1. ¿Cómo
ves que se esta celebrando este centenario de la Revolución de
Octubre?
Se está celebrando, y eso al menos es destacable. No digo sólo recordando, sino celebrando, porque actos con motivo de la Revolución hay unos cuantos, pero no todos hacen una evaluación positiva de Octubre. Entre quienes lo celebramos, y como era de esperar, hay diversidad de criterios y la mayoría de los actos se están haciendo individualmente. Realmente esta situación no nos extraña porque hay diversas lecturas sobre Octubre y la construcción socialista: hay quien reniega del período de Stalin, hay quien reniega del período posterior la XX Congreso del PCUS, hay quien reniega incluso del primer período soviético... y también hay quien no quiere extraer ninguna lección de todo aquel proceso, por lo tanto no extraña que sea difícil hacer actos entre diversas organizaciones , porque tampoco ha habido un análisis riguroso por parte del movimiento comunista -en general- sobre la construcción socialista.
Nosotros
hemos realizado más de una veintena de actos propios, en diferentes
ciudades españolas, desde la concepción de que queremos decir unas
cosas muy concretas sobre la significación de Octubre, sobre las
lecciones que aporta para el movimiento comunista y para el
movimiento obrero hoy, y no hemos querido diluir eso o mezclarlo con
otros discursos sobre Octubre que no compartimos en absoluto.
2. ¿Qué crees tu que podemos aprender sobre estos 100 años de la Revolución de Octubre?
Las lecciones que ofrece Octubre son innumerables. Desde la genialidad táctica de los bolcheviques hasta la importancia de contar con una estrategia revolucionaria bien definida y clara. Pero quizás hoy uno de los elementos clave sea la reivindicación de la necesidad de contar con el Partido Comunista, con una organización de revolucionarios profesionales, que tenga unidad político-ideológica y organizativa, que sepa trabajar en todas las condiciones, que tenga una estrechísima vinculación con la clase obrera y que no negocie con los principios. Si triunfó la Revolución de Octubre fue gracias a contar con ese partido, y ese partido pudo formarse, en gran medida, gracias a las enormes aportaciones de Lenin al movimiento obrero revolucionario.
3. Después de 100 años de la revolución socialista de Octubre ¿Aun siguen vigentes las ideas de V. Lenin y de los bolcheviques rusos?
Desde luego, y quien diga lo contrario es un indocumentado o un enemigo de la clase obrera. Lenin y los bolcheviques siguen plenamente vigentes por varias razones, algunas las he comentado antes, pero insisto en ellas: primero, porque la clase obrera sigue siendo el sujeto revolucionario, que puede y debe aliarse con otros sectores sociales, pero no esperar a que la revolución la hagan otros; segundo, porque la clase obrera necesita contar un partido comunista que tenga claro el objetivo final de la lucha obrera, que no es otro que el derrocamiento del capitalismo y la construcción del socialismo-comunismo; tercero, porque ese partido, el partido comunista, debe combatir contra la influencia de otras clases sobre el movimiento obrero, debe deslindar campos con las posiciones pequeño-burguesas y oportunistas, que separan o frenan la lucha económica y política, y también con el izquierdismo que no entiende precisamente las diferentes fases y formas de toma de conciencia revolucionaria de la clase. Todo esto tiene plena vigencia hoy, sin duda alguna.
4. ¿Cómo podemos aprender de esta revolución proletaria para acabar con los problemas que se van desarrollando en España por la lucha de clases?
Aprendemos sobre todo de la necesidad de vincular estrategia y táctica, de no separar jamás nuestro trabajo diario de nuestros objetivos finales. ¿Qué quiere decir esto? Quiere decir que los principios y los objetivos no se subordinan a la coyuntura o a la correlación de fuerzas de un momento concreto, y que en cada lucha diaria debemos ser capaces de introducir la perspectiva del derrocamiento del capitalismo. Te pongo un ejemplo: la lucha contra los desahucios ha sido muy importante en términos de movilización popular, pero se ha desarrollado bajo criterios casi humanitarios, sin que se haya logrado introducir de verdad la cuestión de la vivienda como derecho inalienable de todo trabajador.
Nosotros ahí decimos que hay que
ganar las batallas diarias, pero que nadie debe salir de esas
batallas concibiendo que el capitalismo funciona, porque bajo el
capitalismo se siguen priorizando los beneficios económicos al
derecho de toda persona a una vivienda digna y, además, los
capitalistas tienen una capacidad enorme de reinvención y
modulación, ofreciendo migajas para acallar las luchas. En este caso
basta ver la propuesta de Ley Hipotecaria que se está debatiendo,
que va encaminada a beneficiar a la banca, otra vez.
5. En Rusia se han llevado un gran homenaje por los comunistas rusos y camaradas venidos de otros países ¿La Revolución de 1917 a logrado hermanar a los pueblos de todo el globo?
