lunes, 21 de julio de 2025

Entrevista a Vicent Brotons, profesor de lengua valenciana

Vicent Brotons Rico (Petrer, Valls del Vinalopó, 1957) Profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Alicante desde 1990 donde enseña desde la perspectiva bilingüe y plurilingüe Habilidades Comunicativas y Lectoescritura, en el grado de Mestre de Infantil; y Didáctica de la Lengua, en el grado de Mestre de Primaria. Así mismo dirige Trabajos de Fin de Grado y Trabajos de Fin de Máster en los grados de Mestre y en el Máster de Profesor de ESO y Bachillerato.

Ha sido Mestre de Primaria (EGB; 1981-1990); Profesor de Secundaria y Bachillerato (1990-1996); Asessor de Lenguas de la Consellería de Educación y del CEFIRE de Elda (1983-1992); Vicedecano de la Facultad de Educación (2003-06 y 2010-2014); y Director de la Unidad para la Educación Multilingüe-UA (2008-2013).

Ha impartido charlas, conferencias, cursos, etc. dirigidos al profesorado, las familias y público en general.

Ha diseñado y ademán en práctica rutas literarias a partir de la obra de Enric *Valor.

Es autor de libros de texto y materiales curricular (dosieres, diccionarios escolares, etc.) para Infantil, Primaria y Secundaria; ha publicado varios libros, artículos, ponencias y comunicaciones sobre lengua, literatura, didáctica, bilingüismo y plurilingüismo en medios especializados y otros de carácter general; muchas de las publicaciones mencionadas han sido dedicadas a la vida y la obra de Enric *Valor, Joan Fuster i Vicent Andrés Estellés. (desde 1979 en nuestros días).



1. ¿Qué te llamo a enseñar lengua valenciana?

Yo vivo en un pueblo valencianohablante, Petrer, en la misma “raya fronteriza” junto a un pueblo históricamente castellanohablante, Elda. Esta ciudad lleva tres siglos perdiendo el uso interpersonal entre los vecinos. Petrer ha vivido un proceso de retroceso de los usos interpersonales del valenciano muy intenso desde hace setenta y cinco años. Soy de familia lingüísticamente mixta (madre de Elda y padre de Petrer), pero mi entorno siempre ha hablado valenciano. Durante la adolescencia empiezo a realizar activismo lingüístico y cultural en el Grupo Exeo, un referente de la dignificación del valenciano en Petrer y en la comarca de los Valles del Vinalopó. Tomo conciencia del grave problema cultural e idiomático que tenemos como pueblo y nada más terminar los estudios de maestro de escuela me forme en valenciano, consiguiendo el título superior de los cursos de Lingüística Valenciana y su Didáctica, del ICE de la Universidad de Valencia, cursos que organizé yo mismo. En 1981, como maestro de primero y segundo de EGB (equivalente a primero y segundo de primaria), doy clase de valenciano a todos los alumnos de esos dos niveles del colegio público La Foia, de Petrer, no sin cierta oposición por parte de la Inspección Educativa, pero con el apoyo de mis colegas y de las familias.

Además, organiza cursos de valenciano para maestros y ciudadanía en general en toda la comarca. En los citados cursos hago también de profesor. Esta tarea no la dejé de realizar hasta el año 2018, en la que el conseller de Educación, Vicent Marzà, miembro del Gobierno de la Generalitat, de la coalición del Botánico se les cargó, provocando un déficit enorme en la formación de maestros y profesorado en cuanto a la competencia docente del valenciano y en valenciano.


2. Se ha llamado a Alicante como ciudad "castellano hablante" ¿Esto cómo afecta a los maestros de la lengua valenciana?

No se ha dicho en Alicante ciudad castellanohablante. Se ha pedido por parte de la derecha -derecha extrema, mejor (PP) y la extrema derecha (VOX) que Alicante pase a ser considerado "municipio de predominio lingüístico castellano", una denominación bastante poco rigurosa, creada por los ineptos de los redactores de la Ley de Uso de Enseñanza del Valenciano (EV) Valenciano (comarcas interiores septentrionales, centrales y meridionales de nuestro país que, por uno u otro motivo tienen como lengua de relación interpersonal el castellano desde hace, al menos, tres siglos). Alicante, con la ley en  mano, no puede ser catalogado como municipio o término de predominio lingüístico castellano, desde ese punto de vista. Alicante, desde el siglo XIII es un municipio con vecinos y vecinas autóctonos valencianohablantes. Otra cosa es que los usos interpersonales del idioma hayan retrocedido considerablemente en el último siglo. Por ahora esa solicitud se ha detenido, incluso el propio Presidente Mazón (PP próximo a VOX) no la ha tomado, por ahora, en consideración. Lo que no quiere decir que como "depredador del oportunismo político" no lo haga.


