Ismael López Domínguez, graduado en Historia por la Universidad de Alcalá de Henares, máster en Historia Contemporánea por la Universidad Autónoma de Madrid. Cofundador de la web Archivos de la Historia. Colaborador en el Grupo de Estudios de Historia Militar (GEHM) y la editorial HRM Ediciones. Ha escrito algunos artículos en el blog de Desperta Ferro Ediciones, además del Foro Gran Capitán. Reseña obras en Hislibris.
1. ¿Por qué te centraste en la Batalla del Marne para escribir tu libro?
Desde que estaba estudiando secundaria la Primera Guerra Mundial (1914-18) me ha interesado mucho a nivel histórico-militar. Este interés fue creciendo según pasaron los años. Tras mis estudios hice un viaje a varios museos y visité una pequeña parte de los campos donde se luchó esta gran batalla en septiembre de 1914. La guinda del pastel fue que en los últimos tiempos el trabajo de los compañeros archiveros y bibliotecarios ha permitido que muchas fuentes primarias y secundarias estén disponibles para ser consultadas.
2. ¿Qué inicio la I Guerra Mundial?
Bueno, pues depende a quién le preguntes te dirá una cosa u otra. Algunos autores se fijan en el creciente militarismo de la época, otros en la competencia comercial de unos imperios contra otros. Yo sigo a ese pequeño grupo que lo ve desde una perspectiva de guerra de clases. Las élites nacionales de los diferentes estados quisieron medir su fuerza e imponerse a los distintos movimientos obreros que venían detrás pegando muy fuerte pidiendo mejoras sociales. La burguesía aristócrata e industrial decidieron apostar por un conflicto corto y victorioso para intentar aplacar los ánimos y poder presentarse ante las clases bajas como defensoras de la nación y además vencedoras. Esta idea del conflicto armado en las clases burguesas es fácilmente constatable con solo leer la prensa, y en general cualquier publicación cultural de la época. Una vez empezó la guerra todo fue por un camino bien distinto a cómo se esperaba.
3. ¿Qué opinas de las guerras?
¿Qué puedo opinar? Los conflictos armados siempre suelen ser terribles para la población en general y para la clase obrera en particular, ya que son quienes los combaten y las que mueren en ellos. Cuando una guerra se declara es que la diplomacia y la disuasión no han estado a la altura de las circunstancias para poder evitarla. La diplomacia es una disciplina y una labor muy importantes que en la actualidad cada vez está más descuidada. Tenemos hoy el caso de España con su relación en el triángulo Marruecos-Sáhara-Argelia para comprobarlo. En definitiva, un desastre. Una vez empieza una guerra, ya no hay marcha atrás y durará hasta que una de las dos partes acepte que no puede continuar o que ya ha tenido suficiente. En ese tiempo, que pueden ser días, meses o años, se perderán innumerables vidas de personas inocentes.
4. ¿El imperialismo y colonialismo tiene algo que ver con el estallido de las guerras o son simplemente inevitables?
¡Por supuesto que tienen que ver! Las guerras por lo general jamás son inevitables. A no ser que una de las dos partes tenga dispuesta ir pase lo que pase. En este último caso me refiero por ejemplo a las guerras civiles, cuando una parte del población se vuelve contra la otra por diversos motivos. Imperialismo y colonialismo han sido los causantes de una enorme parte de los conflictos declarados en el último siglo. La Primera Guerra Mundial es uno de tantos ejemplos. De aquellos polvos estos lodos. Que África, por poner un ejemplo típico, esté ahora así fue culpa de este sistema que se inició a finales del siglo XIX y que duró hasta mediados del siguiente siglo cuando se reinventó por nuevos sistemas de control por parte de los países imperialistas.
5. ¿Por qué esa afición de algunos interesados de la historia de estudiar meticulosamente algunas batallas históricas? Algunas hacen hasta recreaciones...
