1. ¿Qué es el IRE
(Iniciativa Republicana Española)?
Iniciativa
Republicana es un movimiento a nivel nacional que pretende integrar a
todo aquel/lla que apueste por la República como único modelo de
estado garante de la democracia, y única alternativa a la Monarquía
Parlamentaria que, de entrada ya tiene privatizada la Jefatura del
Estado y el Ministerio de Defensa en una misma persona que no ha
elegido nadie y, que además, transmitirá por vía hereditaria ambos
organismos cuando lo decida el representante que ostenta dicho cargo.
Este asunto que tradicionalmente se pasa por alto y que no se comenta
con total claridad en el Congreso, debería ser primordial para poder
entender otras situaciones cotidianas que nos afectan. Si el
principio de igualdad no se está respetando, evidentemente no
vivimos en un sistema democrático.
2. ¿Qué objetivo
tiene la IRE?
Entre los
objetivos inmediatos de Iniciativa Republicana Española se encuentra el
iniciar una gran campaña de difusión de la pedagogía republicana.
Explicar donde sea necesario qué es vivir en un sistema republicano
y qué diferencias hay entre esta modalidad y otras formas de
gobierno. En España se llevó a cabo durante los casi cuarenta años
de dictadura una nefasta campaña de desprestigio contra la República
y, desde la transición a esta parte, ha habido un silencio absoluto
respecto al tema. Si bien es cierto que se ha hablado de Republica en
estos últimos cuarenta años, el mensaje apenas ha traspasado los
muros de la sala donde se ha dado, además de que no siempre se ha
transmitido de forma correcta. Muchos de nuestros conciudadanos
asocian República con ciertos colectivos o formaciones políticas,
cuando una República es una forma de estado y será del color
político que voten sus ciudadanos.
Otra de las tareas
que figuran en nuestra hoja de ruta pasa por tomar contacto con otros
colectivos que compartan afinidad con IRE. Entendemos en IRE que la
situación que atraviesa España en estos momentos, donde el trabajo
es escaso y precario, el acceso a la vivienda cada vez es más
costoso o el número de personas en riesgo de exclusión social se ha
disparado a niveles alarmantes, ha de pasar por una reforma integral
del Estado. A esta conclusión han llegado otros movimientos que no
se ven representados por ninguna fuerza política. Dichas fuerzas
sólo abogan por “parchear” la Constitución del 78 para salvar
situaciones a corto plazo, pero más pronto que tarde, esos remiendos
poco eficaces necesitarán de nuevos arreglos y así, sucesivamente.
3. Con tantos
colectivos republicanos la gente ya no sabe dónde meterse ¿Cómo
resolver esta crisis en el mov.republicano español?
Ummm…buena
pregunta. Lo primero que hay que distinguir son los tipos de
movimientos republicanos que existen; me explico. Los hay netamente
culturales, es decir, hacen homenajes, actos,
concentraciones… Rememoran fechas significativas del período que
abarcó la Segunda República, incluso la Primera, y homenajean a
demócratas de estos períodos. Estoy muy de acuerdo en honrar el
ejemplo de aquellos hombres y mujeres que en muchas ocasiones hasta
pagaron con su vida el defender los derechos y libertades, pero con
este tipo de acciones no se está transmitiendo una reivindicación
clara de República, sino la injusticia cometida contra un régimen
legítimo, surgido de las urnas, y aniquilado por militares golpistas
con los que colaboraron potencias fascistas como la Italia de
Mussolini o la Alemania nazi.
Por otro lado
existen los movimientos que pretenden una república a la carta, un
cambio de gobierno que vaya asociado a una corriente política
concreta. Esto es algo poco democrático también. No se puede
imponer a la ciudadanía ninguna ideología. La libertad de ideas
debe primar, en este sentido, por encima de todas las cosas.
