Nomarpa Noma es militante de la Asociación de Amistad Hispano
Soviética y Unión Proletaria.
1. ¿Cómo ves actualmente la situación actual de la mujer española?
Hablando en general y desde un punto de vista feminista, podemos decir que desde el inicio de la etapa democrático burguesa impuesta tras la muerte del Dictador Franco, la situación de la mujer dio un salto cualitativo en la medida en que ha podido ir incorporándose al mercado de trabajo, adquiriendo en general, una mayor independencia. Esto ha empujado a un nivel de participación social elevada bajo las relaciones establecidas por la sociedad.
La mujer obrera y trabajadora constituye una fuerza productiva necesaria para llevar a cabo la revolución proletaria y el propio desarrollo de la sociedad socialista.
Pero la incorporación al mercado de trabajo ha destapado las contradicciones propias del desarrollo de la mujer como individuo en la sociedad:
.-Su independencia económica no la libera ni de la esclavitud del hogar en tanto que cae sobre ella la responsabilidad de la educación y crianza de los hijos y el cuidado de los mayores ni de la esclavitud asalariada. Por un lado participa en la sociedad creando plusvalía, lo que la somete al capital y, aparte de ejercer como embotelladora, limpiadora, médica, profesora o científica, por otro lado también ejerce como abogada, jueza, policía, militar o presidenta de una comunidad. Es decir, también ejerce de opresora como lo hace el hombre defendiendo el sistema capitalista sin que por ello el hombre deje de considerarla un individuo social de valor fundamentalmente sexual.
Hablando en general y desde un punto de vista feminista, podemos decir que desde el inicio de la etapa democrático burguesa impuesta tras la muerte del Dictador Franco, la situación de la mujer dio un salto cualitativo en la medida en que ha podido ir incorporándose al mercado de trabajo, adquiriendo en general, una mayor independencia. Esto ha empujado a un nivel de participación social elevada bajo las relaciones establecidas por la sociedad.
La mujer obrera y trabajadora constituye una fuerza productiva necesaria para llevar a cabo la revolución proletaria y el propio desarrollo de la sociedad socialista.
Pero la incorporación al mercado de trabajo ha destapado las contradicciones propias del desarrollo de la mujer como individuo en la sociedad:
.-Su independencia económica no la libera ni de la esclavitud del hogar en tanto que cae sobre ella la responsabilidad de la educación y crianza de los hijos y el cuidado de los mayores ni de la esclavitud asalariada. Por un lado participa en la sociedad creando plusvalía, lo que la somete al capital y, aparte de ejercer como embotelladora, limpiadora, médica, profesora o científica, por otro lado también ejerce como abogada, jueza, policía, militar o presidenta de una comunidad. Es decir, también ejerce de opresora como lo hace el hombre defendiendo el sistema capitalista sin que por ello el hombre deje de considerarla un individuo social de valor fundamentalmente sexual.
La sociedad pone en primer lugar, como exige la moral burguesa, su papel como madre por encima de su condición de trabajadora miembro de la sociedad. Así lo reflejan entre otras en lo laboral las brechas salariales con respecto al hombre, las jornadas parciales que ha de realizar para compatibilizar con vida familiar, etc.; u otras de tipo social como la educación que se imparte -siendo mixta no desliga la diferencia biológica de la igualdad como individuos-, las ideas religiosas y sobre todo cómo se la lanza continuamente a que venda su cuerpo como una mercancía sexual para uso de los hombres. Es enorme la violencia física y psíquica que sobre ella se ejerce en el trabajo y en hogar de forma cada vez más brutal.
.-Restablecer niveles de igualdad con el hombre de un lado, frente al aumento de a las condiciones de la existencia de la propiedad privada por otro, la obliga a continuar sometida al interés del sistema y la moral burguesa. Es decir, la prioridad en la sociedad capitalista es perpetuar la explotación mediante herederos que mantengan la propiedad privada (de los medios de producción) y con ella el derecho de apropiación, opresión y explotación y, obligados por el burgués, asegurar la mano de obra. Las consecuencias de esta contradicción son entre otras el abaratamiento de la mano de obra en general en función del valor de fuerza de trabajo de la mujer (que siempre tiende a la baja), mayor competitividad laboral forzando el incremento del ejercito de reserva o dicho de otro modo, el aumento de desempleados sean estos mujeres u hombres.