En cuanto a la segunda pregunta, debo decirte que les afectaría básicamente en lo que se refiere a la reducción del alumnado que seguirían sus clases de valenciano de manera seria porque muchas y muchos estarían exentos del área o asignatura Valenciano: Lengua y Literatura. Perderían estatus profesoral y encontrarían muchos conflictos en las aulas, especialmente entre el alumnado de más de 8 o 10 años, como ya les ocurre a los maestros y profesorado de la Vega Baja (Vega Baja), por ejemplo. Una fuerte crisis docente para grandes y comprometidos profesionales. Y un descalabro para la formación lingüística y ciudadana de las nuevas generaciones de alicantinos y alicantinas.


3. ¿Las familias alicantinas se posicionaron a favor o en contra de la lengua valenciana?

En la consulta promovida por el conseller Rovira, demostrando su irresponsabilidad, ineptitud y analfabetismo cultural (no entiendo cómo un “payo” así puede ser profesor universitario de la UA), las familias alicantinas de la enseñanza concertada y privada se posicionaron muy mayoritariamente a favor del castellano. Esto no fue ninguna noticia: la privada/concertada siempre ha sido muy desafecta al valenciano en todo el país y, especialmente, en las comarcas meridionales (padres y madres desinformados, cuando no manipulados; direcciones de los centros bien definidas contra el idioma propio y su recuperación, a menudo con una perspectiva clasista si no xenófoba.)

La enseñanza pública ya fue otra cosa. Prácticamente la mitad de las familias que votaron lo hicieron a favor del valenciano como lengua base de la enseñanza. Esto en una ciudad como Alicante significa que el 25% de la comunidad educativa más activa y participativa quiere que sus hijos e hijas estudien en un sistema educativo plurlilingüe donde predomine el valenciano. Esa es una buena noticia sociocultural.

Además, cabe decir, que el otro 75% no votó en contra del valenciano, votó a favor de que el castellano fuera la lengua base de la enseñanza y que sus hijos e hijas tuvieran clases de y en valenciano durante el 25% del horario lectivo. Dicho de otra forma, un niño o un joven de Alicante debe recibir la docencia en valenciano entre siete y ocho horas a la semana, como mínimo. Ninguna familia votó otra cosa la pasada primavera.


4. ¿Cómo de grave echan esta eliminación de la lengua valenciana para las lenguas generaciones que quieran aprender su lengua?

El PP/VOX de Alicante, liderado por el señor Barcala, alcalde de la ciudad, quieren poner en marcha todo un proyecto lingüicida, es decir, etnocida o, si prefiere, culturalmente genocida. Ninguna nación, región o ciudad del mundo democráticamente civilizada hace esto. Son abiertamente anticonstitucionales y antiestatutarios (dos leyes que dicen defender apasionadamente en nombre del Estado de Derecho).

Es evidente que si tú le dices a los escolares, a los estudiantes ya sus familias que el valenciano se estudia voluntariamente, les estás devaluando sus propios referentes culturales como alicantinos. Si tú dices a la ciudadanía en general que el valenciano no está en las raíces constitutivas de la misma ciudad, además de mentirlos fraudulentamente, estás privándoles de valores identitarios bien vivos, positivos y cultos. Valores vinculados a su familia, vecinos, fiestas y tradiciones, vivencias, convivencia, cohesión social, solidaridad. Negar por intereses políticos, vergonzosamente marcados por el clasismo ya veces por el autoodio, el afán por trabajar a favor de uno de los referentes patrimoniales más importantes del pueblo de Alicante, la lengua de los alicantinos, es un acto profundamente antidemocrático, por más que lo hagan supuestamente legitimados por las urnas.


5. ¿Cuáles son las aportaciones lingüísticas y culturales que tuvo Joan Fuster en el País Valencià?

Esta pregunta me llevaría a desarrollar toda una conferencia o un largo artículo. Sin embargo, diré sólo dos cosas: Fuster nos enseñó a pensarnos modernamente como ciudadanos europeos con potentes referentes valencianos —y si lo prefieres, castellonenses, gandienses, alcoyanos, ilicitantes, sevillanos, ... o alicantinos—. Desfolkorizarnos y nacionalizarnos como sujetos históricos autónomos.

Y añadiré, siempre le preocupó nuestro sur y el papel que tenía que jugar Alicante, ciudad que personalmente amaba, como vertebradora del conjunto de comarcas y ciudades meridionales (Elche, Orihuela, Alcoy, Villena, Elda, Benidorm, ...), pero también era consciente de que la ciudad de Alicante debía activar unos sectores socio acomplejados ante los poderes y modelos centralistas sino creativos y protagonistas de su destino. De todos esos sectores, debo decir que quienes menos han hecho los deberes para dotar a Alicante de ese papel han sido los políticos: de la izquierda a la derecha, pasando por el centro: nunca han estado a la altura de las exigencias de compromiso y gestión.


