formación del Frente Popular. Y es así fundamentalmente por dos razones.

La primera es la constatación de la necesidad de la unidad lo más amplia posible para frenar a la reacción. Esa es la lectura que se va a hacer a nivel internacional por parte de varios partidos obreros (como el PC de Italia) y también en la propia España. Se constata que los socialistas solos no pueden derribar al gobierno. Lo mismo pasa con la CNT. Mucho menos desencadenar una revolución social. El giro de la IC en su VII congreso a favor de los frentes populares favoreció un clima de entendimiento que trascendió a las organizaciones obreras y se hizo extensivo al republicanismo democrático. Esto ya es una clave distinta al octubre asturiano, que era una revolución obrera para derribar el capitalismo, pero se aproxima bastante al proyecto de buena parte del PSOE de unidad para derribar del gobierno a Lerroux y a la derecha.


La segunda, íntimamente relacionada con la primera, es la constatación de la necesidad de la unidad para sacar a los presos. La represión de la revolución deja 30.000 presos de todas las tendencias: socialistas, anarquistas, comunistas, republicanos... La única posibilidad de sacarlos a la calle es una amnistía, y eso era imposible con un gobierno con ministros de la CEDA. El Frente Popular incluía en su programa electoral la amnistía para los presos del 34, y eso fue un factor fundamental para ganarse el voto de buena parte de las masas cenetistas, que en las elecciones de 1933 se habían abstenido.


16. ¿Qué fue de Asturias cuando empezó la Guerra Civil Española?

En Asturies, como en el resto de la República, hay sectores del ejército que simpatizan con el golpe. El 19 de julio se subleva el coronel Aranda en Uviéu, después de haber hecho el día antes promesas de fidelidad a la República, y consigue capturar la ciudad. En Xixón también lo intentan desde el cuartel de Simancas, pero son reprimidos por la reacción popular. En las primeras semanas Asturies entera queda en manos del gobierno salvo la capital, iniciándose así un asedio que durará hasta octubre y que finalizará cuando las columnas gallegas franquistas rompan el cerco republicano, aunque los intentos de tomar la capital llegarán hasta febrero del 37, cambiando después la estrategia para intentar cortar el “Pasillo de Grau”, por el que los suministros franquistas llegaban hasta Uviéu.


17. ¿Qué fue el Consejo Soberano de Asturias y León de 1937? Explícanos cuál era su finalidad

Como Uviéu, la capital, queda en manos de los facciosos, las autoridades republicanas deciden trasladar la capitalidad de Asturies a Xixón. Allí se constituye en septiembre de 1936 el Consejo Interprovincial de Asturias y León, presidido por el gobernador civil, Belarmino Tomás (sí, el mismo de la revolución del 34) y formado por todas las organizaciones del Frente Popular más la galaxia libertaria (CNT, FAI, JJ.LL) y las JSU. Era el típico órgano ejecutivo formado sobre la marcha por las autoridades republicanas para gestionar cada territorio sin estatuto de autonomía aprobado. Así, hubo consejos similares en Aragón o País Valenciano. Funcionó como un auténtico gobierno autónomo y, entre otras actividades, organizó el abastecimiento, acuñó moneda y puso orden en la retaguardia.


Ahora bien, en el verano de 1937, en plena ofensiva franquista sobre Asturies, ocupada Vizcaya y Cantabria, y sintiéndose abandonado por el gobierno central, el Consejo decide proclamarse soberano un 17 de agosto, por mayoría, y asumir el control pleno de las tropas republicanas en suelo asturiano, poniendo al frente de las mismas al coronel Adolfo Prada. El Consejo fue el encargado de organizar la resistencia contra la ofensiva franquista en la memorable batalla de El Mazucu, donde brilló la astucia militar del dirigente anarquista Higinio Carrocera, que consiguió retrasar tres semanas lo inevitable. Y fue también el encargado de organizar la evacuación cuando los franquistas tomaron Asturies, cosa que el PCE siempre dijo que fue la razón última para proclamar la soberanía porque Tomás y los que lo apoyaron eran en realidad derrotistas.


18. ¿Qué fue la ofensiva en Asturias?

La “ofensiva en Asturias” no lo sé, entiendo que te refieres a la ofensiva sobre Asturies en el verano de 1937. Es la última fase de la campaña del Norte de las tropas franquistas, después de ocupar Vizcaya y Cantabria, y que consistió en la invasión de Asturies por el Oriente, iniciándose el 1 de septiembre de 1937. Fueron frenados durante tres semanas en El Mazucu, como ya comenté, pero la superioridad de medios de los franquistas era abrumadora (unos 45.000 republicanos frente a 90.000 franquistas). Contaron además con la inestimable ayuda de la Legión Cóndor, que bombardeaba las ciudades portuarias de Xixón y Avilés para impedir el abastecimiento.

A partir de la derrota en El Mazucu, los facciosos fueron avanzando lentamente por todo el Oriente asturiano hasta que el 15 de octubre el frente se desplomó y su avance fue mucho más rápido, culminando el 21 de octubre con la toma de Xixón, último reducto republicano en todo el Norte peninsular.


19. ¿Hubo maquis en Asturias?

Hay que decir que cuando los franquistas culminan su victoria en el frente Norte, entre 10.000 y 15.000 combatientes se emboscan en los montes asturianos, al no tener a dónde huir. Son los llamados “fugaos”. La mayoría eran socialistas. En unos meses unos 6.000 acabaron entregándose, y unos 1.200 murieron en combate. Su número fue disminuyendo drásticamente, especialmente después de la victoria franquista en 1939, quedando menos de 500 a principios de los años 40.


maquis antifranquistas

Esa guerrilla experimenta un reforzamiento a partir de 1944, que es cuando “los fugaos” empiezan a ver la posibilidad de un alzamiento guerrillero con la ayuda de los aliados. Aunque esa esperanza se reveló falsa, durante la segunda mitad de la década de los 40 se sucedieron los enfrentamientos con la policía, el ejército y la llamada “contrapartida”, los paramilitares franquistas. De la lucha guerrillera, que en Asturies duró quince años, hasta 1952, salieron nombres míticos, como “Los Caxigales”, “Bojer”, “Quintana”, y tantos otros que se convirtieron en leyendas. Pero el tributo de sangre fue tremendo. Tanto el pagado por los propios guerrilleros como por sus familiares y compañeros. El último guerrillero, el enlace Quilino Polio, minero y militante comunista hasta el fin de sus días, murió en mayo de este año de 2020 con 92 años.

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