Esta es la situación de las mujeres en España pero también en el resto del mundo capitalista.
Pero es obligado añadir que el avance hacia la igualdad, ya no ante la vida sino ante la ley, no ha ido acorde con el desarrollo del capitalismo en España aún siendo el nivel de formación de la mujer muy superior - en general- al que tenía en la II República, cuya Constitución recogía derechos para las mujeres que hasta entonces parecían imposibles en España (Constitución de 1931. Titulo III: Derechos y Deberes de los Españoles): se otorgaron los mismos derechos electorales para hombres y mujeres así como la posibilidad de ocupar cargos públicos sin distinción de sexo, igualdad de derechos en el matrimonio y ley del divorcio reconociendo a la mujer el derecho a tener la patria potestad de los hijos, despenalización y abolición del aborto en 1936 por Gobierno de la Generalitat de Catalunya (Cataluña tuvo durante la República la Ley del aborto más progresista de Europa (Jaime Sobresques i Callito 13/02/1983)), asistencia en la maternidad por el Estado y regulación entre otras las bajas por maternidad, el derecho a la educación... Estos derechos eran y son derechos democráticos pero no revolucionarios, no emancipadores. Un sector mayoritario de mujeres, las que pertenecen a la clase obrera y trabajadora, están continuamente sometidas a la esclavitud salarial, del hogar y del cuidado familiar lo que las impide y limita poder acceder en las mismas condiciones que el resto de mujeres a ciertos derechos que, de no ser por ellas, por las obreras, no se hubieran conquistado.
.-Restablecer niveles de igualdad con el hombre de un lado, frente al aumento de a las condiciones de la existencia de la propiedad privada por otro, la obliga a continuar sometida al interés del sistema y la moral burguesa. Es decir, la prioridad en la sociedad capitalista es perpetuar la explotación mediante herederos que mantengan la propiedad privada (de los medios de producción) y con ella el derecho de apropiación, opresión y explotación y, obligados por el burgués, asegurar la mano de obra. Las consecuencias de esta contradicción son entre otras el abaratamiento de la mano de obra en general en función del valor de fuerza de trabajo de la mujer (que siempre tiende a la baja), mayor competitividad laboral forzando el incremento del ejercito de reserva o dicho de otro modo, el aumento de desempleados sean estos mujeres u hombres.
Esta es la situación de las mujeres en España pero también en el resto del mundo capitalista.
Pero es obligado añadir que el avance hacia la igualdad, ya no ante la vida sino ante la ley, no ha ido acorde con el desarrollo del capitalismo en España aún siendo el nivel de formación de la mujer muy superior - en general- al que tenía en la II República, cuya Constitución recogía derechos para las mujeres que hasta entonces parecían imposibles en España (Constitución de 1931. Titulo III: Derechos y Deberes de los Españoles): se otorgaron los mismos derechos electorales para hombres y mujeres así como la posibilidad de ocupar cargos públicos sin distinción de sexo, igualdad de derechos en el matrimonio y ley del divorcio reconociendo a la mujer el derecho a tener la patria potestad de los hijos, despenalización y abolición del aborto en 1936 por Gobierno de la Generalitat de Catalunya (Cataluña tuvo durante la República la Ley del aborto más progresista de Europa (Jaime Sobresques i Callito 13/02/1983)), asistencia en la maternidad por el Estado y regulación entre otras las bajas por maternidad, el derecho a la educación... Estos derechos eran y son derechos democráticos pero no revolucionarios, no emancipadores. Un sector mayoritario de mujeres, las que pertenecen a la clase obrera y trabajadora, están continuamente sometidas a la esclavitud salarial, del hogar y del cuidado familiar lo que las impide y limita poder acceder en las mismas condiciones que el resto de mujeres a ciertos derechos que, de no ser por ellas, por las obreras, no se hubieran conquistado.