La Gran Revolución Socialista de Octubre sirvió para dar aliento a los pueblos del mundo, para que todos los trabajadores y trabajadoras del mundo vieran que era posible vencer a la burguesía y construir un Estado obrero, un país para la clase obrera.
La manifestación del
día 7 en Moscú fue una conmemoración digna de aquello, pero
insisto en que lo fundamental para nosotros es aplicar las lecciones
de Octubre en nuestro momento, no sólo rememorar victorias pasadas.
6. Con estas celebraciones se puede ver una gran nostalgia de la URSS ¿La nostalgia no nos afecta de forma negativa?
Nosotros hablamos de la nostalgia en nuestras intervenciones y lo hacemos en sentido negativo. No obstante quiero que se me entienda bien. No nos parece nada mal recordar los avances que supuso la Revolución de Octubre y la construcción socialista posterior, pero pensamos que no podemos quedarnos únicamente en eso, que es necesario reivindicar la vigencia de Octubre, la vigencia del Socialismo, la vigencia de la Revolución. A veces da la sensación de que hay quien sólo quiere recordar lo grandes que fuimos los comunistas. A nosotros nos interesa recordarlo para extraer la conclusión de que, si en 1917 se pudo, ahora se puede también.
7. Con
el encarcelamiento de miembros de la Generalitat catalana, el régimen
del 78 esta dejando ver su peor rostro ¿Cómo deberíamos reaccionar
los comunistas españoles frente a esto, que experiencia recogemos de
la revolución de Octubre para poder solventar un problema que es tan
complejo?
Realmente
el problema no es tan complejo, pero tenemos la tremenda capacidad de
enredarnos nosotros mismos más de lo necesario. Y por “nosotros”
digo el movimiento comunista. Primero, el “régimen del 78” ha
mostrado su peor cara en múltiples ocasiones, lo que pasa es que no
de forma tan mediática. Se ha juzgado y encarcelado a sindicalistas,
se juzga y condena a gente por escribir comentarios en las redes
sociales, se atacan brutalmente los derechos laborales y sociales de
la mayoría trabajadora, se ha ilegalizado partidos políticos, se
tolera el fascismo y se mancilla la memoria de los represaliados tras
la Guerra Nacional Revolucionaria y la dictadura fascista que le
siguió... Y un larguísimo etcétera.En
lo que respecta al tema catalán, para el PCTE no hay duda de que hay
que solidarizarse con quienes están presos, sobre todo porque las
acusaciones que les han hecho (sedición, rebelión, etc.) tienen un
calado enorme; se está utilizando la cuestión catalana para dar un
aviso al conjunto del pueblo trabajador y sus organizaciones
políticas, sociales y sindicales; se nos está diciendo “ojo, que
si me tocas mucho las narices te puedo aplicar todas estas medidas”,
y nosotros no podemos quedarnos callados ante eso, por mucho que
estemos en las antípodas políticas e ideológicas de quienes han
dirigido el proceso catalán.
Hasta donde yo sé, en los distintos programas hay varias formulaciones sobre la III República. No es verdad que todos los que se denominan comunistas en España hablen de República Socialista. Pero sí es verdad que, quienes lo hacen, le ponen apellidos variados: federal, confederal, de carácter confederal, federativa, etc. Nosotros, hasta nuestro reciente XI Congreso, estuvimos muchos años enredados con ese asunto y nuestra evaluación de todo ello es negativa. En primer lugar, el PCTE lucha por el Socialismo, y no puede caber duda de que la forma jurídica del Estado Socialista será una República. Por tanto los comunistas llevamos la República en nuestro ADN. Pero por otra parte, ¿cuál es el sentido de ponerle un apellido de corte territorial a la República Socialista? Ahí lo que se hace es poner el carro delante de los bueyes, mezclar un problema actual con la organización de la futura República Socialista.
Nosotros planteamos
que el proceso revolucionario en España, la forma en que se dé, las
fuerzas implicadas, el papel de cada sector social implicado,
determinará finalmente el carácter de esa República Socialista. El
ejercicio real del derecho de autodeterminación podrá tener lugar
en condiciones de derrota de la burguesía, y ahí caben todos los
resultados posibles: desde la independencia hasta la centralización,
no podemos teorizarlo en estos momentos porque la terrible realidad
es que, en las condiciones actuales, el objetivo de la Revolución
Socialista está lejos. A eso hay que ponerle remedio ya.
La crisis del movimiento comunista afecta a todos los partidos comunistas, en España y fuera de España. Nosotros, por supuesto, no somos ajenos a ello y es una de nuestras principales preocupaciones. Pero también te digo que nuestra experiencia nos dicta que no caben las precipitaciones, que fue lo que nos pasó a nosotros en distintos procesos de unidad realizados en el pasado reciente, tanto a nivel de Partido como de los CJC.
Esos procesos fallaron porque se hicieron
con grandes dosis de idealismo, sin que hubiera condiciones
materiales reales para procesos unitarios. Nosotros pensamos que
ahora es un buen momento para que cada partido clarifique sus
posiciones y trabaje para poner en práctica sus análisis y su
intervención entre las masas. No olvidamos que la práctica es el
criterio de verdad y que será el papel de cada cual en la lucha de
clases lo que nos indique por dónde se puede superar la crisis del
movimiento comunista, porque nosotros ya hemos perdido bastante
tiempo en debates que son muy interesantes pero que generalmente
esconden la incapacidad para un trabajo real y efectivo de
organización de la clase.
10. ¿Por que hubo separación en el PCPE?
Porque las contradicciones internas se volvieron antagónicas. Es una frase muy manida pero realmente ha sido así. Durante varios años -no sin intensos debates- se fueron dando pasos importantes en el PCPE para que pudiera cumplir un papel real en la lucha de clases en España, para hacer real lo que se ponía en los documentos en cuanto a la unidad ideológica, política y organizativa. Pero en el proceso hacia el X Congreso se consolidó un grupo que se caracteriza por oponerse, de forma multifacética, a esa unidad. Hablo por ejemplo de quienes promueven posiciones ideológicas ajenas al marxismo-leninismo, de quienes se oponen a un partido más centralizado o de quienes tienen como práctica política decir que asumen las decisiones congresuales y luego hacen lo contrario sistemáticamente.
10. ¿Por que hubo separación en el PCPE?
Porque las contradicciones internas se volvieron antagónicas. Es una frase muy manida pero realmente ha sido así. Durante varios años -no sin intensos debates- se fueron dando pasos importantes en el PCPE para que pudiera cumplir un papel real en la lucha de clases en España, para hacer real lo que se ponía en los documentos en cuanto a la unidad ideológica, política y organizativa. Pero en el proceso hacia el X Congreso se consolidó un grupo que se caracteriza por oponerse, de forma multifacética, a esa unidad. Hablo por ejemplo de quienes promueven posiciones ideológicas ajenas al marxismo-leninismo, de quienes se oponen a un partido más centralizado o de quienes tienen como práctica política decir que asumen las decisiones congresuales y luego hacen lo contrario sistemáticamente.
Contra todas esas posiciones disolventes -que
estaban en el Partido, no se puede negar- se había avanzado mucho,
pero parte de nuestros dirigentes, por razones diversas -personales y
políticas- optaron por organizar un grupo fraccional recurriendo a
la difamación, a la calumnia, al incumplimiento sistemático de los
estatutos y a la manipulación de parte de la militancia, y montaron
una campaña antes, durante y después del X Congreso para romper el
PCPE, para liquidar a muchos cuadros, organizaciones territoriales y
para quebrar los avances dados por los CJC. Afortunadamente
reaccionamos a tiempo y logramos evitar el desastre en el V Pleno del
Comité Central realizado en abril, convocando posteriormente una
Conferencia Central en mayo y un Congreso Extraordinario en
noviembre, que ha acordado unánimemente la expulsión de los
dirigentes del grupo fraccional y ha sentado realmente las bases para
que el PCPE sea un partido unido ideológica, política y
organizativamente.
En su pleno celebrado el 6 de mayo, el Consejo Central de los CJC aprobó unánimemente reconocer como dirección legítima del PCPE al CC que entonces tuve el honor de encabezar. Hay que señalar que los CJC fueron una de las principales víctimas de las maniobras y ataques orquestados por el grupo fraccional y que demostraron una alta capacidad política al resistir esos ataques.
Los CJC son una parte fundamental de nuestro proyecto y han podido participar ampliamente en los debates y sesiones plenarias del XI Congreso.
Si nos fijamos en las condiciones materiales, en España están puestas las bases para poder construir el socialismo. Tenemos un gran desarrollo de las fuerzas productivas, hay una capacidad industrial enorme, la agricultura, la ganadería y los servicios están muy desarrollados. Es decir, en nuestro país se dan las condiciones para satisfacer plenamente las necesidades de la población, lo que falla es que los medios de producción están en manos ajenas, que el fruto de nuestro trabajo beneficia a unos pocos y no a la mayoría trabajadora.
Es
precisamente el factor subjetivo el que está muy atrasado. La
preponderancia de la ideología de la clase dominante es muy fuerte y
la pelea para revertir esa situación es esencial. Hay que esforzarse
enormemente, sobre todo en lo ideológico y en lo político, para
recuperar la conciencia de clase, para recuperar la lucha obrera
revolucionaria y para colocar, como hicieron los bolcheviques, a la
clase obrera en el centro de la política y la economía. A eso está
plenamente dedicado el PCTE.