6. ¿Por qué se elimina y persigue incluso desde sectores de la derecha española las lenguas históricas del estado español si la constitución se supone que las protege?

Yo seré más contundente. No es sólo la derecha y la extrema derecha, ciertos sectores de la “izquierda” tampoco se han creído nunca el articulado de la Constitución que habla de ello. Cuando la redactaron esto se lo tomaron como un “retoricismo vacío”, fuego de virutas. Desde sectores cercanos al PSOE, pero muy minoritarios, hace algún tiempo, para conjurar el “fantasma independentista”, quisieron impulsar una amplia legislación, acompañada de acciones políticas concretas, que hiciera visible a toda la ciudadanía española que España es multicultural, multilingüe y plurilingüe, no sólo por el hecho de la llegada de las migraciones del siglo XXI, sino por la llegada de las migraciones del siglo XXI. que deberíamos asumir todas y todos y comprometerse con ellas y en su defensa proactiva. Nunca se ha hecho nada: la mayor parte del arco parlamentario español (el 80%) son profundamente centralistas y carpetovetónicos y estas cuestiones constitucionales se las miran con desprecio absoluto.


7. ¿Se está dando en las instituciones valencianas rasgos de valencianofobia?

La “valencianofobia” ya la definieron científicamente iniciándose en la segunda mitad del siglo XX nuestros sociolingüistas Lluís Vicent Aracil y Rafael Ninyoles al demostrar rigurosamente como importantes sectores de la burguesía, con ramificaciones hacia dichas clases medias, habían optado por abandonar el propio idioma y despreciar todo lo propio, aceptando como una “expresión cultural menor”, casi depravada, ciertas formas “folklóricas”, en el peor sentido del término. Fuster, a inicios de los años sesenta, dijo algo así como "las familias valencianas al ganar tres mil pesetas al mes cambian de muebles y de lengua" (tres mil pesetas hoy en día sería algo así como dos o tres mil euros). La cosa viene de lejos, del XVIII, con el Decreto de Nueva Planta impuesto a sangre y fuego por el antepasado de Felipe VI e, incluso, de más lejos todavía, de la España de los Reyes Católicos. El funcionariado y la Iglesia han colaborado decididamente en este modelo valencianofobo. El franquismo hizo muy activamente a favor del autoodio por parte de los valencianos. Y para colmo, algunos sectores populistas han usado la emigración, de ahora y de los años cincuenta, también contra el idioma.

Lluís Vicent Aracil y Rafael Ninyoles

En las instituciones valencianas siempre ha habido valencianofobia, incluso cuando han gobernado las fuerzas llamadas "progresistas". Ahora, sin embargo, ha diseñado un auténtico programa por parte de la derecha extrema y la extrema derecha para acabar con nuestros rasgos identitarios. Y el primero de todos, la lengua.


8. Vemos que la defensa de la lengua valenciana une a muchos sectores políticos, sociales, sindicales e incluso de memoria histórica, pero también vemos que la derecha española y la extrema derecha en el País Valenciano ha ido cogiendo fuerza ¿Cómo contrastar contra sus bulos y excusa de la “imposición del catalanismo”?

Comenzaré por el final, el “fantasma del catalanismo” es uno de los discursos más fascista que ha usado la derecha, la extrema derecha y sectores del centro-izquierda para combatir el valencianismo y la valencianidad. Claro que tenemos vínculos con el catalán, hablemos catalán, Cristo! ¿A alguien le molesta que los latinoamericanos tengan vínculos con Castilla, Extremadura, Canarias, Murcia —¡España!—?

Las luchas a favor de la cultura y el idioma propio de los valencianos y valencianos nacen siempre de la sociedad civil democrática (yo conozco a personas que defienden el idioma y están en términos sociopolíticos de centroderecha). A veces la izquierda política ha apoyado estas luchas, pero, no nos engañemos, los aparatos de los partidos sólo lo hacen para obtener réditos electorales. Cuando llegan a tocar poder -local, autonómico, estatal- se arrugan y olvidan de buena parte de las reivindicaciones. Un ejemplo de libro de esto son las formaciones que hicieron posible los dos gobiernos del Botánico entre 2015 y 2023. No hicieron a favor de la lengua y cultura ni la cuarta parte a la que se comprometieron. El problema es que la derecha está proactiva contra la lengua y la izquierda practica la omisión. Y la omisión, en las actuales circunstancias, es contribuir a la sustitución del valenciano por el castellano, siempre.