Podemos decir que el atraso es enorme si lo comparamos con las conquistas logradas por las mujeres de la Unión Soviética hace 99 años, las cuales por primera vez lograron derechos inimaginables en la sociedad capitalista de entonces y NO CON LAS FEMINISTAS a la cabeza sino con mujeres proletarias que defendieron la participación de la mujer en todos los aspectos de la sociedad y por tanto sin diferencias con el hombre más que las biológicas. Gracias a las conquistas de las mujeres soviéticas, se pudo avanzar en los derechos de las mujeres dentro del campo capitalista. Frenar las luchas por superar esos derechos era y es el objetivo del capitalismo. Así pues podemos afirmar que la Constitución del 78 no es nada innovadora para la mujer; por el contrario sirvió y sirve para frenar a las obreras más luchadoras en favor de los intereses de las mujeres pequeño burguesas y burguesas (la traición de los que se denominaban comunistas sin serlo también abarcó a la lucha de la mujer) que han podido avanzar ocupando puestos de dirección, cargos políticos importantes, gerentes de empresas, etc., y se han convertido en explotadoras frente al empeoramiento en la satisfacción de los intereses de la mujer obrera. Una vez más tenemos que decir que la democracia burguesa es incapaz de conceder derechos si no aumenta el beneficio económico de los capitalistas, sino somete y aumenta la esclavitud asalariada.
Desde el punto de vista marxista, la situación se define dependiendo de la clase social a la que se pertenezca. Y se hace evidente que la mujer que está mucho más preparada intelectualmente es capaz de detectar con mayor rapidez el sometimiento al que puede estar sometida y, aunque no es algo determinante, la formación es importante dado que en el caso de mujeres de clases inferiores que carecen de estudios, la percepción de su situación como mujeres oprimidas y explotadas es menor. Su tiempo es la constante necesidad de sobrevivir el presente, trabajar ellas o los esposos, parejas, hermanos para mantener la familia, tener un techo, sobrevivir a la ansiedad que produce el trajín diario, etc.
Los escasos recursos económicos la fuerzan la mayoría de las veces a someterse bien de forma directa o de forma indirecta. El poder que ejerce la moral burguesa (el amor romántico, de princesas; la religión y la fe en un salvador desconocido y por tanto al que no se puede señalar como responsable; la familia como un clan intocable, facilitan y empujan que la mayoría de las mujeres acaben sometidas a los intereses del hombre.
Con la crisis capitalista aumenta el nivel de extracción de plusvalía tanto directa como indirectamente y, en un país en el que la industria tiene un lugar importante pero relegada por la priorización del sector servicios en beneficio de banqueros y multinacionales (sabemos donde se va ha buscar la mano de obra más barata), se potencia el sometimiento de la mujer. Se ha elevado el número de mujeres que venden su cuerpo por dinero, el numero de mujeres que padecen maltrato psíquico/físico, el fortalecimiento de la preponderancia del hombre como muestra el número de abusos a todos niveles en la sociedad; no son castigados en medida de la barbaridad cometida sino por el contrario se les casi premia. El aumento de comercialización de la mujer como mercancía o la educación indirecta que desde los medios de comunicación se da con respecto al maltrato, abuso, violaciones, etc., presentando de una u otra forma a la mujer como responsable: las condenas hacia el maltratador o violador están ligadas a su buen comportamiento en las cárceles donde no tienen mujer a la que violar o maltratar; ligadas a “la tutela del maltratador por ley, al ser menores, de las hijas/os maltratados”; o culpabilizar indirectamente al señalar “fue drogada y la joven no sabe lo que ha hecho”, etc. ; en ningún caso se culpabiliza total y radicalmente al violador o maltratador de forma directa. Y no digamos ya de los anuncios de marcas de ropa, colonias, etc., y de programas donde se educa para la ignorancia de la mujer y el hombre. Solo en aquellos casos en que el abuso es tan grave, no queda otra que reconocer al monstruo que ha parido la sociedad capitalista. Eso sí, siempre presunto mientras un juicio bajo criterio del que dicta sentencia, no lo demuestre.
Al adquirir su independencia económica, la obrera ya no está atada a ninguna norma, salvo las que le impone la sociedad capitalista: a compartir su vida debiendo aportar su escaso salario a la economía familiar y, si no la comparte, ha de doblegarse para vivir dignamente sometiéndose así, aun ganando su propio salario, a los intereses de quién le impone esas condiciones; mientras las mujeres burguesas se deben al rango y nivel de su clase y la única razón que las une al hombre burgués es la de mantener su estatus de clase.
Y todo ello es aplicable a la mujer obrera inmigrante o a la mujer empresaria de origen extranjero.
Las nuevas relaciones entre individuos empujan a que el concepto de familia cambie pero también es cierto que ello no impide que, dependiendo de la clase social a la que se pertenezca, el carácter de este nuevo tipo de relaciones se dé en una forma u otra. Para una mujer obrera no cambiará su condición de explotada como obrera ni su condición de mujer como una propiedad bajo el criterio de la moral burguesa de la que ella misma tampoco es ajena. También se establecen roles obligados por las condiciones establecidas socialmente, por la forma de vida burguesa.
Por lo tanto no puedo más que señalar que la situación de la mujer en España depende de la clase a la que pertenezca, lo que empuja a que las mujeres obreras se organicen junto a los obreros y como una sola clase revolucionaria empujen hacia la revolución proletaria.
Desde el punto de vista marxista, la situación se define dependiendo de la clase social a la que se pertenezca. Y se hace evidente que la mujer que está mucho más preparada intelectualmente es capaz de detectar con mayor rapidez el sometimiento al que puede estar sometida y, aunque no es algo determinante, la formación es importante dado que en el caso de mujeres de clases inferiores que carecen de estudios, la percepción de su situación como mujeres oprimidas y explotadas es menor. Su tiempo es la constante necesidad de sobrevivir el presente, trabajar ellas o los esposos, parejas, hermanos para mantener la familia, tener un techo, sobrevivir a la ansiedad que produce el trajín diario, etc.
Los escasos recursos económicos la fuerzan la mayoría de las veces a someterse bien de forma directa o de forma indirecta. El poder que ejerce la moral burguesa (el amor romántico, de princesas; la religión y la fe en un salvador desconocido y por tanto al que no se puede señalar como responsable; la familia como un clan intocable, facilitan y empujan que la mayoría de las mujeres acaben sometidas a los intereses del hombre.
Con la crisis capitalista aumenta el nivel de extracción de plusvalía tanto directa como indirectamente y, en un país en el que la industria tiene un lugar importante pero relegada por la priorización del sector servicios en beneficio de banqueros y multinacionales (sabemos donde se va ha buscar la mano de obra más barata), se potencia el sometimiento de la mujer. Se ha elevado el número de mujeres que venden su cuerpo por dinero, el numero de mujeres que padecen maltrato psíquico/físico, el fortalecimiento de la preponderancia del hombre como muestra el número de abusos a todos niveles en la sociedad; no son castigados en medida de la barbaridad cometida sino por el contrario se les casi premia. El aumento de comercialización de la mujer como mercancía o la educación indirecta que desde los medios de comunicación se da con respecto al maltrato, abuso, violaciones, etc., presentando de una u otra forma a la mujer como responsable: las condenas hacia el maltratador o violador están ligadas a su buen comportamiento en las cárceles donde no tienen mujer a la que violar o maltratar; ligadas a “la tutela del maltratador por ley, al ser menores, de las hijas/os maltratados”; o culpabilizar indirectamente al señalar “fue drogada y la joven no sabe lo que ha hecho”, etc. ; en ningún caso se culpabiliza total y radicalmente al violador o maltratador de forma directa. Y no digamos ya de los anuncios de marcas de ropa, colonias, etc., y de programas donde se educa para la ignorancia de la mujer y el hombre. Solo en aquellos casos en que el abuso es tan grave, no queda otra que reconocer al monstruo que ha parido la sociedad capitalista. Eso sí, siempre presunto mientras un juicio bajo criterio del que dicta sentencia, no lo demuestre.
Al adquirir su independencia económica, la obrera ya no está atada a ninguna norma, salvo las que le impone la sociedad capitalista: a compartir su vida debiendo aportar su escaso salario a la economía familiar y, si no la comparte, ha de doblegarse para vivir dignamente sometiéndose así, aun ganando su propio salario, a los intereses de quién le impone esas condiciones; mientras las mujeres burguesas se deben al rango y nivel de su clase y la única razón que las une al hombre burgués es la de mantener su estatus de clase.
Y todo ello es aplicable a la mujer obrera inmigrante o a la mujer empresaria de origen extranjero.
Las nuevas relaciones entre individuos empujan a que el concepto de familia cambie pero también es cierto que ello no impide que, dependiendo de la clase social a la que se pertenezca, el carácter de este nuevo tipo de relaciones se dé en una forma u otra. Para una mujer obrera no cambiará su condición de explotada como obrera ni su condición de mujer como una propiedad bajo el criterio de la moral burguesa de la que ella misma tampoco es ajena. También se establecen roles obligados por las condiciones establecidas socialmente, por la forma de vida burguesa.
Por lo tanto no puedo más que señalar que la situación de la mujer en España depende de la clase a la que pertenezca, lo que empuja a que las mujeres obreras se organicen junto a los obreros y como una sola clase revolucionaria empujen hacia la revolución proletaria.
2. ¿Hay
diferencias económicas y de explotación laboral entre el hombre y
la mujer? Me gustaría que dieses un ejemplo.
Que en general la fuerza de trabajo que vende la mujer la compra más barata el empresario obteniendo mayor plusvalía (es decir que salario es más bajo), es innato al sistema capitalista a pesar de que desde el campo burgués se enmascara o maquilla. Por ejemplo la información que parte precisamente de fuentes burguesas pretende hacernos creer que la mujer tiene trabajo precisamente porque aumenta el número de desempleados masculinos.
Ejemplo: “en 2007, ultimo año del ciclo expansivo, la tasa de actividad masculina española era del 63,3 por 100 y la femenina del 48,9 por 100, lo que supone una diferencia de 20 puntos porcentuales, frente a 15 en la media de la Unión. (…) posteriormente con la crisis y, fundamentalmente, en respuesta al fuerte aumento del desempleo masculino, la tasa de actividad femenina siguió aumentando, hasta situarse en 2010 en el 52,3 por cien, mientras que la masculina se redujo ligeramente, (…)” (Sesión ordinaria del Pleno de 30 de noviembre de 2011. Informe 01/2011. Sobre la situación de las mujeres en la realidad sociolaboral española.)
A la manera populista, la pregunta es: ¿Por qué contratan mujeres si las circunstancias empresariales y de escaso beneficio han obligado a despedir a los hombres para ahorrar en gastos?
Ejemplo: “…Hasta 2008, en torno al 48 por cien de las mujeres no trabajaban y no buscaban empleo por estar al cuidado de niños o adultos dependientes o por dedicarse a otras obligaciones familiares, frente a apenas el 3,8 por cien de los hombres. A partir de dicha fecha, y coincidiendo con la crisis económica, se percibe un descenso del porcentaje de mujeres inactivas por estas razones (de siete puntos porcentuales), lo que muy probablemente sea reflejo de la incorporación al mercado de trabajo de las mujeres para suplir la falta de empleo de la pareja.” (Idem)
Es cierto que la mujer en general está peor considerada y peor retribuida económicamente que el hombre. Así en el estudio “Mujeres y poder empresarial en España” avalado por el Ministerio de Igualdad y publicado por La Secretaria General de Políticas de Igualdad del Instituto de la Mujer, se concluye entre otras que:
“Las mujeres directivas realizan un mayor esfuerzo personal; En particular, mayores esfuerzos para conciliar; Las directivas realizan un mayor esfuerzo profesional; Las directivas tienen peores condiciones laborales; El sector en que se encuentran recogidas las empresas con mayor poder es el de servicios financieros; Las empresas pueden ser consideradas mayormente como empresas grandes; Mayoritariamente son empresas que cotizan en el mercado continuo;(…)
La posición de la mujer respecto a la temporalidad mejora en los puestos de dirección (grafico 14). El 38,86% del empleo en puestos de dirección es cubierto por mujeres a través de la realización de contratos temporales, el 61,14% lo ocupan los hombres. En el caso del resto del empleo, el empleo temporal femenino es del 46,20% y el resto 53,8% es realizado por hombres. Estas diferencias marcan la existencia de una cierta ventaja relativa en torno a la contratación temporal para la mujer en los puestos de dirección.(…)”
Ejemplo: “en 2007, ultimo año del ciclo expansivo, la tasa de actividad masculina española era del 63,3 por 100 y la femenina del 48,9 por 100, lo que supone una diferencia de 20 puntos porcentuales, frente a 15 en la media de la Unión. (…) posteriormente con la crisis y, fundamentalmente, en respuesta al fuerte aumento del desempleo masculino, la tasa de actividad femenina siguió aumentando, hasta situarse en 2010 en el 52,3 por cien, mientras que la masculina se redujo ligeramente, (…)” (Sesión ordinaria del Pleno de 30 de noviembre de 2011. Informe 01/2011. Sobre la situación de las mujeres en la realidad sociolaboral española.)