La guerra, lo militar y las grandes gestas siempre han llamado la atención a una parte de la población. Todo esto entraba dentro de la propaganda de ciertos estados y de ciertos perfiles sociológicos asociados a la extrema derecha, no podemos engañarnos. Ahora mismo la perspectiva ha cambiado mucho y para mejor, gracias a que la Historia Militar se ha convertido en un nicho muy nutritivo para conocer de cerca la evolución de las sociedades a lo largo de los siglos. En cuanto a las «batallas históricas», como la del Marne, son enfrentamientos que por una razón u otra han conseguido elevarse a la posición más alta del término batalla por considerarse decisivas. Esas batallas que han provocado un cambio sustancial en algún hecho histórico trascendental son las que hoy más se representan porque son las que más se estudian.
6. ¿Por qué se popularizo la guerra entre trincheras?
Tras la apertura de hostilidades en el oeste de Europa, los ejércitos alemanes y franco-británicos maniobraron por los campos de Francia durante un mes aproximadamente. En mi libro ‘La batalla del Marne’ abordo estas semanas de forma pormenorizada. Hubo enfrentamientos de entidad con miles de muertos e innumerables de escaramuzas. Una vez llega el mes de septiembre los ejércitos literalmente están agotados -hay que recordar que todavía no hay unidades motorizadas como en la posterior guerra mundial- por lo que se llega a un equilibrio. Los soldados, que han recorrido cientos de kilómetros mientras luchaban, llegan a su punto de esfuerzo máximo. Una vez los franceses vencen en el Marne los alemanes comienzan a cavar profundas trincheras protegidas con alambradas de espino. Se pasa así de una guerra de movimientos, o maniobra, a una de posiciones o trincheras. Esto solo ocurrirá en Occidente, de ahí el subtítulo de mi libro, porque en Oriente, es decir en el frente de Rusia, esto no ocurrirá.
7. ¿Dirías que en todas la guerras hay buenos o malos?
No. Solo en los casos muy extremos podemos hablar de “malos” reales y de “no tan malos”. Por lo general en muchos conflictos no hay nadie malo per se menos quien provoca el conflicto, o quien obliga a un pueblo a lucharlo por las armas. Que en este caso son las élites sociales basadas en la aristocracia y la alta burguesía industrial.
8. ¿En las guerras de alguna manera todos pierden?
No. Y esto lo demuestro muy bien en el libro con distintos datos y ejemplos. Quien pierde en los conflictos en primer lugar es la clase obrera que primero da a sus hijos para la guerra y luego sufre todas las consecuencias: bombardeos, destrucción de su exiguo patrimonio, pesquisas, saqueos, violaciones… etc. En cambio, esa burguesía industrial no solo gana, sino que gana mucho y se vuelve influyente en su país gracias al conflicto. La fabricación de enseres y armas siempre es muy lucrativa.
9. ¿Cuáles han sido tus principales fuentes para tu libro?
He utilizado y consultado más de un centenar y medio de obras para poder brindar al lector algo que merezca la pena. Las principales fuentes han sido historias oficiales de los países, testimonios y memorias publicadas, cartas de combatientes, noticias de periódicos de entonces y estudios modernos realizados por historiadores especializados.
10. ¿Puedes darnos alguna recomendación a los que están interesados/as en indagar en el neblina de la historia?
Aparte, por supuesto de mi libro, el cual dispone de mapas, ilustraciones y muchas imágenes, el lector tiene a su disposición una cantidad moderada de títulos dedicados a la Primera Guerra Mundial. Que es de lo que estamos hablando. Tuchman, Gilbert, Hastings, y otros pueden ofrecer diferentes visiones de por qué se fue a la guerra en 1914. Así mismo, si los aficionados se manejan en inglés y francés la oferta es infinita. Hay títulos para, incluso, cada una de las batallas luchadas en todo el conflicto. Y fueron muchas. Yo recomendaría empezar por volúmenes que traten la guerra a modo global, como los mencionados, para luego ir concretando, así se hará más fácil y entretenido. Por último, darte las gracias por hacerme esta entrevista con motivo de la publicación de ‘La batalla del Marne’. Un auténtico placer aparecer en las páginas de ‘Bloque del Este’. Un abrazo fuerte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario