jueves, 21 de diciembre de 2023

Entrevista a Isa Vileya, fundadora de OALPA (Organización de Apoyo a la Liberación de los pueblos de África)


1. ¿Por que se han unido los países africanos del Sahel formando el AES (Alianza de los estados del Sahel)?

Como casi todas las alianzas, el surgimiento de la AES , responde a la necesidad de sus integrantes de protegerse mutuamente ante las amenazas provenientes tanto del exterior, como de la disidencia interna.


Las amenazas de la CEDAO, representan un buen motivo para que los integrantes de la AES, hayan decidido unirse en una alianza militar y política, como mecanismo no solo de disuasión.


2. ¿Cuál es el origen del yihadismo y grupos separatistas en esos países?

El origen del Yihadismo en el Sahel, tiene mucho de trabajo de inteligencia, algo parecido a lo que sucedió en Afganistán con la operación “CYCLON” y los Talibanes.

El Islamismo radical, como el fascismo , son recursos que el imperialismo a través de sus servicios de inteligencia digitan en función de las “necesidades” del imperio y el neocolonialismo.


3. Níger a expulsado tropas francesas de su país por orden de la Junta Militar que gobierna el país africano ¿Realmente la presencia de tropas francesas era para combatir el yihadismo o hay algo más?

La soberanía de los países es una de las cuestiones fundamentales que están en discusión, hasta estando justificada por el yihadismo la injerencia extranjera en un país tercero no se debe admitir, además en este caso concreto, todos sabemos que Francia es un país colonialista que ha estado guardando los intereses de su burguesía nacional y también ha actuado como gendarme del imperialismo en él Sahel y en todo África.


Es un poco descarado como el imperialismo y él colonialismo francés, crean la enfermedad y él antídoto.

Están detrás del yihadismo y también desvían dinero de su erario público para combatirlo (al menos formalmente).


4. ¿Quién es el general Tchiani y por que lidera el la Juntar Militar de Níger?

Lo primero que hay que hacer para entender quien es el general Tchiani, es abandonar el pensamiento eurocéntrico y entender que los procesos en África, tienen otros recorridos que desde luego no son los que el hombre blanco progresista europeo concibe.

Para empezar, el materialismo histórico nos obliga a observar el desarrollo de los acontecimientos de los últimos doscientos años ( sino más) como un rosario de violencia digitada por los países colonialistas, a lo largo de todo el continente. Los acontecimientos han demostrado, que cualquier atisbo de cambio de la naturaleza que haya sido, ha sido inmediatamente sofocado, tanto por corrientes internas y traiciones, como por agentes coloniales.

La triste experiencia de Patrice Lumumba, Thomas Sankara o de Lawrence Kabila, son ejemplos suficientes para advertir a los pueblos de los peligros de iniciar él camino de la emancipación

Existe un racismo muy sutil que consiste en la desconfianza en los pueblos africanos y sus posibilidades de iniciar y concluir revoluciones. Si en África no se han emancipado es por la importancia de los intereses transnacionales y de los recursos empleados en sofocar revoluciones.

Tchiani, tiene tiempo para demostrar que tan bueno o malo es para su pueblo y los intereses de los desposeídos y explotados, que sea un militar, solo nos debe servir para entender que su procedencia corresponde a las conducciones objetivas de su país.

Los principales teóricos y dirigentes del marxismo en el siglo XIX, eran de extracción burguesa, lo que no quita para que hayan encabezado la lucha por la emancipación de la clase trabajadora con la mayor diligencia y profunda convicción, pues eran ellos los únicos que podían iniciar ese camino.

Abdourahamane Tchiani

Personalmente, no tengo ningún prejuicio contra ningún general africano de los que están liderando estos procesos, salvo que se demuestre lo contrario. En un contexto de violencia, de señores de la guerra y colonialismo, es muy difícil pensar en que otro perfil, podría ser actor protagonista de un proceso emancipatorio o revolucionario.

El factor principal que se debe desarrollar a partir de la elevación de conciencia de la masa (que se da en cualquier proceso) es el de elementos políticos revolucionarios y eso pasa y pasará siempre producto de la combinación de las condiciones objetivas y del desarrollo del capitalismo que debe producirse en tanto estos países adquieran soberanía y control sobre sus fuerzas y medios de producción.


5. Burkina Faso ha puesto como “lengua oficial” el mossi y a dejado el francés como “lengua de trabajo ¿Por que este cambio de idioma?

Imagino, que debe ser un paso hacia adelante hacia la soberanía de un territorio totalmente colonizado.

Es parte del simbolismo, tal vez, pero absolutamente necesario, no debemos olvidar que la penetración ideológica del enemigo nos obliga al ejercicio consciente de reflexionar sobre si un cambio en el idioma oficial es relevante, cuando lo que es realmente extraordinario ( negativamente) es que un pueblo que tiene un idioma ancestral y que se mantiene a través del tiempo, haya renunciado a esa expresión de su identidad por la intervención de una potencia colonial.


6. Las tropas malienses recuperaron la ciudad de Kidal este 2023 de los grupos yihadistas ¿Qué significa la recuperación total de su territorio?

Significa que el capital extranjero y sus intereses retroceden y además que su población, puede vivir tranquila, ajena a la bastardización del islam que la junta yihadista diseñada por la inteligencia de la OTAN han sometido a su población.

En resumen, la renuncia a la bestialización de la sociedad maliense y a la injerencia extranjera.


7. Mauritania a negado también la entrada de las tropas francesas expulsadas de Níger por la Junta Militar ¿Lo sucedido en el Sahel puede generar un efecto domino en otros países africanos?

Mauritania, es uno de los países mas inestables de la región, desgraciadamente, lo es por lo mismo que los demás países, porque lo “manduquean” para que siga cumpliendo con los objetivos del imperialismo colonial.

Lo que si es claro, es que hay clanes en Mauritania que apuestan por romper con los colonialistas y eso pasa. En todos los países del entorno, donde hasta algunos sectores del pueblo marroquí quieren terminar con la opresión colonial.

La referencia clave es Argelia que lleva aguantando el testigo anticolonial en solitario y no se ha movido un ápice desde su independencia.


8. ¿La influencia francesa no puede llegar a revivir el terrorismo contra los países del AES?

Absolutamente si, ese es un gran desafío. La burguesía colonialista francesa es una de las más siniestras, no tanto por los métodos, como los belgas por ejemplo, si no por la persistencia, aunque existe y no debe ser olvidado, ni el precedente de Argelia, ni él de Vietnam en los que la República de la “Libertad, Igualdad y Fraternidad” empleó todos los recursos para someter a los pueblos soberanos.


Cualquier recurso fue empleado con el fin de salvaguardar los intereses de su burguesía nacional, aunque ello supusiera al exterminio, por lo mismo, no es descabellado pensar en que resurjan aliados terroristas o golpistas o por último alimentar facciones y traidores.


9. ¿Cuándo tendrán las mujeres africanas papel en esta nueva oleada de panafricanismo?

Especular sobre eso es atrevido, pero lo que es evidente es que las mujeres africanas también viven sus procesos de toma de conciencia y de trascendencia como sujetos políticos.

La experiencia histórica indica que el desarrollo de las fuerzas productivas conduce indefectiblemente al avance de las mujeres, por esto, cualquier proceso político es bienvenido como catalizador de todos las condiciones que empujan a la construcción de sociedades en transformación.

Desgraciadamente, las mujeres tenemos un largo camino que recorrer hasta conseguir la equiparación con los hombres en todo el mundo, sería simplista decir que en África estamos en peores condiciones, la realidad es que estamos en condiciones distintas.

El feminismo burgués ha deformado tanto el discurso, coló el objetivo y nos hace pensar que el ideal de mujer emancipada es él de mujer profesional occidental desembarazada de cargas familiares que nada tiene que ver con las aspiraciones y el contexto de África.

Las mujeres Africanas tienen derecho a ser dueñas de la mitad del destino del continente más oprimido, expoliado y explotado, tardarán mucho o poco, pero se tendrá que dar en la medida en que el continente inicie su camino emancipatorio.


10. ¿Estamos llegando a una auténtica y practica en su totalidad de “descolonizacción”?

Siguiendo él hilo de la pregunta anterior, es inevitable, se tiene que dar, porque el capitalismo es un régimen de transición y la etapa de pervivir a costa de las colonias , va llegando la hora de que se termine, no por un deseo nuestro, sino por la irrupción de los BRICS, entre otras cosas.

El Capitalismo sufre crisis recurrentes que son endógenas, aún así, entre las crisis que la burguesía imperialista ha capeado, se manifiestan contradicciones que se agudizan conforme las burguesía contraponen intereses y necesidades. La lucha por la hegemonía, él control de las materias o geoestratégico, definen las etapas distintas en las que se desarrolla la división del trabajo social a nivel mundial y esto es muy interesante, porque probablemente estemos ante el cambio de etapa entre el imperialismo absoluto y un nuevo desarrollo del capitalismo de economías emergentes que desafían el orden actual, una circunstancia así, es un escenario perfecto e indefinido , en el que el desarrollo de los acontecimientos puede estar muy vinculado a las posibilidades determinadas por las condiciones subjetivas.


Para no ser optimistas habría que explicar, sin caer en el relativismo , que aunque los esfuerzos de la burguesía imperialista colonial son enormes, llegará el día en que las condiciones estén lo suficientemente maduras, lo que tarden dependerá también de los esfuerzos subjetivos y estos se darán en la parte proporcional a las condiciones objetivas, pero lo que nos debe preocupar de verdad, es la capacidad de toma de conciencia y el surgimiento de elementos de vanguardia, porque de eso realmente dependerá el ahorro en costos, de tiempo y de vidas humanas.

Será muy hermoso (para nosotros o nuestros descendientes) ver a ese hermoso y sufrido continente levantarse, por ahora, por lo menos, algunos países ya han alzado algo más que la voz, esto debe ser entendido como una victoria, todo lo demás es ganancia.

viernes, 15 de diciembre de 2023

Entrevista a Silvana Rabinovich, autora del libro "Trazos para una teología política descolonial"

Silvana Rabinovich es licenciada en Filosofía por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina, maestra en Filosofía por la Facultad de Humanidades de la Universidad Hebrea de Jerusalén y doctora en Filosofía por la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM.


1. ¿Por qué publicaste tu libro “Trazos para una teología política descolonial”?

Ese libro recoge reflexiones que fui haciendo después de haber escrito La Biblia y le dron: sobre usos y abusos de figuras bíblicas en el discurso político de Israel (editado en Rosario, Argentina, en 2020 por Casagrande y Último Recurso y en 2021 en México por Heredad, luego traducido al inglés por Gabriela Wolochwianski y publicado en 2022 por Palgrave Macmillan como Notes for a Decolonial Political Theology).

Una vez que constaté en mi primer libro la teología política nacional-colonial que sostiene el uso militarista de la Biblia hebrea, entendí (inspirada en las enseñanzas de mi maestro Enrique Dussel) que me esperaba la tarea de descolonizarlas y a eso me aboqué en este último libro. Porque el genocidio que se está perpetrando hoy en Gaza no proviene, como se dice erróneamente, de un odio interreligioso milenario sino que es un asunto europeo y, desde el fin de la segunda guerra mundial, también estadounidense. En 1916, por el acuerdo británico-francés Sykes-Picot (que trazó el mapa de la región) se introdujo una idea de nación ajena a la experimentada por los pueblos que allí vivían. En Palestina, coexistían bien las tres religiones “del Libro”: la mayoría musulmana, una primera minoría cristiana y una segunda minoría judía. Era una convivencia caracterizada por lazos de solidaridad de clase y traducción entre religiones y costumbres que el elemento nacionalista introducido por la colonización europea vino a romper.


2. ¿Qué diferencia hay entre "descolonial" y "decolonial"?

Yo prefiero incluir la “s” porque en nuestra lengua así se escribe el prefijo que (entre otras acciones) invierte o niega un término. Sin la letra s se lee en inglés o francés (y en el fondo queda un resabio colonial).


3. ¿Qué opinas de la politización de los judíos/as hacia el estado de Israel por el sionismo?

El sionismo, que es un movimiento nacional decimonónico europeo, se arroga la representación de todos los judíos del mundo. Pero la tradición y religión judía tiene muchos más siglos de existencia y en ella la noción de “galút” (exilio) es clave. En el siglo 16 la cábala luriánica desarrolla la idea de la Shjiná (que es la parte femenina de Dios) en el exilio. La idea de reunión de todas las diásporas (kibutz galuyot) es espiritual y no parte de la batalla demográfica por establecer una mayoría en el territorio. En lo que concierne al “estado judío” (término acuñado por el fundador del sionismo: Theodor Herzl), debe aclararse que es una idea ajena a la Biblia hebrea. En el Libro, el profeta Samuel desaconseja a los ancianos del pueblo tener “un rey como todos los pueblos” pues Dios es el único que gobierna sobre todos. En la Biblia hebrea podemos identificar dos corrientes antagónicas: una monárquica y otra profética. Esa politización que describes, que se manifiesta como adhesión incondicional al sionismo, se alinea con la corriente monárquica, mientras que aquellos judíos que criticamos duramente y protestamos contra esa teología política militarista, hicimos la opción por las fuentes proféticas. Pero siempre hubo judíos, de distintos grupos, que se opusieron al sionismo: algunos desde el socialismo (como los miembros del Bund) o desde el comunismo, o desde la religiosidad judía ortodoxa. En mi caso: he sido sionista de joven, creyendo en que era posible hacer florecer semillas de la justicia social que sembraron los profetas: hubo en el sionismo corrientes de izquierda que abogaban por el binacionalismo o incluso formar parte de una confederación de comunidades autónomas de la región. Martin Buber fue uno de ellos y, para mí fue revelador traducir sus escritos políticos entre 1918 y 1965 (recogidos por Paul Mendes-Flohr en el libro Una tierra para dos pueblos, Sígueme-UNAM, 2009). Pero esas corrientes en el sionismo, capaces de oponerse a la partición de la tierra en 1947, fueron canceladas y comprendí que no había nada qué proponer, sino la profundización del colonialismo de asentamiento.

La adhesión acrítica de las comunidades judías a las políticas del Estado de Israel, la justificación (y negación) de la nakba palestina y de la ocupación militar es impuesta por las embajadas israelíes en el mundo a través de una oficina de esclarecimiento (hasbará) que determina los lineamientos discursivos a difundir por cada acción ofensiva del Estado. Los judíos que nos manifestamos en contra de esta imposición, pues no nos representa, nos vamos animando cada vez más a agruparnos y no dejarnos sojuzgar ni ceder ante la imposición. Y no nos basta con decir, ante el genocidio, “no en nuestro nombre”, sino que tratamos de impedirlo. Por su parte, la Liga Antidifamación (ADL por sus siglas en inglés) persigue para acusar de “antisemitismo”, “deslegitimación del Estado de Israel” simple “autoodio”. Desde 2016 la asociación de investigaciones sobre el Holocausto IHRA trata de ir imponiendo por el mundo una definición de “antisemitismo” que funge como arma de censura en los países que la adoptan (un ejemplo es Argentina, a partir de junio de 2020).


4. Estudiaste en la Universidad Hebrea de Jerusalén ¿Viste diferencia de trato entre estudiantes colonos y palestinos/as?

Sí, allí estudié en diversos programas, entre otros, la maestría en filosofía. Siempre hubo diferencias: sobre todo en las libertades. Se aplican desde siempre más restricciones y censura a los estudiantes palestinos, sin embargo, hace un tiempo también empezó a castigarse el activismo a favor del pueblo palestino.


5. ¿Qué conclusiones sacaste tras la lectura religiosa hebrea?

La lectura de textos religiosos es amplia y no la conozco en su totalidad (así que “conclusiones” es mucho decir). Sin embargo, puedo decir que está situada y entonces, dependiendo de las condiciones en las cuales vivían las comunidades judías, hay textos que acentúan la universalidad de la religión y reglas o su particularidad. Desde chica me inicié en el estudio de la Biblia hebrea con algunos exégetas, luego estudié partes del Talmud y narrativa jasídica.Yo me acerco a los textos que podríamos calificar como más universales. Actualmente estoy trabajando en textos judeo-árabes de los siglos 10 y 11. Veo en ellos una posibilidad de traducción interreligiosa -entre el judaísmo y el islam- que abre un horizonte de esperanza para descolonizar la teología política.


6. Algunos opinan que la teología como la religión en sí está fuera de fundamento científico ¿Qué opinas de esta acusación?

Si entiendo bien la pregunta, opones teología y religión a ciencia. La teología política muestra que el mundo laico y su producción científica se sustenta en versiones secularizadas de conceptos religiosos. Hay una cuestión de fe en la razón instrumental y del cálculo que responden a una disputa del poder humano con el poder divino (conocida por innumerables leyendas y relatos como la torre de Babel, el Golem, etc.). Borges, en su poema “El Golem” lo resume así: “los artificios y el candor del hombre no tienen fin”, es decir, que la pulsión tecnológica (de reemplazar a Dios en la dominación del mundo) es directamente proporcional a nuestra fe en lograr algo tan imposible como indeseable. La crisis ambiental y bélica es una muestra clara de ello.


7. ¿Sin la religión no se puede entender ni conectar con los pueblos y sus sectores populares en Oriente Medio?

Así es. El secularismo crea monstruos tales como los fundamentalismos, a los cuales considera ajenos, pero evidentemente no son otra cosa sino productos de la autoinmunidad del sistema. Dicho con René Girard: lo sagrado reprimido siempre de forma violenta. Entonces, es mejor no negarlo y desplegar sus potencialidades más bellas y creativas, las más plurales y heterónomas.



8. ¿Tu libro trata sobre temas filosóficos o geopolíticos?

Mi libro no tiene una perspectiva geopolítica. Sin embargo, se gestan en una reflexión ética que funda lo social y entiende desde allí lo político. Se trata de una ética heterónoma que me gusta radicalizar como “justicia del otro”, que no es (mi) justicia para el otro, sino el esfuerzo de aceptar que aquello que para uno es justo, desde la perspectiva del otro puede percibirse como injusto, o que lo que uno considera derechos ganados son vistos por el otro como privilegios obtenidos a costa de la injusticia sistémica que él padece. La perspectiva geopolítica cree en la objetividad. Mi formación filosófica y el consiguiente posicionamiento ético (siguiendo a Martin Buber) me enseña que no basta con la verdad “objetiva” (a la cual considero discutible, pues pretende enunciarse desde un afuera a partir del cual se juzga y yo cuestiono esta ilusión de exterioridad en cualquier abordaje del conocimiento). Acuerdo con este filósofo en que la verdad debe ser subjetiva también, es decir, comprometerse por completo con aquello que se dice. Reflexiono, estudio, leo y escribo desde un pensamiento situado, el de una judía comprometida con la justicia del otro.