A la manera populista, la pregunta es: ¿Por qué contratan mujeres si las circunstancias empresariales y de escaso beneficio han obligado a despedir a los hombres para ahorrar en gastos?
Ejemplo: “…Hasta 2008, en torno al 48 por cien de las mujeres no trabajaban y no buscaban empleo por estar al cuidado de niños o adultos dependientes o por dedicarse a otras obligaciones familiares, frente a apenas el 3,8 por cien de los hombres. A partir de dicha fecha, y coincidiendo con la crisis económica, se percibe un descenso del porcentaje de mujeres inactivas por estas razones (de siete puntos porcentuales), lo que muy probablemente sea reflejo de la incorporación al mercado de trabajo de las mujeres para suplir la falta de empleo de la pareja.” (Idem)
Es cierto que la mujer en general está peor considerada y peor retribuida económicamente que el hombre. Así en el estudio “Mujeres y poder empresarial en España” avalado por el Ministerio de Igualdad y publicado por La Secretaria General de Políticas de Igualdad del Instituto de la Mujer, se concluye entre otras que:
“Las mujeres directivas realizan un mayor esfuerzo personal; En particular, mayores esfuerzos para conciliar; Las directivas realizan un mayor esfuerzo profesional; Las directivas tienen peores condiciones laborales; El sector en que se encuentran recogidas las empresas con mayor poder es el de servicios financieros; Las empresas pueden ser consideradas mayormente como empresas grandes; Mayoritariamente son empresas que cotizan en el mercado continuo;(…)
La posición de la mujer respecto a la temporalidad mejora en los puestos de dirección (grafico 14). El 38,86% del empleo en puestos de dirección es cubierto por mujeres a través de la realización de contratos temporales, el 61,14% lo ocupan los hombres. En el caso del resto del empleo, el empleo temporal femenino es del 46,20% y el resto 53,8% es realizado por hombres. Estas diferencias marcan la existencia de una cierta ventaja relativa en torno a la contratación temporal para la mujer en los puestos de dirección.(…)”
En cuanto a las brechas salariales según publica Cinco Días, a fecha de 15/11/2016 en su versión digital, “…Si bien, el INE precisa que este análisis por sectores no tiene en cuenta las características personales de cada trabajador, lo que supone que estas medias retributivas están muy influenciadas por la cantidad de hombres o mujeres que trabajan en el sector o el tipo de cargos (de base o directivos) que ostentan en dichas ocupaciones.
Hecha esta precisión las empresas del sector del comercio y la reparación de vehículos son las que pagan los salarios con mayores diferencias: la retribución media por hora de las mujeres es un 26,1% inferior a la de los hombres.
En segundo lugar se sitúan las actividades sanitarias, con una diferencia a favor de los hombres del 25,4%. En estos dos primeros casos se explican sobre todo por la presencia mayoritaria de mujeres en los puestos salariales más bajos frente a los directivos y mandos intermedios, que aun siendo notablemente menores, multiplican sus salarios muy por encima de los de las mujeres.
El tercer sector donde las mujeres cobran menos que los hombres es la industria manufacturera (24,3%), seguido de las profesionales científicas y técnicas (23,5%) y las empresas del sector financiero y de seguros, donde las mujeres ganan de media un 23,1% menos que los hombres.
Por el contrario, y debido a la fuerte presencia mayoritaria de los hombres, las actividades más igualitarias en el pago son la construcción, donde la brecha es del 4,1% y el transporte y almacenamiento (9,5%).”
Y según la Secretaria de la mujer de CCOO en Navarra “la desigualdad de remuneración laboral es un problema persistente y universal. Desde que comenzaron a formar parte de la llamada “población activa”, las mujeres, en general, han tenido un salario inferior al de los hombres .Utilizando el indicador salario/anueal y el enfoque salario hombre/mujer se obtiene que en Navarra, los últimos datos apuntan que debería AUMENTARSE el salario de las mujeres un 42% para equipararse a los hombres, según la Encuesta de Estructura Salariasl 2014”
Lo cierto es que mientras los beneficios que obtiene el/la capitalista son los que él/ella mismo/a considera satisfactorios, el hombre conserva su puesto de trabajo (rebajando su sueldo y condiciones laborales si interesa) y se defiende que sea la mujer la que se ocupe del hogar y cuidados de la familia –y ojo que cuando se habla del paro masculino nada se dice de que cuide de la familia o se ocupe del hogar-. Cuando la crisis se agudiza, los beneficios bajan o se reparten mal entre la propia burguesía, entonces se lanza a la mujer fuera del hogar: aumenta el despido de hombres a los que reponen con jóvenes trabajadores y mano de obra femenina a los que hacen trabajar el doble de horas para evitar gastar en más mano de obra. Consiguen bajar salarios y aumentar las necesidades de la familia para obtener alimentos y productos de calidad para sobrevivir. Las mujeres son más propicias a vender su fuerza de trabajo por cualquier valor que le permita sacar a sus hijos adelante.