Y desde luego
existen otras tendencias que se han apropiado de la palabra república
de manera vil. Consideran estos grupos que una república es la
ausencia de rey y no es así. No todos los países existentes en el
mundo y que conocemos como repúblicas, están garantizando los
principios de igualdad, fraternidad y libertad. Estos grupos le dan
más importancia a los territorios que a las gentes que habitan en
ellos, por tanto, no defienden la democracia cuando importan más las
fronteras que asegurar el bienestar de sus moradores.
De lo que se trata
por tanto es ser republicano sin más y me ciño a la RAE: “Que es
partidario de la república como forma de gobierno”. Si somos
capaces de entender esto, seremos capaces de instaurar la República
en el Estado español.
4. ¿Cómo llevar
la lucha republicana a los y las jóvenes del estado español?
Se calcula según
las últimas estadísticas que la tasa de paro entre la juventud
española supera el 40 por ciento. Este es un ratio altísimo si
además tenemos en cuenta que son la generación mejor formada en
mucho tiempo. ¿Por qué no se interesan los jóvenes por el
republicanismo entonces? Según mi opinión personal, estimo que esta
generación ha nacido y crecido en un régimen que ha impuesto sus
cánones desde la escuela hasta la universidad, que igual de válido
a la hora de no querer transmitir unos valores es difamar que
ocultar. Es tal el desconocimiento que muchos de nuestros jóvenes ni
siquiera se han planteado una alternativa al sistema actual. Si se
les propone la posibilidad de un cambio a un sistema más
igualitario, que sería una República, entienden que inevitablemente
ha de pasar por enfrentamientos violentos o incluso una guerra. Nada
más lejos.
jóvenes republicanos españoles en Berlín rechazando a Felipe IV |
Lo cierto es que
la mayoría de estos jóvenes- no todos- viven resignados a un futuro
incierto y con pocas garantías, no cuestionan la raíz del problema,
se contentan con trabajar de manera precaria porque ya no conocen
otra cosa. Se dan por satisfechos si consiguen un empleo temporal y
con el que poder hacer frente a “sus gastos”. En mi opinión, un
salario debe hacer a los hombres y mujeres libres y no esclavos. Un
salario ha de garantizar la dignidad de la persona, que pueda acceder
con total comodidad a una vivienda y sin riesgo, que le sirva al
mismo tiempo para realizarse y que aún le quede una parte para el
ocio o el ahorro. Los jóvenes tienen que tener claro que se les está
utilizando como mano de obra barata y que asumen la temporalidad como
algo implícito dentro de su condición de jóvenes. Esta y otras
situaciones las ha generado el sistema actual, que no está
permitiendo que una juventud sobradamente preparada se emancipe y
tome el relevo de manera rotunda y clara a la generación
predecesora. ¿Será quizás que este sistema no tolera que los
provenientes de clases populares puedan asumir puestos de
responsabilidad? ¿Quiénes son los que están desplazando a una
economía de subsistencia a miles de jóvenes que cuentan en sus
currículos con infinidad títulos, diplomas, idiomas, etc...?
5. ¿Es correcto atarse a la nostalgia de la Segunda República Española hoy en día?
En el Estado
español se difamó y vilipendió a miles de demócratas durante toda
la dictadura, y en estos últimos cuarenta años no se ha tenido en
cuenta el precedente democrático de 1931. Por tanto, no es que sea
correcto, sino necesario, recordar que en nuestro pasado más
reciente contamos con un precedente democrático que marcó un antes
y un después.
Pero los
republicanos no debemos quedarnos estancados en el tiempo. Hay que
compaginar esta postura reivindicativa con una visión más realista
de nuestro futuro inmediato. También es necesario separar en cierto
modo ambas. Los republicanos del siglo XXI tenemos que ser capaces de
transmitir ilusión y ganas por una regeneración absoluta. Considero
que tampoco es acertado pretender la restitución de la Segunda
República sino la instauración de la III República sin más colación.
6. ¿El
republicanismo tal y como lo conocemos en España está muy cercano a lucha feminista?
Por supuesto. Uno
de los principios del republicanismo es la igualdad. Es la igualdad
la que hace posible la equidad entre hombres y mujeres. Durante
milenios la mayoría de civilizaciones se han venido rigiendo por
dogmas, sobre todo religiosos, que dejaban a la mujer en una posición
inferior en casi todos los aspectos de la vida cotidiana. Incluso
entre las clases patricias de la Antigua Roma, la mujer estaba
supeditada al hombre. El sistema de
creencias androcéntrico es cultural, no biológico, como nos
demuestra la historia. Y no solo resta derechos a las mujeres, sino
que es autodestructivo ya que se basa en la dominación y la sumisión
de cualquier orden.
7. ¿Cómo se ha
enlazado la lucha por la República con la liberación de la mujer
contra el patriarcado?
El feminismo no
plantea una guerra entre sexos, como argumentan los sectores más
reaccionarios que ven peligrar sus dogmas, sino que defiende
compartir conocimientos desde “lo común”, en lugar de la
“privatización” del conocimiento, llevando el debate a lo
cultural, y por lo tanto sujeto a cambios en función de la voluntad
humana. Aunque condicionada por el entorno inmediato, la mujer no
está predestinada a ser “la esclava del señor”, ni en la
antigüedad ni en la actualidad. Existe un techo de cristal por el
que las mujeres siguen teniendo más impedimentos que los hombres
para trabajar en aquello para lo que han estudiado, siguen cobrando
un 20 % menos que los hombres, siguen editando menos libros que los
hombres, participando menos en política institucional... Tal vez no
sea tan fácil cambiar los mitos culturales, pero eso depende de
nuestra voluntad.
Ana López-Navajas
del Departamento de Teoría de los Lenguajes y Ciencias de la
Comunicación (Universitat de València), analiza la educación con
visión de género en: “La ausencia de las mujeres en los
contenidos de la ESO: una propuesta de inclusión”
“Este tipo de
reflexiones que se vienen publicando desde hace poco más de 50 años,
son una línea de trabajo fundamental en cualquier campo que
analicemos, para poder despatriarcalizar las sociedades desde las
raíces emocionales más profundas. No se trata de reivindicar a
mujeres como Margaret Thatcher, ya que solo imitan a los hombres más
reaccionarios… sino que se trata de que todas las personas tomemos
conciencia de la necesidad de aprender a escucharnos antes de hablar
o escribir, a empatizar, a desarrollar la sororidad, a tener presente
la capacidad de resiliencia, de valorar la vida desde la colaboración
entre iguales. La lucha
republicana está estrechamente vinculada por tanto a la liberación
de la mujer. Cuando dejemos de ver “penes y vulvas” y veamos
ciudadanos/as en su más amplio sentido, se habrá conseguido
derribar el muro que impide que triunfe la igualdad.
8. ¿IRE trabaja
por la memoria histórica?
En Iniciativa
Republicana también trabajamos y somos sensibles a la memoria. A
parte de promover actos propios también colaboramos y damos apoyo a
eventos organizados por colectivos memorialistas, así como a otros
proyectos promovidos por instituciones y entidades diversas donde se
abogue por el reconocimiento a las víctimas de la dictadura,
exigiendo siempre una reparación de las mismas. No resulta fácil
esta tarea ya que los crímenes perpetrados durante este período
quedaron amnistiados con la fatídica Ley 46/1977, de 15 de octubre,
de Amnistía.
Participar y
apoyar actos de memoria se está convirtiendo en algo habitual en
últimos años. Cada vez son más los que se interesan por todo lo
acontecido en los años del franquismo. Considero que el interés
generado es producto de una gran demanda social ante la escasez de
información o información transmitida de manera errónea.
9. ¿La III
República Española debe promover medidas económicas que emancipe a
las clases populares de las empresas multinacionales, intereses bancarios y el neoliberalismo?
Con la
globalización de la economía los gobiernos han dejado de tener
control sobre las actividades de las empresas. Estas empresas se
instalan en lugares donde la ley es más flexible en cuanto a
derechos de los trabajadores, impuestos o protección del medio
ambiente, esquivando así las responsabilidades que les exigirían en
un país democrático. Es necesario
implementar medidas proteccionistas, al mismo tiempo que se debería
obligar a las empresas que comercializan sus productos en el
territorio español a cumplir acuerdos de buenas praxis en los
lugares donde producen sus mercaderías. Las empresas que se
encuentran dentro de nuestras fronteras no pueden competir con las
ETN porque están sujetas a rigurosas normas medioambientales,
laborales, sanitarias,…Es un problema complejo de índole mundial,
pero que con políticas donde se apueste por las PYMES, donde se
invierta más en I+D+I, donde se fomente la recuperación de ciertos
sectores tradicionales hoy desaparecidos, y todo ello ligado a una
reforma laboral donde los trabajadores vuelvan a ser respetados,
supondría una reactivación de la economía que generaría empleo de
calidad y, por consiguiente, muchas mejoras sociales.
Sin duda alguna,
la Tercera República, tiene mucho que trabajar en este campo. No es
necesario recordar que el poder adquisitivo de las familias ha caído
en picado, que cada vez son más las personas que se encuentran en el
umbral de la pobreza, que hay colectivos especialmente vulnerables en
riesgo de exclusión social. Esta situación ha sido provocada (entre
otras cosas) por las malas políticas neoliberales que los sucesivos
gobiernos han ido fomentando, que obedecen a los intereses de capital
y no a las necesidades de la ciudadanía. Es imprescindible parar
esta situación ya.
10. ¿También
nacionalización de eléctricas y otros sectores? Los liberales
acusan a los republicanos de atacar al individuo con estas medidas.
Consideramos que
hay ciertos bienes y servicios con los que no se puede actuar de
manera especulativa. La electricidad, el agua, el gas,…son
artículos de primera necesidad y no un artículo de lujo, que es en
lo que parecen haberse convertido en los últimos años. La empresa
pública debe existir, porque es la única capaz de regular y nivelar
el precio de estos productos, así como de garantizar el acceso de
toda la ciudadanía a los mismos.
En esa línea, los
republicanos no estamos en contra de que exista una empresa privada
comercializadora de estos servicios, pero sí reivindicamos la
existencia de una empresa alternativa pública. Si la empresa privada
es capaz de competir con la relación calidad/precio que fije el
gobierno, no tiene por qué temer perder su cuota de mercado.
11. ¿Cómo se
posiciona el IRE ante el independentismo en el estado español ? Catalunya, Euskal Herria, Galicia...
En los últimos
años se ha extendido entre la población un sentimiento antiespañol
o de no pertenencia muy fuerte. No sólo en Euskadi o Catalunya los
ciudadanos sienten rechazo hacia un estado con el cuál no se sienten
identificados. Todo ello es fruto de cuarenta años de políticas
autonómicas erróneas, donde se ha potenciado la superioridad de un
territorio sobre otro, en lugar de igualar a unos ciudadanos con
otros.
La desigualdad, el
mal uso que las comunidades han hecho con las competencias
transferidas, la tergiversación de la historia de cada región-
muchas veces-, incluso la utilización de las lenguas con fines
partidistas han abierto una fractura social que sólo podría
cerrarse con una República donde todos los ciudadanos/as vieran
representados sus intereses. La soberanía popular sería la única
fuerza capaz de cortar de raíz la defensa de los territorios y
abogar por la dignidad de los ciudadanos que habitan en ellos. En IR tenemos
miembros y simpatizantes de todo el estado incluidas las islas.
Mantenemos contacto a diario a través de foros en redes sociales, y
la relación es cordial y fraternal. No nos cabe la menor duda que
las preocupaciones principales comunes son la corrupción, las
injusticas sociales o el paro. La independencia de un territorio no
garantiza que estos tres gravísimos problemas vayan a desaparecer.
12. ¿Apoyáis la
Unidad Popular y Nacional de España?
Consideramos que
al amparo de una República Federal tendrían cabida las diferentes
nacionalidades del Estado español, incluso se podría integrar a
otras como Portugal. No se trata de buscar las diferencias sino las
cosas que nos unen y que nos pueden hacer más fuertes.
13. ¿Las
burguesías catalanas han actuado contra la República Española y a favor del régimen del 78?
Lo de la burguesía
como agente político casi exclusivo representante y protagonista
político catalán viene de finales del siglo XIX y principios del
XX. Fue interiorizada en Catalunya, en competencia con el
republicanismo, hasta la llegada de la Segunda República, cuando la
Esquerra Republicana de Francesc Macià y Lluís Companys le arrebató
el liderazgo. Pero subsistió, convertida en tópico, en el resto de
España, con desigual persistencia en algunos medios sociales e
incluso intelectuales. Todos los que se consideraban anti burgueses
en España, ya fueran socialistas, anarquistas o falangistas, tenían
a la burguesía catalana entre sus adversarios, pues no en vano era
en toda España el ejemplo probablemente más acabado de burguesía.
Y, hasta un cierto momento, intentó ser efectivamente una burguesía
nacional catalana.
Con el
advenimiento de la Segunda República, la posición relativa de las
fuerzas políticas y sociales cambió para no volver y la burguesía
catalana pasó a ocupar una posición subsidiaria respecto del bloque
nacional-popular cuajado por ERC en base a las clases medias y
profesionales, la menestralía, el movimiento agrario y buena parte
del obrero. La Guerra Civil echó a aquella burguesía en manos de
los militares monárquicos y falangistas sublevados y, desintegrada
ya como clase dirigente, sus restos se subsumieron en el franquismo.
Con ella estaban a la muerte del dictador tan cómodas como la
burguesía madrileña, la vasca o la andaluza.
Me gustaría
adjuntar un documento donde se aprecia que, como en el resto de
España, se mostro simpatía al bando rebelde fascista y a Francisco Franco. Se trata de una
carta que entre el 22 y 27 de octubre de 1936 enviaron a Franco 128
personalidades catalanas del mundo profesional, eclesiástico,
político, científico, cultural y económico:
“Los que
suscribimos esta declaración somos hombres de diferentes ideologías
y procedencias. Somos catalanes, y con esta sola característica
común, unimos nuestras firmas para protestar contra la actuación y
el lenguaje de los hombres que hoy detentan el gobierno de la
Generalidad y que pretende identificar los sentimientos y la voluntad
de Cataluña con la tiranía de los anarquistas y marxistas que han
asesinado y asesinan con refinamiento de la más bárbara crueldad;
que han destruido tesoros de arte que nos habían legado las
generaciones pasadas como patrimonio espiritual de nuestra tierra;
que arruinan nuestra economía con groseras experiencias en todas
partes desacreditadas, y deshonran a nuestro pueblo con locuras y
crímenes sin precedentes en la historia.
Como catalanes,
afirmamos que nuestra tierra quiere seguir unida a los otros pueblos
de España por el amor fraternal y por el sentimiento de la comunidad
de destino, que nos obliga a todos a contribuir con el máximo
sacrificio a la obra común de liberación de la tiranía roja y de
reparación de la grandeza futura de España. Como catalanes,
saludamos a nuestros hermanos que, a millares, venciendo los
obstáculos que opone la situación de Cataluña, luchan en las filas
del ejército libertador y exhortando a todos los catalanes a que,
tan pronto como materialmente les sea posible, se unan a ellos,
ofrendando sus vidas para el triunfo de la causa de la civilización
en lucha contra la barbarie anarquista y comunista.
El caso de
Cataluña no es distinto del de Madrid, Valencia, Málaga y otras
ciudades y regiones de España, oprimidas todas por un poder
despótico del que desean fervientemente verse liberadas.
Son en gran
mayoría los catalanes que por estar sometidos a una opresión que no
tienen aún hoy medio de sacudir, no pueden expresar su indignada
protesta. Nosotros que podemos hacerlo, seguros de expresar sus
sentimientos, queremos hacerla llegar a todos nuestros hermanos de
España”.
Firman:
Francesc Cambó, Joan Ventosa i Calvell, Ramon d’Abadal i Calderó,
Ramon d’Abadal i Vinyals, Josep Puig i Cadafalch, Ferran Valls i
Taberner, Josep Maria Tallada i Paulí, Miquel Vidal i Guardiola,
Josep Bertran Musitu, Félix Millet i Maristany, Josep Pla, Eugeni
d’Ors i Rovira, Frederic Mompou, Rafael Gay de Montellà, Agustí
Calvet i Pascual “Gaziel”, Joan Vallés i Pujals, Manuel
Reventós i Bordoy, Josep Maria Trias de Bes i Giró, Lluis Puig de
la Bellacasa i Deu, Josep Mompou Dencausse, Joaquim M. de Nadal
Ferrer, Lluís Duran i Ventosa, Francesc Casadesús, d’Abadal,
Salvador Dalí, Llorenç Riber, Octavi Saltor, Joan Baptista
Solervicens, Manuel Brunet, Josep M. Massip, Antonio Griera, Llorenç
Villalonga, Martí de Riquer, Carles Sentís, Ricard Gay de Montellà,
Pere Pruna, Higini Anglès, Josep M. Tous, Juan Mas Bagá, Manuel
Sagnier, J. Ballvé Pallisé, J. Gibert Queraltó, Pedro Rahola,
Emilio Vidal Ribas, Luis Amat, Luis Girona, Alejandro Pons, Julián
Carbonell, José María Condeminas, Pedro Cabot, Francisco Ribó, A.
Macaya, y así hasta 128 personalidades catalanas que firman en 18
hojas.
14. ¿La República Española trajo la libertad
cultural a los pueblos de España?
La proclamación
de la Segunda República fue, sin duda alguna, una gran revolución
cultural en el más amplio sentido de la palabra.
La Constitución
de 1812 dedicó un capítulo propio a la educación; La Constitución
republicana de 1931, no consagró un capítulo expresamente a ello,
pero fue el texto que más extensamente se ocupó de los problemas de
la educación. Proclamaba la escuela única, la gratuidad y
obligatoriedad de la enseñanza primaria, la libertad de cátedra y
la laicidad de la enseñanza. Igualmente, establece que los maestros,
profesores y catedráticos de la enseñanza oficial serán
funcionarios y que se legislará en el sentido de facilitar a los
españoles económicamente necesitados el acceso a todos los grados
de enseñanza, a fin de que no se hallen condicionados más que por
la aptitud y la vocación.
Precisamente de
ésta normativa de carácter educativo que se aprueba en estos años,
destacan los cambios sobre aquellos temas pendientes hasta entonces.
Entre ellos, la regulación del bilingüismo, permitiendo que en las
escuelas primarias se enseñe en lengua materna, aunque sea diferente
del castellano, además de cursos de perfeccionamiento del catalán
organizados por la Universidad de Barcelona; se suprime la
obligatoriedad de la enseñanza religiosa, aunque se mantendría en
aquellos casos en que los padres lo desearan y se desvinculaban de
impartir ésta asignatura a aquellos maestros que invocaran la
libertad de conciencia. Con lo que la libertad religiosa es, en la
escuela, respeto a la conciencia del niño y del maestro; se reforma
la formación inicial de los docentes, para lo cual se creó mediante
el decreto de 29 de mayo de 1931 las misiones pedagógicas,
“encargadas de difundir la cultura general, la orientación docente
moderna y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares, con
especial atención a los intereses espirituales de la población
rural”. Fue una propuesta inspirada probablemente en la ILE,
consciente de que la modesta escuela primaria no podía dotar de los
bienes de la cultura a los medios rurales; y se regula la inspección
de primera y segunda enseñanza.
Uno de los grandes
aciertos de la II República fue crear una escuela pública,
obligatoria, laica y mixta. Sin ninguna duda, la mejor tarjeta de
presentación de la República fue su proyecto educativo.
Efectivamente, fue la piedra angular de todas las reformas: había
que implantar un Estado democrático y se necesitaba un pueblo
alfabetizado. Era el Estado educador.
15. ¿Es
posible una III República Española con el federalismo?
Por supuesto.
Pero hay cosas que debemos tener muy claras.
¿Cómo
sería vivir en un Estado federal para una ciudadana o ciudadano
cualquiera?
Un
ciudadano/a en un Estado federal siente que los intereses de su
territorio están representados en una cámara específica con
verdadera fuerza legislativa. En España, el Senado es una broma de
mal gusto en ese sentido, porque mandan los partidos políticos y
porque aquello se ha convertido en un asilo para políticos venidos a
menos. Aquí no hay ningún sitio en el que Andalucía pueda debatir
con Baleares sobre cuestiones de pesca. O que Cataluña defienda algo
frente a Galicia.
Un ciudadano
en un Estado federal sabe que hay ciertas cuestiones que no se pueden
decidir individualmente: la defensa nacional, la política exterior,
ciertos derechos básicos, los símbolos comunes que representan la
identidad del conjunto, como la bandera o el himno... Eso no puede
discutirse (o mejor, puede discutirse en la Cámara territorial
correspondiente), pero tomadas las decisiones nadie debe
contradecirlas.
En un estado
federal, la capital tiene cierta importancia, pero como lugar más o
menos neutro de articulación de intereses políticos nacionales.
Por eso es razonable que si el Congreso de los
Diputados y el Palacio de la Moncloa están en Madrid, el Senado
pueda estar en Barcelona y el Tribunal Constitucional en Cádiz...
Nada impide que el Ministerio de Agricultura pueda estar en Valencia.
Parece una tontería pero no lo es, porque la distribución de las
instituciones por toda la nación logra a medio y largo plazo que la
gente perciba, simple y llanamente, que no todo tiene que pasar por
la capital.
Una concepción
federal del estado respeta los derechos de los habitantes de cada
territorio. Sí, todos los españoles somos iguales ante la Ley y
tenemos los mismos derechos. Pero no se puede exigir competencias de
mar para Extremadura, por ejemplo. En cuanto al proteccionismo y
derechos de las lenguas, deben ser las entidades federadas las que
se entiendan entre sí para dimensionarlos y financiarlos, en función
de su importancia. Y deben discutirlo entre sí, y no sólo con el
Gobierno nacional.
Con el régimen de
autonomías actual las competencias son fruto de una negociación
con un poder central, el Gobierno de España, que parece conceder o
no según le viene en gana. No son fruto de un debate sano y
equilibrado y justo entre los territorios. Una España federal de
verdad exige que sus diversos territorios, se pongan de acuerdo en
qué puede hacer cada cual y qué se paga entre todos, como si se
tratara de los gastos de comunidad en un bloque de vecinos. Eso, por
mucho que se empeñen algunos, en España no sucede hoy.
16. ¿Se puede
confiar en que IU y Podemos revindiquen un referéndum y la posterior
República? A menudo
hemos oído lo de:” ¿República? Ahora no toca”.
Es cierto que
critican duramente el régimen del 78, pero no dicen cuál es la
solución a un cambio integral de las instituciones. Se intuye muchas
veces en sus declaraciones que estén apostando por una república
como alternativa a la Monarquía Parlamentaria, pero no terminan de
mojarse. A día de hoy, su postura no es reivindicativa en pro de un
cambio de forma de gobierno. No creo que a corto ni medio plazo,
presenten ninguna propuesta de referéndum.
17. La derecha más
conservadora afirma que la izquierda y los/as antifascistas dominan la educación ¿Esto es
cierto?
Esa afirmación es
totalmente falsa. La educación en los colegios está dogmatizada.
Sólo hay que ojear algunos libros de texto para darse cuenta que
ciertas cosas se transmiten a los alumnos de manera interesada, sin
objetividad ni imparcialidad. También existe una fragmentación
tremenda si comparamos la manera de enseñar entre comunidades. Según
el gobierno de turno la enseñanza toma un cariz u otro.
18. ¿Cómo domina
la derecha la educación en España?
Obviamente
imponiendo cánones.