9. ¿Qué es para ti el estado de Israel tras los sucesos de este 2023?

Hoy para mí el Estado de Israel aniquiló muchas promesas, pues con este gobierno soltó la última amarra apocalíptica. Sus acciones negacionistas del despojo territorial (nakba palestina) están perpetrando un genocidio que cumple con las seis etapas que describe Daniel Feierstein en sus libros sobre el concepto de “genocidio” que enumero a continuación:

1. La construcción de una otredad negativa

2. El hostigamiento físico y legal

3. El aislamiento

4. el debilitamiento sistemático

5. El exterminio

6. Las formas de realización simbólica de las prácticas genocidas.


10. ¿Qué fue el proyecto “Heteronomías de la justicia: territorialidades nómadas”?

Es un proyecto que desarrollo en la Universidad Nacional Autónoma de México y es de largo aliento. Aquí está la página web, en el poema que es el germen de todo el proyecto: El discurso del “indio”, del poeta palestino Mahmud Darwish, del cual hasta hoy se están haciendo nuevas traducciones a lenguas originarias… Ese poema encarna la ética heterónoma entendida como “justicia del otro” https://www.iifl.unam.mx/justiciadelotro/seccs.php?idSec=5&pos=5

En ese proyecto estudiamos las enseñanzas y proyecciones del nomadismo (desde Ibn Jaldún hasta los saharauis en los campamentos de refugiados del Sáhara Occidental, que se encuentran en Tindouf, Argelia). En este marco hicimos dos exposiciones: la primera en 2018 que se llamó “De nomadismos y hospitalidades: comcaac y saharauis” y la segunda exposición, entre 2020 y 2022, es una itinerante, en la que criticamos la proliferación de muros los en el mundo y se llama “mexicanos, palestinos y saharauis: del mismo lado de muros diferentes”. Aquí puedes ver los dos catálogos.


1- “De nomadismos y hospitalidades: comcaac y saharauis” https://www.iifl.unam.mx/uploads/justiciadelotro/digitales/catNomadismo/catNomadismo.html

2- Exposición itinerante “mexicanos, palestinos y saharauis: del mismo lado de muros diferentes”: https://www.iifl.unam.mx/uploads/justiciadelotro/digitales/catMuros/index.html

Como todo proyecto con verdadero compromiso social, el proyecto (aun sin presupuesto) sigue adelante en pequeñas acciones y lazos que cultivamos entre la gente de México, de la RASD y de Palestina.

miércoles, 29 de noviembre de 2023

Entrevista a Rafa Arnal i Torres, escritor valenciano

Rafael Arnal (Tavernes Blanques 1948). Escritor, librero y editor. Nieto de un tranviario-labrador de la huerta de Valencia, de un panadero-labrador de secano que estuvo en la guerra de Cuba, e hijo de un libertario "trentista" afiliado a la CNT que estuvo en la guerra de España (las mujeres trabajaron como ellos o más, y además sacaban adelante a la familia) es el resultado genético de una mezcla imposible entre el humedal salobre y marinero de l'Horta de Valencia y la sequía extrema de la Serra Calderona.
El destino, o ves a saber que, le hizo pasar en los años sesenta por "Lo Rat Penat" cuando una parte de aquella vieja sociedad era una especie de "refugio" para algunos valencianistas resistentes al franquismo. A partir de aquí, el activismo político y la lucha contra la dictadura cambiaron el curso de su vida. Desde la prensa clandestina y el panfleto, a su actual actividad como editor, ha hecho de todo en el mundo de la comunicación y la letra impresa: El Poble Valencià, Dos y Dos, Marginados, Avuí, Diario de Valencia, Noticias, Papers, La Guia de Valencia, Las Provincias, El Periódic de l'Horta, El Punt, Ateneaglam...


1. ¿Cómo terminaste militando en el anarcosindicalismo y la defensa de la lengua valenciana?

Mi trayectoria hacia el anarquismo, viene dada por la influencia de mi padre, militante anarco-sindicalista de la CNT, en la facción "trentista" de Pestaña dentro del mundo de "La Idea". Personalmente siempre me he sentido atraído por la "Utopía Libertaria", porque dentro del mundo de las utopías, que configuran nuestro viaje personal hacia Itaca, es la más luminiscente de todas, a mi escaso entender, con el valor añadido que no tienes que renunciar a nada. Y por eso.

En cuanto a la defensa de la lengua, es el resultado de mi aprecio por ella, porque entre otras cosas, es el nexo más importante, entre nosotros los valencianos/as, y dada su marginación, hay que defenderla, y eso la configura como lengua de lucha en nuestro País Valencià.


2. ¿La memoria histórica se está defendiendo en la País Valencià o puede retorcerse con la llegada del PP y VOX?

La memoria histórica es nuestro homenaje a la dignidad de la honorable memoria republicana. Con el PP y VOX, ahora está en un callejón sin salida pues... como continuadores del fascine franquista, su memoria es vergonzosa. Las dictaduras llenan de miseria moral a quienes las defienden, en contrapartida, ellos boicotean la memoria democrática porque es un referente de valores democráticos del que ellos carecen.


3. ¿Qué te lleva a publicar libros en lengua valenciana?

La normalización y el uso social de la lengua. Ser valenciano no es ninguna vergüenza ni tragedia, es nuestra forma de sentirnos ciudadanos del mundo, y la lengua propia de los valencianos es la que nos identifica.


4. Has publicado libros sobre la CNT-FAI en Valencia durante la Segunda República ¿Qué papel tenía la CNT durante la guerra civil española?

Esto daría para una larga reflexión que no cabe en una pequeña entrevista. Como autor y editor, publiqué “La CNT y la FAI (Apuntes históricos 1868-1939) donde esquemáticamente, hablo de cómo entraron las ideas anarquistas en el País Valenciano, y cómo se desarrollan... esto sería el punto de partida para continuar con la pregunta que seguro da para mucho.


5. ¿De qué trata tú obra “La solsida. Tiempo de esperanza, tiempo de lucha, tiempo de tristeza.”?

Es una crónica sobre los años primordiales de nuestra historia colectiva más cercana: Tiempo de esperanza configura la llegada de la República; Tiempo de lucha, referencia en los años de la guerra; Tiempo de tristura es el relato de las miserias de la posguerra, dentro de la represión brutal del franquismo. En su conjunto, La Solsida configura una lectura libertaria, de todos estos acontecimientos que han marcado la vida de mi generación.


6. Sobre la memoria en la País Valencià ¿Qué era Blog de Progres Jaume I?

Los  Blog de Progrés Jaume I, nacen por iniciativa de Acción Cultural del País Valenciano, como una red cívica y social del valencianismo.


7. ¿Cuándo empezó a acumular fuerza la defensa de la lengua valenciana por todas las fuerzas progresistas y antifascistas del País Valenciano?

En los años 60 y 70 del pasado siglo XX, con una fuerte consolidación con la llegada de las libertades democráticas —ahora en entredicho con la llegada de los bárbaros—, pero que nadie se asoma, esto pasará como un mal sueño, y de acuerdo con la teoría del péndulo, y con el esfuerzo de todas y todos, cuando cambie el sentido, será el momento de recuperar el impulso en el sentido positivo de la historia.


8. Tú vienes del siglo pasado con mucha experiencia ¿El 9 de Octubre del País Valenciano era originalmente un festividad popular/antifascista o blavera y españolista? Otros lo identifican solo como un día de defensa de los Països Catalans...

Era una fiesta algo surrealista en los años 60 y principios del 70, una especie de procesión cívica que celebraban los socios del “Lo Rat Penat” y el ayuntamiento de Valencia para conmemorar la entrada de Jaime I en Valencia.


9. El 9 de Octubre se viene una plural participación de la sociedad valenciana ¿Es correcto que se recoja en esta fecha los derechos de las personas gays, lesbianas, los sharauis, palestinos, casales de barrios, pueblos, comarcas...?

El 9 de octubre con los años, por la acción de las derechas valencianas, se ha convertido en un guirigay, lleno de agresiones hacia las autoridades democráticas —cuando se trata de los demócratas—, desvirtuando su vertiente de fiesta del valencianismo . Las reivindicaciones no se pueden poner todas revolicadas en el mismo cajón. Cada cosa en su tiempo, en su espacio, en su dinámica...


10. Sobre la imagen alrededor de Jaime I ¿Por qué su veneración y reconocimiento sobre el Reino de Valencia/País Valencia? Algunos lo señalan como un tiránico señor feudal del siglo XI.

En Jaime I hay que situarlo en su tiempo, en la Edad Media, con sus luces y sombras, no se puede juzgar fuera de este marco. Por otra parte, la creación del Reino de Valencia, ha sido el fundamento de nuestra existencia como pueblo, y esto ya merece un reconocimiento por parte de los valencianos.


10. Para finalizar la entrevista ¿De qué trata tu libro “Puta miseria”? ¡Menudo titulo!

Puta Misèria es una novela que calificaría de “Ladrones y serenos” a la valenciana manera, una especie de traslación –salvando las diferencias– de la llamada “novela negra norteamericana, en los espacios de nuestro lumpen casero. Un verdadero divertimento para “Trinidad Satorre” (seudónimo de Joan Dolç), y yo mismo, que la escribimos a cuatro manos, y para las decenas de miles que la leyeron y los espectadores que la vieron en el cine.

lunes, 20 de noviembre de 2023

Entrevista a Martín A. Martinelli, autor del libro "Palestina (e Israel) entre intifadas, revoluciones y resistencia"

Martín A. Martinelli, es Doctor en Ciencias Sociales, Historiador. Universidad Nacional de Luján (Argentina). Co-Coordinador del Grupo Especial Revista Al-Zeytun / CLACSO «Palestina y América Latina» (2019-2022) por el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe (Universidad de Buenos Aires), Director Observatorio Geohistórico (UNLu). Autor del libro “Palestina (e Israel). Entre intifadas, revoluciones y resistencias”.


1. ¿Cómo nace la idea de publicar tu libro “Palestina (e Israel), intifadas, revoluciones y resistencias”?

La intención era darle voz a la que menos la tienen, los palestinos. Si la tienen, pero no en los niveles insospechados que tiene el colonialismo de ocupación israelí, aliado estadounidense en la región. Estudiamos su pensamiento, también el israelí, que por supuesto está entrelazado. No obstante, quisimos dilucidar un tema de lucha, de resistencia al colonialismo y al imperialismo, por lo significativo para los palestinos, pero más por lo simbólico, influyente y representativo que es y ha sido para otras luchas por la libertad, por los derechos humanos.

Desde el sur es lo más lógico entender este caso, ya que hemos vivido también el colonialismo y continuamos sintiendo el imperialismo en carne propia. Mismo en las elecciones de Argentina que acaba de ganar un misógino y defensor a ultranza de la dictadura genocida argentina (1976-1983) como Milei, no es una impresión, así se lo advierte.

Nace en primer lugar de una investigación de largos años donde tuvieron un rol fundamental, mi familia nuclear, mi compañera Caro, Santi y Bren, mis directores de Tesis Doctoral Claudio Katz y Susana Murphy, el Observatorio Geohistórico que integro y dirige Omar Gejo. Eso es lo que no aparece en primer plano. Esta es una actividad colectiva y la escritura de la historia, implica un esfuerzo en todos los matices planteados en el libro.

Cuando finalizaba la tesis pensaba las formas que podría adquirir esto y todo el conocimiento producido y generado en la Universidad debe volcarse a la sociedad en una relación de intercambio mutua y equitativa.

Ha sido un camino cargado de contratiempos la publicación porque por ideología recibió muchas objeciones, de largo, mucho más que a la rigurosidad y sistematización de lo atravesado desde la perspectiva palestina. Es decir, la de un pueblo colonizado, oprimido, que resiste a su opresor y por eso genera muestras de solidaridad y manifestaciones en el mundo entero para pedir un cese al fuego y el desmantelamiento del apartheid al que cotidianamente se enfrentan de manera estoica.


2. ¿Cómo llegaron los primeros colonos israelíes a Palestina? Algunos judíos llegaron antes de la Segunda Guerra Mundial....

Para entender, profundicemos en qué es el sionismo, vale aclarar que el judaísmo es una religión compuesta de diferentes orientaciones en su interior y, al igual que otras, sus fieles están diseminados por muchos países. Esto se contrapone con el movimiento político sionista que es “una ideología de apropiación colonial con ropaje milenario”. A través de esta caracterización, distinguimos las posturas antijudías, de las antisionistas y de las antiisraelíes. La primera posición es racista, la segunda anticolonialista y la tercera es semejante a una perspectiva anti Estados Unidos, dado que expresa un genérico rechazo al imperialismo. Pero lo central es registrar que Israel obra en función de las prioridades geopolíticas de aquel país.

El sionismo es un movimiento político, promovido por los judíos en diferentes países europeos. Sus primeros ideólogos se sitúan en la segunda mitad, del siglo XIX, sobre todo en las décadas finales. Su objetivo, instaurar un Estado con un nacionalismo étnico junto con una forma de colonialismo europeo de ultramar. Además, buscó que la identidad judía, religiosa y en parte cultural, se fundiera en una identidad nacional judía moderna, aunque no asumieran un único país de origen, ni una misma lengua, ni cultura, ni costumbres en común, por provenir de lugares diferentes. 

Planteaba un renacimiento nacional como alternativa a la persecución sobre los judíos que se daba en varios países. En 1896, Theodor Herzl, periodista austrohúngaro, publicó El Estado judío donde trazó la idea de un “restablecimiento” del Estado judío como solución al “problema judío” en Europa y al antijudaísmo. Allí colocó las bases de cómo establecer dicho Estado, y se dedicó a buscar el apoyo de las potencias mundiales para poder concretarlo. En ese sentido, Herzl en 1896 afirmó: 

“Palestina es nuestra inolvidable patria histórica. Tan solo su nombre sería para nuestro pueblo un llamado aglutinador poderosamente emotivo. Para Europa formaríamos parte integrante del baluarte contra el Asia: constituiríamos la vanguardia de la cultura en su lucha contra la barbarie. Como Estado neutral mantendríamos relaciones con toda Europa que, a su vez, tendría que garantizar nuestra existencia.” 

El nacionalismo de fines del siglo XIX y Gran Bretaña como potencia mundial garantizaría la promoción del nuevo Estado. Herzl propuso varios lugares para ubicar a los judíos, como Palestina, Uganda o la Argentina: 

“¿Palestina o Argentina? ¿Se deberá preferir Palestina o Argentina? La Society tomará lo que se le dé y lo que declare la opinión general del pueblo judío. La Society establecerá ambas cosas. La Argentina es uno de los países naturalmente más ricos de la tierra, de una superficie enorme, con escasa población y un clima moderado. La República Argentina tendría el mayor interés en cedernos una parte de su territorio. Naturalmente, la actual infiltración judía ha generado desavenencias; habría que ilustrar a la Argentina sobre la esencial diferencia de la nueva migración judía.” 

También ofrecía ser una guardia de honor de los Santos Lugares de la cristiandad, con alguna forma de extraterritorialidad acorde con el derecho internacional. 

La meta del proyecto, salvaguardar una fortaleza “blanca” (occidental) en un mundo “negro” (árabe). Esto conlleva implicancias tales como el temor a ser superados en el aspecto demográfico, el racismo, así como también la dicotomía entre lo occidental y lo oriental o islámico, como su opuesto negativo. Junto con ello, en el interior de Israel se produjo otro tipo de diferenciación. Por una parte, los judíos llegaron de países de lengua árabe del norte de África y del Medio Oriente, denominados mizrahim. Este término unificó su significado con el nombre sefaradim –se usa en la actualidad e históricamente refería a los judíos de la Península Ibérica a los que se intentó desarabizar–. Por otra, los asquenazíes, sobre todo europeos, quienes formaron y continúan como élite gobernante. 

El sionismo secularizó y nacionalizó el judaísmo, aunque no en su totalidad. Su núcleo de interés era la tierra, ejerce el colonialismo de asentamiento, según su propia versión y la británica. Para cimentar un Estado judío necesitaba generar una infraestructura. Hasta 1918 y luego con la ocupación británica de Palestina, preveían crear un Estado judío allí para escapar de una historia de persecuciones y pogromos en Occidente, y consideraban imposible su asimilación en las sociedades de los países europeos donde residían. De todas maneras, los intereses imperialistas británicos que lo sustentaron y los judíos seguidores de esta política formaban parte de un grupo menor en sus inicios. A su vez, reclamaban lo que pasaron a considerar como su “antigua patria”. Por estas razones, la campaña para el asentamiento estatal en Palestina está asociada al milenarismo cristiano y al colonialismo europeo del siglo XIX. 

En el relato nacionalista israelí, una comunidad religiosa se transformó en una comunidad política, a partir de grupos dispersos por todo el mundo y un colectivo definido por la religión y los lazos de sangre, se convirtió en el Estado de Israel. Trataron de presentarlo como entidad homogénea en movimiento a través del tiempo, desde hace milenios a la actualidad. El espacio y la cultura del colectivo son estáticos, dado que los matrimonios, la migración y los conflictos internos modificaron los límites del colectivo. Tal argumento también se utiliza con la Torá, como la fuente de identificación para los judíos. Este libro, considerado sagrado, se exhibió como si fuese una prueba de los derechos nacionales en Canaán en el pasado y de Palestina en el presente. Así como también otorgó a la nación un sentido de orgullo y singularidad como pueblo elegido. 

Incluye tendencias variadas y aun contradictorias, desde nacionalistas hasta liberales y socialistas, pero cuya mayoría adhiere a la tesis territorialista, ligada a la creación de un Estado-nación judío que será el Estado de Israel. Este movimiento político buscó un elemento común para ensamblar una identidad propia, que fue la religión/cultura judía. La finalidad era encontrar un punto de amalgama para el nuevo movimiento, dado que los participantes eran individuos originarios de países muy heterogéneos. 