3. ¿Un o una feminista solo tiene como objetivo derrotar al patriarcado o es mucho más profundo?
Pues no sé si el verdadero objetivo de un feminista o una feminista es la de derrotar al patriarcado pero como marxista creo que lo tienen complicado si no son capaces de enfrentar antes al sistema capitalista de producción que establece relaciones que lo engendran, así como engendra la desigualdad social , la desigualdad entre individuos, sean esos hombres o mujeres, y destruye el hábitat de estos.
Según Victoria Sau "El feminismo, es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera”.
Es decir esta definiendo el patriarcado como un sistema social de explotación independiente del sistema social de producción (son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción), equipara a todos los hombres por igual dentro de la sociedad sin distinción del lugar que ocupan en ese “modelo” de producción y de igual forma hace con las mujeres. Gracias a la existencia de las mujeres obreras las burguesas se dieron cuenta de que valían para algo más que para ser muñecas de porcelana.
Hecha esta precisión las empresas del sector del comercio y la reparación de vehículos son las que pagan los salarios con mayores diferencias: la retribución media por hora de las mujeres es un 26,1% inferior a la de los hombres.
En segundo lugar se sitúan las actividades sanitarias, con una diferencia a favor de los hombres del 25,4%. En estos dos primeros casos se explican sobre todo por la presencia mayoritaria de mujeres en los puestos salariales más bajos frente a los directivos y mandos intermedios, que aun siendo notablemente menores, multiplican sus salarios muy por encima de los de las mujeres.
El tercer sector donde las mujeres cobran menos que los hombres es la industria manufacturera (24,3%), seguido de las profesionales científicas y técnicas (23,5%) y las empresas del sector financiero y de seguros, donde las mujeres ganan de media un 23,1% menos que los hombres.
Por el contrario, y debido a la fuerte presencia mayoritaria de los hombres, las actividades más igualitarias en el pago son la construcción, donde la brecha es del 4,1% y el transporte y almacenamiento (9,5%).”
Y según la Secretaria de la mujer de CCOO en Navarra “la desigualdad de remuneración laboral es un problema persistente y universal. Desde que comenzaron a formar parte de la llamada “población activa”, las mujeres, en general, han tenido un salario inferior al de los hombres .Utilizando el indicador salario/anueal y el enfoque salario hombre/mujer se obtiene que en Navarra, los últimos datos apuntan que debería AUMENTARSE el salario de las mujeres un 42% para equipararse a los hombres, según la Encuesta de Estructura Salariasl 2014”
Lo cierto es que mientras los beneficios que obtiene el/la capitalista son los que él/ella mismo/a considera satisfactorios, el hombre conserva su puesto de trabajo (rebajando su sueldo y condiciones laborales si interesa) y se defiende que sea la mujer la que se ocupe del hogar y cuidados de la familia –y ojo que cuando se habla del paro masculino nada se dice de que cuide de la familia o se ocupe del hogar-. Cuando la crisis se agudiza, los beneficios bajan o se reparten mal entre la propia burguesía, entonces se lanza a la mujer fuera del hogar: aumenta el despido de hombres a los que reponen con jóvenes trabajadores y mano de obra femenina a los que hacen trabajar el doble de horas para evitar gastar en más mano de obra. Consiguen bajar salarios y aumentar las necesidades de la familia para obtener alimentos y productos de calidad para sobrevivir. Las mujeres son más propicias a vender su fuerza de trabajo por cualquier valor que le permita sacar a sus hijos adelante.
3. ¿Un o una feminista solo tiene como objetivo derrotar al patriarcado o es mucho más profundo?