9. ¿Cómo la defensa de la lengua valenciana refuerza el plurilingüismo en el País Valenciano?

Muy fácilmente. El castellano está garantizado, cualquier sociolingüista serio de todo el mundo te lo contará en diez minutos. El plurilingüismo, en cambio, debe basarse en promover nuestra lengua, muy debilitada en lo que se refiere a los usos sociales, la continuidad intergeneracional y las relaciones interpersonales, y fomentar positivamente las lenguas de los ciudadanos de otras culturas que viven con nosotros. Además, desde una perspectiva practicista es necesario desarrollar un sistema educativo que fomente el conocimiento de idiomas que nos abran las puertas comunicativas del mundo (ahora el inglés, pero también todas las lenguas de la Unión Europea; y en un futuro, ¿por qué no? árabe, chino, ruso, ...). Y, insistio, el castellano garantizado siempre. Por cierto, el Estado español debería hacer un pensamiento sobre cómo promueve las otras “lenguas españolas” (¡tenemos nuevo, cuidado!) en los territorios monolingües, llamados “comunidades autónomas”. ¿No es esto enseñar de facto el respeto a las otras lenguas que se hablan en España, como ordena la “sacrosanta Costitución”?


10. ¿Quién es Vicent Pitarch?

Es, es. Por suerte es. Un castellonense profundamente comprometido con el Països Catalans que siempre ha ido por trabajo. Que nos enseñó, desde el activismo más inteligente, a avanzar en nuestras reivindicaciones idiomáticas, educativas, culturales, políticas, etc. Y que como gran humanista sigue a sus 82 años en plena actividad y mostrándonos el camino a seguir: siempre crítico, siempre posibilista, siempre valiente. Un intelectual que, a diferencia de otros, no se ha encerrado en la “campana de cristal” de las facultad, los institutos, las academias o los consejos de no sé qué. Hay una larga docena de hombres y mujeres como él que son todo un referente para nosotros: de Perpiñán a Orihuela. Una pequeña información: Pitarch acaba de publicar un excelente libro que habla de otra forma de activismo, muy importante para nuestra cultura: El excursionismo valenciano, deporte y compromiso cívico. Hay que leerlo.


11. ¿De dónde viene el lema: “Sin Alicante no hay país”?

A ver, el País Valenciano, integrado inequívocamente desde la perspectiva histórica, idiomática y cultura en los Països Catalans -y política, ¿por qué no?, en un futuro- no puede ser troceado como una finca. De eso sabe mucho la derecha y la extrema derecha que nos quieren como un territorio para especular, y ya. Les suda la entrepierna la sostenibilidad. Tampoco puede ser considerado una población hacinada: somos, y debemos ser aún más, una sociedad vertebrada, cohesionada, rica y diversa, pero con un proyecto colectivo basado en la libertad individual y colectiva: sin Alicante, no hay país, pero sin Perpiñá tampoco. Como no hay país sin Utiel y Requena o sin Mahón y Alguer. Y añade aún, sin Orihuela, profundamente valenciana en perspectiva histórica —y el pasado puede ayudarnos mucho a entender el presente y proyectar el futuro—, tampoco hay país. No somos un país en venta, aunque esto sea el “sueño húmedo” de la derecha irresponsable que no supo cuidar de sus ciudadanos a escasos kilómetros del palacio de la Generalitat, posibilitando una tragedia homicida (esa ha sido su gran y triste lección de cómo valora el país y la gente). Nosotros, los valencianos y valencianas, amamos a todos nuestros referentes territoriales. Estamos por la integración y la convivencia que suma lenguas, culturas, modelos económicos sostenibles, geografías, talante. Sin Alicante hablando valenciano a la forma alicantina no hay país, naturalmente.

Vicent Pitarch en la Plataforma per la Llengua. País Valencià


12. Hemos comentado sobre enseñar y hablar en valenciano ¿ Y escribir? ¿Hay novelas en lengua valenciana que valdría la pena explotar e investigar?

Tenemos una gran literatura, como la tienen los hablantes de español, inglés, francés, italiano, ruso, etc. Llorenç Villalonga, Vicent Andrés Estellés, Carmelina Sanchez Cutillas, etc.- Ya que me pides por el género novela te recomendaré siete, tres escritas por valencianos, tres por catalanes y una por un mallorquín: de Enric Valor; Caterina Albert; Las voces del Pamano, de Jaume Cabré; El río viene crecido, de Maria Beneyto y de Llorenç Villalonga. peor que tiene este país son los políticos: mediocres, ineptos, miedosos, miserables y, con excesiva frecuencia, corruptos. Si lo miras bien son materia para muchas novelas, hiperrealistas, desgraciadamente.

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