La percepción judía de su identidad religiosa mutó en una identidad nacional. Judíos de diversos países, culturas y lenguas que llegaban a Palestina se fusionaron –con varias dificultades– en una nueva identidad nacional judía, sobre todo a partir del establecimiento del Estado de Israel. Al mismo tiempo, desconocieron la identidad palestina en documentos que consagraban el establecimiento de un “hogar nacional” judío como compromiso británico en su potestad sobre Palestina. Excepto por un breve período ulterior a la emisión del Libro Blanco de 1939, Gran Bretaña permaneció leal a este enfoque dual hasta 1947-1948. 

Hasta la actualidad, la naturaleza del Estado israelí se especifica con el retorno de los judíos y el no retorno de los palestinos. Si esa dinámica caducara, su identidad se disolvería. En la sociedad israelí, la participación directa del Estado y del Ministerio de Educación rememoran la Shoah. Se emplaza en un lugar central del discurso público israelí, así como también en su imaginario social.

En la fase anterior a la implantación del Estado de Israel, los judíos se agruparon para el trabajo colectivo en los kibutzim y los moshavim. La diversificación de la economía en Palestina promovió la constitución del sindicato sionista Histadrut, integrado de forma intencional –en contradicción con la ideología socialista precedente– solo con obreros judíos que impulsaron la nacionalización de la economía. 

En 1929, se creó la Agencia Judía para alentar la inmigración y estructurar la comunidad judía a través de instituciones de autogobierno. En síntesis, a lo largo de cuatro décadas, los sionistas adquirieron tierras, colonizaron asentando a una población significativa pero bastante menor en comparación a la palestina. En primer término, desarrollaron instituciones, organizaciones políticas y sindicales. Y más adelante, comenzaron con la difusión de un hebreo moderno como nueva lengua nacional y se establecieron nuevos mitos –la empresa colonizadora, la modernización y otros–, que fortalecían una nueva conciencia e identidad nacional.


3. ¿Por qué se toman como un ataque íntegro los palestinos el asedio a sus mezquitas por las fuerzas israelíes?

El problema central radica en que los últimos cambios en las administraciones israelíes no modificaron la postura del “Gran Israel” expansivo, que dirige tres políticas hacia Palestina. Un Master Plan para judaizar Jerusalén, una desarabización. Segundo, un intento por anexar Cisjordania, aquí aparece la cuestión demográfica y de mayoría política, debido a que son casi siete millones de palestinos y de israelíes dentro del territorio que se corresponde con la Palestina del Mandato Británico. Esto se basa en un racismo estructural, semejante a lo visto en el “Black Lives Matter”. Y tercero, se apoya en una política de bloqueo e invasiones recurrentes hacia la Franja de Gaza desde 2006. Mientras tanto, aumentan el cercamiento de los bantustanes y el Muro, los puestos de control y las rutas que confiscan tierra y recursos, al tiempo que se subdivide a los diferentes poblados palestinos en Cisjordania.

En realidad, eso es el último detonante, pero la presión es cotidiana en todos los aspectos de los derechos humanos y está muy lejos de tratarse de un aspecto religioso. Es un factor, pero el político, social, económico, cultural y moral, pero más de opresión diaria es lo que fomenta el caldo de cultivo para una reacción palestina ante tanta violencia. Si ha habido intifadas desencadenadas por esas acciones, pero lo son en un marco de inequidad, de qué se intenta tratar de borra de los mapas y los diccionarios a los palestinos hace más de un siglo.

El pueblo palestino continúa en la lucha por su autodeterminación, más allá de si es posible la aplicación de una solución de un Estado binacional o de dos Estados. Sin dejar de ver la situación de ocupación que lleva décadas y se incrementa de manera sostenida, es una posibilidad que, las elecciones previstas para este año podrían reflotarse. Al mismo tiempo, se reconoce internacionalmente la aplicación de un apartheid sobre su población, pero eso aún no ha modificado sustancialmente su realidad.

Entre las formas de resistencia palestina y de solidaridad internacional hacia su causa, encontramos la campaña BDS, Boicot Desinversión y Sanciones (emparentado con el sudafricano), que se opuso a las declaraciones de la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto, para rechazar la asimilación entre la judeofobia (antisemitismo) como forma de racismo y el antisionismo, como rechazo a las políticas israelíes hacia los palestinos.

El repliegue de Estados Unidos es visible en algunos aspectos, como la retirada de Afganistán, o la posible de Irak, pero aún no podemos conjeturar como será su readecuación hacia toda la región. Lo que sí podemos observar es un cambio en el escenario de intervenciones militares que pueden mermar, de bases, de sanciones económicas como a Irán, y de alianzas como con Israel o Arabia Saudita, donde los actores regionales y las movilizaciones populares han influido. Esto no pudo evitar la destrucción de varios países desde Libia a Afganistán, con las consecuencias terribles para sus poblaciones y los refugiados que esto provocó.

Está por verse si Estados Unidos desmonta la maquinaria bélica desplegada en Medio Oriente por su conexión con el sostenimiento del dólar y porque a su vez busca intercalar la fuerza y el consenso con los subimperialismos de Turquía, Irán, Arabia Saudí más el rol coimperial de Israel; así como amedrentar a las potencias rivales. Los últimos 20 años de este nuevo imperialismo e intervención directa, se dividen a partir del despliegue chino al anunciar la Nueva Ruta de la Seda en 2013, que comienza una forma casi opuesta de hegemonía hacia la región, en otro tipo y tiempo de desarrollo.

Este nuevo escenario de caos sistémico, se va delineando desde la crisis capitalista de 2008 y la propuesta del “pivote asiático” de Obama, y con varios hechos incontrastables del desplazamiento geopolítico. Un eje triangular entre Rusia, Irán y China que en 2013 se opuso a las propuestas estadounidenses de bombardear Siria. En 2015, Rusia se ha involucrado de manera decisiva, con el apoyo tácito de China.

Los cambios operados y visibles en la última década, muestran que la “asiatización” económica va disputando poder con dos representantes de la tríada, Europa Occidental y Japón, y por un declive relativo estadounidense en varios indicadores económicos. Los últimos movimientos tectónicos denotan la importancia del Índico y el Pacífico, frente a la preeminencia anterior del atlántico; si reparamos, por ejemplo, en los puertos con mayor actividad del mundo.

Israel (la potencia americana le asegura una “ventaja militar cualitativa” en la región) junto con Arabia Saudita (sostén del petrodólar), apuntalan las políticas anglo-estadounidenses hacía la región. Estas se dirimen entre una posición “globalista” que apoyaría una pacificación, y otra “americanista” que persiste en la propuesta guerrerista, junto con el manejo de la OTAN y con reflotar el QUAD (alianza entre Australia, Japón, India y Estados Unidos) y ahora el AUKUS (Australia, Reino Unido, EE.UU.). El espacio post-soviético es medular en la competencia mundial por las zonas de influencias y por los recursos. Bajo la OTAN, la alianza anglo-estadounidense procura cercar militarmente a la URSS y luego a Rusia. De todas maneras, el empantanamiento de Estados Unidos en Asia central y Medio Oriente demostraría que la supremacía militar no se condice con los resultados de las intervenciones.

En el caso palestino en particular, la huelga general mostró una reunificación palestina entre sus diferentes realidades geográficas (Cisjordania, Franja de Gaza, Jerusalén Este, el propio Israel, o los países limítrofes Siria, Jordania y Líbano), que puede marcar un nuevo curso en su sociedad. Aunque habría que ver cómo puede esto resolver una situación, que, con el paso del tiempo, y este es un elemento central, ha empeorado. Eso se evidencia tanto con el crecimiento de las colonias de asentamiento como con la ley israelí de 2018 de un Estado Judío, que busca la supremacía y negar a los palestinos la incorporación a Israel, o los atributos de un Estado propio soberano.


4. ¿Sería correcto volver a las fronteras de 1993 con los Tratados de Oslo?

Lo interesante sería comenzar desde la educación y la acción a nivel mundial de Boicot, Desinversión y Sanciones, el BDS, más romper relaciones diplomáticas con Israel, generar el desmantelamiento del sistema de apartheid. Debemos diagnosticar para saber cuáles son las situaciones, dado el racismo estructural combinado con la colaboración e incrustación de Israel en el Complejo Militar Industrial de Estados Unidos y la OTAN, más ser eje en el plan de un “caos controlado” en Medio Oriente ampliado, el punto es erosionar y debilitar ese sostén, el estadounidense, el verdadero y acuciante problema.

La realidad social y política palestina se fracturó en tres planos (algunos consideran cuatro, con Jerusalén Este): en Cisjordania y Gaza, en el interior de Israel y en el exterior de la Palestina histórica (refugio y emigración). Estas tres dimensiones, si bien poseen particularidades, no han estado aisladas unas de otras y se han influido. Para los palestinos conforman de una misma realidad y cualquier palestino tiene a sus familiares dispersos en estos tres mundos. En otras palabras, las tres esferas de la ocupación israelí sobre Palestina están interrelacionadas y son indisociables. 

Primero, la cuestión de los refugiados se trata de los expulsados de sus pueblos y obligados al exilio. Segundo, los que permanecieron en los territorios palestinos –dos décadas bajo control jordano (Cisjordania) o egipcio (la Franja de Gaza)–, después ocupados por Israel en 1967. Y tercero, los que continuaron en el interior de Israel y recibieron la ciudadanía israelí. Si bien puede que este último grupo haya aprovechado el ser israelíes en lo político, lo social y lo económico, lo cierto es que debieron soportar un régimen semejante al apartheid por no ser judíos, ser sospechosos de deslealtad o ser vistos como una quinta columna palestina. De ser ciento cuarenta mil en 1949 pasaron a más de un millón y medio en la actualidad (20% de la población israelí). Al ser marginados, los palestino-israelíes reivinidicaron su identidad palestina y una política que liga el fin de la discriminación y el acceso a una ciudadanía plena en Israel con la resolución de la cuestión general. Es decir, consideraron su situación emparentada al conflicto y pensaron que, ante su resolución, el establishment judío asumiría su integración en Israel.

Los palestinos en Cisjordania, Gaza e Israel están unidos en su lucha por sobrevivir, en el sufrimiento y la pérdida. Aquellos de la diáspora han intensificado el compromiso con su patria y demandan una voz en la búsqueda de una solución. La percepción se centra en la ocupación israelí de Cisjordania y Gaza, y en los esfuerzos palestinos por establecer un Estado allí, así, se reduce a una de sus dimensiones. Esta empresa colonial europea tuvo como particularidad que el sionismo no representaba un Estado en sus inicios. Después de 1948, dispuso de uno en su confrontación con la población autóctona palestina y sus vecinos árabes.

Una representación sesgada ha sido como comunidad tradicional y premoderna, que también se infundió sobre los demás palestinos desde el grueso de la intelectualidad occidental. Por lo tanto, ellos conservarían identidades múltiples: israelí, árabe, palestina, musulmana; compatibles entre sí, pero no exentas de tensiones. La nueva identidad judía israelí presentada como superación de sus culturas diaspóricas de origen y su crisol tampoco ha sido una construcción monolítica y lineal.

El caso de los palestinos se asemeja al de los armenios en el negacionismo. Por lo tanto, los israelíes en ese sentido se parecen a los turcos y a los sudafricanos. En el negacionismo turco, el leit motiv fue: un pueblo, una raza, una religión; o sea, “somos turcos, hablamos turco y somos musulmanes”. A su vez, en el caso israelí, se buscó la homogeneidad de un Estado judío. La herramienta del paradigma colonial de ocupación y la analogía del apartheid contribuiría con el desbloqueo del proceso de paz y posibilitaría un paso más hacia una resolución. Un nacionalismo es opresor (Israel), el otro es el nacionalismo de los oprimidos (Palestina). Son una identidad nacional pese a los que lo contradijeron. Probablemente sea uno de los casos más importantes de lucha nacional, pero que, a su vez, resulta ser uno de los más controvertidos. 

Si bien los palestinos se formaron en la resistencia, su especificidad se produjo en la diáspora, algo que de manera paradójica, se emparenta con varias diferencias con el caso israelí. Se reconfiguraron, los exiliaron, pero no se hicieron jordanos ni sirios ni libaneses. A su vez, se definieron como árabes (panárabes en un periodo) y están conectados a una identidad musulmana y al haber sido oprimidos por el imperio otomano. 

Es una nación, son árabes y al mismo tiempo palestinos. Pasaron de ser una protonación a una nación forjada, mediante la elección de ciertos símbolos: la resistencia, la OLP y su carta orgánica, su pedido de un Estado laico democrático. Son una identidad nacional que se diferencia de los demás árabes. Los árabes son en algún sentido una nación, pero no llegaron a conformarse como un Estado, pese a intentos como la República Árabe Unida (RAU, 1958-1961), que se reorganizó en Estados-nación particulares.

Cuando un palestino nace en un campo de refugiados del exterior es considerado palestino. No son solo nación superpuesta, se parece a la situación de un pueblo desplazado por un colono. Por su parte, el palestino-israelí tiene dos nacionalidades.


5. ¿Quién es el historiador israelí Ilan Pappé? Fue quién hizo el prólogo de tu libro.

Ilan Pappé (Haifa, Israel, 7 de noviembre de 1954) es un profesor de historia en la Universidad de Exeter, Reino Unido, codirector del Centro Exeter de Estudios Etno-Políticos y activista político. Anteriormente fue profesor de ciencias políticas en la Universidad de Haifa (1984-2007) y director del Instituto Emil Touma de Estudios Palestinos de Haifa (2000-2008). Es autor de libros como La limpieza étnica de Palestina (2006), El Oriente Medio moderno (2005), Una historia de la Palestina moderna: una tierra, dos pueblos (2003) y Gran Bretaña y el conflicto árabe-israelí (1988). Fue también uno de los fundadores de la coalición Hadash.

Se trata de uno de los denominados «Nuevos Historiadores» israelíes quienes, a partir de la desclasificación de documentos en la década de 1980 por parte de los gobiernos del Reino Unido, Estados Unidos e Israel, han tratado de revisar la historia moderna del Estado de Israel, criticando el sionismo desde puntos de vista muy controvertidos para gran parte de la sociedad israelí. En particular, Pappé defiende en sus escritos que la salida de 700.000 palestinos del antiguo mandato británico durante la Primera Guerra árabe-israelí fue llevada a cabo de forma intencionada por el Yishuv y más tarde por el ejército israelí, siguiendo un plan elaborado por los futuros líderes israelíes antes de la guerra, en 1947, el llamado Plan Dalet o Plan D. En distintas declaraciones se ha mostrado radicalmente en contra de la creación del Estado de Israel, culpándole de la falta de paz en Oriente Medio, argumentando que el sionismo es más peligroso que la militancia islámica y llamando en ocasiones a un boicot académico contra las universidades israelíes.

Pappé es defensor de la creación de un único Estado secular en la región histórica de Palestina en el que convivan tanto árabes como judíos. Su trabajo ha sido tanto apoyado como criticado por otros historiadores, generando importantes controversias en Israel. Antes de que abandonase el Estado hebreo en 2008 fue denunciado en la Knesset, un ministro de educación pidió públicamente su cese, su fotografía apareció en un periódico en el centro de un punto de mira y recibió varias amenazas de muerte. Actualmente reside en el Reino Unido.


6. ¿Qué es es el Grupo Especial “Palestina y América Latina” del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO)?

El Grupo Especial Revista Al Zeytun/CLACSO Palestina y América Latina se acaba de conformar en 2019 como una necesidad imperiosa. Surge a partir del Grupo de Trabajo Medio Oriente y América Latina, para dar mayor visibilidad a la «Cuestión Palestina» y a las formas de resistencia en común con otros pueblos.

Pretende pensar los distintos elementos epistémicos desde el Sur y la manera en que desde esta región podríamos contribuir para proponer una solución justa, sostenible y basada en el derecho internacional para la situación palestina y de otros colectivos en circunstancias similares. Nuestro grupo además fortalecerá el Programa Sur-Sur impulsado desde CLACSO, y articulará con otros Grupos de Trabajo. La intención fundamental es estimular las relaciones entre Palestina, el Mediterráneo, Sudamérica y el Caribe, así como también otros países y regiones. A partir de las distintas líneas de investigación, de los aportes conceptuales (por ej. definiciones de apartheid, resistencia/re-existencia, colonialismo, colonialidad/decolonialidad) es que mejoraría el conocimiento de la realidad Palestina y de otras problemáticas. Es por ello que, mediante el diálogo académico, la cooperación y el pensamiento crítico, a través de las conclusiones y su difusión, esto refractaría en la promoción de una política para lograr la paz.

Lo coordinamos Martín Alejandro Martinelli por el Instituto de Estudios de América Latina y el Caribe – IEALC/UBA Argentina, Jorge Ramos Tolosa,Grupo de Investigación STAND (South Training Action Network of Decoloniality) – STAND, España, Moisés Garduño García, Facultad de Ciencias Políticas y Sociales – FCPyS/UNAM México.

Hemos propuesto y se ha aprobado lo siguiente en la Asamblea de CLACSO de 2022, a los más de 800 centros miembros, los grupos de trabajo y cada integrante.

Llamamos a repudiar las violaciones de los derechos humanos palestinos, desde el Estado israelí, a través de su ejército, su policía y sus colonos armados, basada en un racismo estructural anclado en el odio a los árabes y a los palestinos, principalmente. Seguimos la propuesta de la sociedad civil palestina (desde el 2005) para el Boicot, la Desinversión y las Sanciones (BDS) contra Israel, cuyo propósito es finalizar la ocupación de Palestina.

La gran mayoría de las instituciones culturales israelíes constituyen el andamiaje ideológico e institucional del régimen de ocupación, colonialismo y apartheid contra el pueblo palestino, y contra cualquiera que se atreva a defender su causa. Explícita o implícitamente se han aliado con el Gobierno israelí, más allá de los esfuerzos para moderarlo que hacen muchos intelectuales a título individual. Así, tales instituciones apoyan o dan cobertura al colonialismo de ocupación de Israel y el apartheid, como bien lo han puesto de manifiesto organizaciones como Human Right Watch, B´tselem, Laboratorio de Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de Harvard, estudio consultivo de la ONU, Amnesty, entre otras.

Como intelectuales críticos de CLACSO alzamos nuestra voz para repudiar, también, la actitud de las dirigencias de las instituciones culturales y universidades israelíes que profundizan la discriminación contra el pueblo palestino.

Anexo

Declaraciones y adhesiones desde el Grupo Especial de CLACSO Revista AlZeytun/Palestina y América Latina (2019-2022) en sus direcciones de internet

https://www.clacso.org/el-antisemitismo-es-racismo-y-el-antisionismo-esanticolonialismo/

https://www.clacso.org/declaracion-de-jerusalen-sobre-el-antisemitismo/

https://www.clacso.org/apoyo-al-pueblo-palestino-contra-los-crimenes-sionistasisraelies-y-por-la-inmediata-liberacion-de-juana-ruiz-sanchez-secuestrada-por-israeldesde-el-13-de-abril/

https://www.clacso.org/declaracion-del-grupo-especial-palestina-y-america-latinacontra-la-anexion-de-cisjordania/

https://bdsmovement.net/es/news/mas-de-220-academicosas-de-america-latinarechazan-lazos-con-el-apartheid-israeli

https://www.clacso.org/en/categoria/grupos-de-trabajo/grupos-especiales/grupo-especial-revista-al-zeytun-clacso-palestina-y-america-latina/


6. Los sionistas hablan de volver a la “tierra de Sión” ¿Se puede expandir esta “tierra de Sión” hacia Egipto, Siria, Libano...?

En las teorías del Gran Israel intentan legitimar los intentos de judaizar Jerusalén. La percepción de Eretz Yisrael como conjunto total se manifestó en el Movimiento de la Gran Tierra de Israel, una organización laica de élite. La premisa representó dos factores: un concepto territorial y una ideología, cuyo objetivo radicó no solo en conquistar el máximo territorio posible, sino también en el dominio coimperial (con la potencia estadounidense) de la región. Los investigadores israelíes especialistas en estudios bíblicos usufructuaron un repertorio de términos y frases para la región de Palestina y su periferia tales como: “Judea y Samaria son el núcleo central de la nación israelita” principal en 1967; además de “Eretz Yisrael”, “la bíblica Tierra de Israel”, “Gran Israel”, “la Gran Tierra de Israel”, “la tierra donde las tribus israelitas tuvieron sus asentamientos”, “la tierra prometida”, “la tierra de la Biblia” y “la Tierra Santa”.

El término Eretz Yisrael aparece una sola vez en la Torá (Samuel, 1 13:19) y no existe mapa histórico, ni religioso de la extensión y las fronteras de la “Tierra de Israel”. Y aunque hubiese uno, en la época contemporánea no sería fundamento para demandar aquel territorio unos dos mil años después. Pese a esto, a la “Tierra de Israel” y a otras referencias bíblicas se las invistió de connotaciones históricas e ideológicas de un alcance trascendente tanto en la retórica israelí como en la cultura occidental. De acuerdo con esa percepción, las escrituras religiosas proporcionarían a los judíos el título de propiedad que les permitió extenderse por toda la “Tierra de Israel”, eso les concedería una supuesta legitimidad moral para la implantación de su Estado y el colonialismo de asentamiento implementado. 

La relación entre las conquistas territoriales israelíes y la Torá se reflejó en un personaje laico como David Ben-Gurión cuando afirmó “que la Biblia constituye el sacrosanto título de propiedad de los ‘judíos’ respecto a Palestina […] con una genealogía de 3.500 años”. En la Torá los mapas no están delimitados, sino que se trata de poblaciones con fronteras difusas y dinámicas, muy diferentes al control ejercido por un Estado-nación moderno. Los límites trazados en los protectorados británicos del siglo XX son los que ambas poblaciones han reclamado. 

Los políticos israelíes sostuvieron un doble estándar al enaltecer sus libertades públicas, mientras transgredieron los derechos en Palestina. Se resaltó la tolerancia religiosa del Estado de Israel de carácter confesional y explotó su texto sagrado para refrendar sus ampliaciones territoriales. Los movimientos de colonización como el sionista explotaron la Biblia como documento de legitimación de sus conquistas contra pueblos para los que ese texto no tenía la misma autoridad. La aplicación de la cosmovisión de dicha obra a un pueblo que no la aprehendía como una categoría de autoridad es un ejemplo de imperialismo político y religioso (Prior, 2005: 256). El general israelí Moshe Dayan, considerado héroe de la guerra de 1967 en su país, manifestó el sueño imperial de un Gran Israel en su libro, A New Map, Other Relationships, en 1969, lo cito textual: 

“No hemos abandonado nuestro sueño y no hemos olvidado nuestra lección. Hemos vuelto al monte, a la cuna de nuestro pueblo, a la heredad del Patriarca, la tierra de los Jueces y la fortaleza de la Casa de David. Hemos vuelto a Hebrón (Al-Khalil) y Schem (Nablús), a Belén y Anatot, a Jericó y a los vados del Jordán en Adam Hair.”

El pensamiento imperial israelí conservó su estrategia de “alianza de minorías” para acordar con los grupos minoritarios de la región. Su preferencia en Medio Oriente no era la preeminencia árabe o musulmana, al contrario, pretende una zona de diversidad étnica, religiosa y cultural; evitar la posibilidad del panarabismo o una unión del mundo árabe. Robustecer las diferencias como los persas, los turcos, los kurdos, los judíos y los cristianos maronitas del Líbano; incursionar en los asuntos internos de los países árabes al pactar con dichas minorías étnicas o religiosas. Este pensamiento expansionista discurre en consonancia con la expansión territorial y la expulsión de la mayoría de los palestinos de la Franja de Gaza y Cisjordania.

Los fundadores tanto del sionismo como del Estado de Israel, en su mayoría, desconocían indiferentes a la religión. Sin embargo, posteriormente, usufructuaron los relatos bíblicos como sustento ideológico para obtener apoyo internacional y para intentar legitimar sus colonizaciones ulteriores. En esto ayudó el sentimiento de culpa europea por los crímenes nazis de la Segunda Guerra Mundial. Con posterioridad a 1967, pasó de la aspiración secular sionista herlziana de fundar un “Estado judío” soberano a la misión apocalíptica de redimir la “Gran Tierra de Israel”. El movimiento colonizador del Gush Emunim (el Bloque de los Fieles) representó este cambio progresivo en las ideas, y en las últimas décadas el viraje hacia esas políticas se intensificó.


7. Comentaste en una entrevista que esta batalla no solo se trata de nacionalismos o religión ¿Se esta volcando ahora la lucha del pueblo palestino a un auge de internacionalismo como en la guerra civil española, los voluntarios del Donbass...?

Esto es reflejo de la reconfiguración del sistema mundial. Tres factores del tablero global contextualizan este nuevo derramamiento de sangre. La influencia de EE.UU. y su declive relativo en Medio Oriente, más el desgaste del conflicto en Ucrania, el poderío de China y su alianza con Rusia. influencia de EE.UU. y su declive relativo en la región y en Medio Oriente. Por eso es crucial comprender la importancia de analizar el contexto regional y las implicaciones geopolíticas de esta cuestión.

Si bien esta violencia es cíclica, muestra cómo cambió el mundo sobre todo desde 2013-2014. Estamos ante una crisis de largo plazo de Estados Unidos, un declive relativo en varios aspectos económicos, así como mantiene primacía financiera y en tecnología, está siendo puesta en cuestionamiento su hegemonía mundial. Se orienta con el “pivot asiático” desde Obama en 2011, previo al 2013 de la Franja y la Ruta, y al freno de Rusia y China a la inminente destrucción de Siria que hubiese sido el corolario de las destrucciones de Iraq (1991 y 2003), Afganistán (2001), Libia (2011). Entonces, retrocede en algunos lugares clave como Medio Oriente, donde China y Rusia avanzan.

Estados Unidos en su estrategia de no ceder aún más su primacía, viene usando su expansión e intervención militar. Tres zonas de tensión se erigen como principales y una cuarta, Europa del este con Ucrania-Rusia y el llamado Medio Oriente, Israel-Irán, y Taiwán en el Asia Pacífico con China, además la zona del Sahel muy revolucionada por movimientos emancipadores o de una “segunda oleada de independencias” podríamos catalogar, al menos en el África atlántica.

El esquema de violencia simbólica y material a nivel mundial, desde 1945 sobre todo, se acrecentó en el 2001, con lo que ellos denominaron la “guerra contra el terrorismo”. Ahora se está tratando de renovar en esta reconfiguración del sistema mundial, con el ascenso del poder chino acompañado de la alianza estratégica con Rusia, a los que se suma Irán.

Ucrania como eje confrontativo está más erosionado. Se añade un proceso de desdolarización incipiente por la planificación al respecto de los grandes poderes emergentes que buscan de esa manera equilibrar el poder mundial, y sortear el arma de las sanciones económicas estadounidenses como sucedió con Rusia o Irán. Se reconfigura el sistema mundial también por los diez años de la “Franja y la Ruta”. Tenemos ejes de tensión en esas rutas y la reconciliación entre Arabia Saudita e Irán. Es un error analítico observar sólo lo que sucede en Palestina-Israel y disociarlo de su contexto regional y mundial.