A nivel científico
y pedagógico, no se estudia la necesidad que pueda tener un niño de
aprender una materia, ya que entraríamos en la base misma de la
educación y saldría a colación la pregunta... ¿para qué sirve la
educación en las escuelas? En cambio, se estudia pedagógicamente la
edad mínima a la que un niño puede asimilar una información para
incluirla o no en el plan de estudios. Para mí no tiene sentido a
nivel educativo, porque no tendría la motivación intrínseca de
preparar a un niño para una vida sana en sociedad, sino que prepara
al niño para una vida en una Sociedad Anónima. ¿Cómo se
entiende que un alumno pase a la largo de su vida académica más de
500 horas haciendo ecuaciones y no pase ni una sola trabajando
conceptos como justicia o altruismo?
Esas cuestiones, en España al
menos, estaban relegadas a ser "estudiadas" en la
asignatura de religión. Que no es más que adoctrinamiento religioso
desde las escuelas, donde esos conceptos no vienen desprovistos de la
carga moralista cristiana de siempre, que pretende la dogmatización
de las ideas por encima de la libertad de las mismas. No
puede haber revolución educativa si la religión sigue presente en
las escuelas, o si las emociones no se tratan como conceptos más
importantes para trabajar y poner a prueba que la capacidad de
despejar la x.
19. ¿Cuál
sería la asignatura pendiente del pueblo español?
Se me pasan
varias opciones por la cabeza, pero voy a tocar un tema del que no se
habla mucho. Considero que una de nuestras grandes asignaturas
pendientes es tener claro el concepto de lo público.
Los medios
de comunicación nos tienen acostumbrados a estadísticas de lo más
variopintas como: qué perfil tienen los que encontraron empleo el
último mes, número de afiliaciones a la seguridad social, aumento o
descenso de accidentes de tráfico, incluso en ocasiones, y como
noticia de relleno, se comentan resultados de estadísticas que no
dejan de ser un absurdo.
Pero de lo
que no se nos informa jamás, os si se hace, pasa desapercibido, es
de la cantidad de dinero público que se dilapida por el mal uso que
hacen los usuarios de los espacios públicos, de los kilos de basura
que se lanzan en el monte o en la playa y lo que cuesta limpiarlos
después- sin olvidarnos del daño medioambiental-,
de los miles de euros que se podría haber evitado gastar si se
hubiera hecho un uso responsable de las
instalaciones, del poco aprecio que le tenemos al patrimonio cultural
, y así podría añadir infinitos casos donde demostramos muy poco
civismo, además de poco sentido común.
También es
habitual ver destrozos en los parques y jardines, donde el mobiliario
urbano apenas dura unos días intacto, cuartos de baño u otras
estancias tratados de manera vandálica en las escuelas y hasta en la
universidad, poco respeto por monumentos u obras de arte al aire
libre, que a menudo aparecen mutiladas y son presa de los grafitis
¿por qué nos comportamos así en estos lugares y en casa no?
Debemos cambiar el chip. Lo que hay en nuestras calles, en las
escuelas, en las bibliotecas, en los jardines,… nos pertenece y
además lo hemos pagado con nuestros impuestos. No es algo que no
tiene dueño y se pueda arrasar. El propietario del parque de nuestro
barrio no es el Ayuntamiento, somos nosotros. Contribuyamos a hacer
de nuestros pueblos y ciudades un espacio mejor para la convivencia y
el disfrute de todos los ciudadanos.
Quizás por
nuestra historia, en la que siempre estuvo ausente una soberanía
popular sólida en beneficio de los grandes poderes, no tengamos esa
conciencia de respeto a lo que nosotros mismos hemos hecho posible
que se construya. Creo que deberíamos empezar a querernos un poco
más, y eso pasa ineludiblemente por un respeto apasionado por el
patrimonio, por un cuidado entrañable de nuestros bosques y otros
espacios naturales, y una concienciación de que ser comprometido hoy
será una de las bases más fuertes de nuestro mañana. Supongo que
cuando se instaure la República y seamos soberanos de pleno,
entenderemos de verdad que este país es nuestro.
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