La clave es la ampliación del BRICS+ (más las elecciones de Estados Unidos en 2024) a once países: Egipto, Etiopía, Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita e Irán (más Argentina). Conforman un nuevo eje de acercamiento a Eurasia, de aumento de la producción del petróleo y los pasos geoestratégicos a nivel mundial que surcan la región como el Canal de Suez, los Estrechos de Bab el-Mandeb y el de Ormuz. A excepción de Rusia, son países colonizados o semicolonias de las potencias del G7 en los siglos recientes.


8. ¿La lucha del pueblo palestino recuerda las luchas anticolonialistas de siglos pasados?

La resistencia palestina tomó influencias estratégicas e ideológicas de los modelos tercermundistas e izquierdistas. Esos movimientos independentistas, de revolución socialista o de intransigencia a la injerencia estadounidense, fueron, en primera instancia, Argelia, luego Vietnam, Cuba y China. Si bien estos países tuvieron el patrón de no ser pro-soviéticos en su totalidad, lo cierto es que se posicionaron en la vereda opuesta a los intereses estadounidenses. Por lo tanto, su perfil estaba más emparentado con la era de la descolonización y el llamado Tercer Mundo. Sin embargo, la OLP explotó todas sus potencialidades políticas y militares, dentro de ciertos límites.

A su vez, el movimiento no contó con paradigmas precedentes que pudieran ser aplicables de forma efectiva a su realidad. Esto significa que dichos modelos no se asemejaban a la situación palestina como para aplicar sus mismos arquetipos de emancipación nacional. La concepción anterior de la meta de independencia –la eliminación de la presencia sionista de Palestina histórica– se reformuló en 1969 con el concepto complementario de un “Estado democrático laico”, que reemplazaría al exclusivista de las administraciones israelíes. 

Desde 1967, los palestinos han asociado su lucha con lo acontecido en Vietnam, Argelia, Cuba y el África negra. Esta innovación de la perspectiva se debió tanto al incremento de una conciencia política mundial como a la lucha universal contra el colonialismo y el imperialismo. Lo desmedido de la injerencia de las potencias en la zona, más las disputas generadas por la Guerra Fría –contexto regional y mundial– influyeron en la cuestión de Palestina. Por consiguiente, debemos analizar en qué medida lo ha hecho cada factor. A nivel internacional, los Estados Unidos junto con Israel y, en menor medida Jordania, impugnaron de manera constante que se pudiese establecer un Estado palestino independiente. 


9. ¿La mujer palestina tiene papel en la lucha contra Israel o esta tapada por el fundamentalismo islámico?

El movimiento palestino muestra una diversidad de enfoques y de movimientos dentro del campo político. El imaginario de género predominó en los discursos de los países, así como la nación fue descripta como una mujer. La patria se imaginó como un cuerpo femenino fértil que podría ser objeto de la arbitrariedad de los invasores. Por un lado, las mujeres a través de sus funciones biológicas regeneran el Estado. Por otro lado, los hombres son vistos como fundadores honoríficos de la nación que encaja con el honor de sus mujeres. Los cuerpos femeninos traen al mundo los ciudadanos y engendran la nación. Las madres y viudas llevan la bandera que ha caído en manos de sus hijos y maridos heroicos. Los símbolos de género –los cuerpos, la vestimenta y el proceder de las mujeres– se transformaron en señas sustanciales de las culturas nacionales.

Desde el punto de vista “occidental”, existe la noción de que las mujeres palestinas aparecieron en escena con la denominada primera Intifada. Sin embargo, desde principios del siglo XX, ellas pelearon junto con su pueblo contra la colonización. En la etapa de 1950 a 1989, se produjo el auge del movimiento de las mujeres que derivó en su participación en la rebelión generalizada de 1988-1992.

El Congreso de Mujeres Árabes de 1929 en Jerusalén inició su activismo político en una organización concreta, en el contexto de la lucha nacionalista. La mujer pasó de preservar el tejido social a ser un actor político principal. Desde los sucesos de 1948 y 1967, la sociedad reorganizó los fundamentos de un movimiento popular de resistencia. A partir de eso, el activismo de las mujeres modificó las imágenes de género en las que el varón combatiente era visto como el libertador de la nación y un símbolo central en la construcción del nacionalismo palestino, como puede verse en el poster del anexo. Asimismo, la Unión General de Mujeres Palestinas (GUPW, por su sigla en inglés) fundada en 1965, agrupó a las organizaciones de mujeres. Este organismo trabajó con un doble cometido tanto por los derechos femeninos como por la lucha nacional y la construcción del Estado. Gran cantidad de estudios recientes focalizan en estos aspectos.

La participación en las actividades guerrilleras era la principal fuente de legitimidad política. La fida´i (combatiente) Leila Khaled fue un símbolo de la lucha armada por la liberación de Palestina, integrante del FPLP, apareció en la fotografía5 después del secuestro de un avión en 1969. El anillo en su dedo está hecho de un pasador de granada y una bala. Esta mujer revolucionaria tuvo un perfil notorio como militante palestina y llegó al conocimiento del público internacional en 1969. Como integrante de Septiembre Negro, en ese mismo año participó en el secuestro de un vuelo que desviaron a Damasco; y en 1970, lo hizo en el secuestro múltiple de cuatro aviones, fue detenida y liberada 28 días después en un intercambio de prisioneros.

La mujer tiene un rol fundamental, cómo en todas las sociedades. Claro existe el debate si primero está la liberación femenina o nacional, pero en semejante ocupación e intento de limpieza étnica, las mujeres, hombres, adultos y niños se suman a la resistencia, violencia y pacífica de “existir es resistir”, en árabe sumud.

En 1969, L. Khaled se convirtió en la primera mujer del mundo en secuestrar un avión y en la figura icónica de la militancia palestina. Los contrastes entre su femineidad y su postura combativa atrajeron la atención mundial. Su fotografía tomada ese año por Eddie Adams, con la cabeza envuelta en un kufiya, casi esbozando una sonrisa mientras empuña su Kalashnikov, adquirió un estatus emblemático de la resistencia palestina. Esa imagen, difundida a través de las agencias de noticias internacionales, la propulsó a convertirse en un prototipo revolucionario, semejante a la imagen y representatividad del “Che” Guevara.

La experiencia y la visión de los palestinos variaron según las diferencias de clase, generación y región de origen. Las historias de la identidad de los refugiados en Líbano y en Jordania, Siria y en el interior, o de aquellos residentes en Israel, se retroalimentaron entre sí para unir cada cosmovisión particular. No obstante, la tierra fue el componente por excelencia, a nivel simbólico y material, como lo denota el Día de la Tierra, la figura del felahin, las luchas por el derecho al retorno y la presencia de aquella forma del mapa representada en sus manifestaciones culturales. Ellos no sintieron pertenencia en los países donde se refugiaron y así mantuvieron la esperanza de regresar a sus hogares, tal como lo demuestra el resguardo de sus antiguas llaves.

Los residentes de los campamentos y los cuadros de la Resistencia manifestaron los matices como el lugar de origen se aprecia en las particularidades de la preparación de alimentos, el acento, las costumbres, la residencia real y las memorias locales. En segunda instancia, la clase de origen –si fue propietario de la tierra urbana o rural, o sin tierra–, escolarizado o analfabeto. La división de clases urbana/rural se repitió en los campamentos de residencia, así como la integración o no en la sociedad libanesa. Esto incidió tanto en las relaciones al interior de los campos como, por ejemplo, en los matrimonios. En tercera instancia, las huellas de las actitudes políticas pre Nakba aún existían en la década de 1960, como la oposición a los partidos políticos en general, distinto es el caso de palestinos exiliados en otras latitudes que no trataremos aquí por cuestiones de espacio.

La creciente independencia de la política palestina en los territorios repercutió en la difícil relación con Jordania. Desde 1970, ese reino y la OLP disputaron el derecho de representar a los habitantes de Cisjordania y la Franja de Gaza. En los campos de refugiados, durante las décadas de 1970 y 1980, crearon una serie de metáforas de identidad de las experiencias individuales y colectivas. Transitaron por diferentes fases, el tiempo de la resistencia de 1968 a 1982 (desde la invasión israelí hasta la OLP en Líbano) y la fase posterior desde 1982 hasta la intifada. Sus consecuencias se vincularon al “ascenso y la caída” de la OLP, y a la dialéctica entre las poblaciones del interior y la diáspora.

Los refugiados palestinos en Cisjordania rechazaron el estereotipo de víctimas. Dicha actitud y el derecho de retorno fueron dos de los referentes más importantes, así como también, la organización social en la vida cotidiana en los campos de refugiados. Los refugiados celebraban su condición, puesto que el movimiento de la Resistencia restauró su identidad como palestinos después de dos décadas de ser alienados bajo la etiqueta de “refugiados”. Su identidad y su experiencia se consolidaron a través del trabajo humanitario, el uso de prácticas espaciales y las conexiones con sus lugares de origen. 

En los campos, proliferaron entre los jóvenes una nueva religiosidad: la oración y la asistencia a la mezquita, la invocación de Alá, el uso de determinadas vestimentas por las mujeres. Este retorno pendular al islam en el período posterior a 1982, conformó una opción identitaria crítica de un nacionalismo secular frustrado. Ellos lo percibieron como una reacción a la derrota de 1982, aunque, si bien el nivel religioso de su identidad aumentó, lo cierto es que la palestinidad cambió en su forma.