Pues no sé si el verdadero objetivo de un feminista o una feminista es la de derrotar al patriarcado pero como marxista creo que lo tienen complicado si no son capaces de enfrentar antes al sistema capitalista de producción que establece relaciones que lo engendran, así como engendra la desigualdad social , la desigualdad entre individuos, sean esos hombres o mujeres, y destruye el hábitat de estos.
Según Victoria Sau "El feminismo, es un movimiento social y político que se inicia formalmente a finales del siglo XVIII -aunque sin adoptar todavía esta denominación- y que supone la toma de conciencia de las mujeres como grupo o colectivo humano, de la opresión, dominación, y explotación de que ha sido y son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción, lo cual las mueve a la acción para la liberación de su sexo con todas las transformaciones de la sociedad que aquélla requiera”.
Es decir esta definiendo el patriarcado como un sistema social de explotación independiente del sistema social de producción (son objeto por parte del colectivo de los varones en el seno del patriarcado bajo sus distintas fases históricas de modelo de producción), equipara a todos los hombres por igual dentro de la sociedad sin distinción del lugar que ocupan en ese “modelo” de producción y de igual forma hace con las mujeres. Gracias a la existencia de las mujeres obreras las burguesas se dieron cuenta de que valían para algo más que para ser muñecas de porcelana.
Y esa definición, que puede llevar a engaños, está en oposición a lo que hemos señalado y demostrado en las preguntas anteriores. El sistema capitalista es el que individualiza dividiendo el colectivo para hacerlo más vulnerable a la explotación, la opresión y el saqueo; es el que hace que la mujer obrera y trabajadora, mediante la firma del contrato laboral, se convierta en esclava en las mismas condiciones que el obrero, a la vez que hace que la mujer burguesa tenga poder para esclavizar y someter a la otra mujer, a la obrera.
Y partiendo de esto, los que desde el marxismo se definen como feministas marxistas, desde luego olvidan las reglas con las que Marx caracteriza el capitalismo y por las que este sistema se rige y que tienen como base la existencia de la propiedad privada. Cuando se dé la abolición de la propiedad privada de los medios de producción y su sustitución por la propiedad social, y cuando la mujer participe plenamente en la producción de bienes sociales en un sistema que no se base en la explotación y la opresión, solo entonces, la mujer tendrá plena equiparación ante la ley y la vida con el hombre.
Cuando se establece la división social del trabajo el hombre se hace con el mando social y la mujer se ve atada a las decisiones sociales de él. El patriarcado se impone al imponerse el interés de posesión y de mantener esa posesión: la tierra, el ganado, el agua, el transporte… y la mujer que ha de criar a los herederos.
Con el imperialismo capitalista rige la moral burguesa. Ahora bien, precisamente porque se desarrolla el capitalismo cada vez más, la socialización dentro de él también se desarrolla y la mujer se ha socializado formando parte el ejercito de obreros y de otro dirigiendo países y empresas,… Esto indica que la moral burguesa también se va adaptando y modificando a los nuevos intereses.
A pesar de ello la mujer llegará al socialismo en mejores condiciones gracias a la lucha de la mujer pero sobre todo a la lucha como obrera por dejar de ser esclava del capital lucha que ha hecho y debe hacer necesariamente junto al hombre obrero y trabajador.
Cuando se establece la división social del trabajo el hombre se hace con el mando social y la mujer se ve atada a las decisiones sociales de él. El patriarcado se impone al imponerse el interés de posesión y de mantener esa posesión: la tierra, el ganado, el agua, el transporte… y la mujer que ha de criar a los herederos.
Con el imperialismo capitalista rige la moral burguesa. Ahora bien, precisamente porque se desarrolla el capitalismo cada vez más, la socialización dentro de él también se desarrolla y la mujer se ha socializado formando parte el ejercito de obreros y de otro dirigiendo países y empresas,… Esto indica que la moral burguesa también se va adaptando y modificando a los nuevos intereses.
A pesar de ello la mujer llegará al socialismo en mejores condiciones gracias a la lucha de la mujer pero sobre todo a la lucha como obrera por dejar de ser esclava del capital lucha que ha hecho y debe hacer necesariamente junto al hombre obrero y trabajador.
4. ¿Cómo
ves el feminismo en la actualidad del movimiento comunista?
Responderé con palabras de Clara Zetkin, a la que definen como feminista y nada más lejos de la realidad. Ella renegaba del movimiento feminista burgués y definía al movimiento que desde las socialistas defendía los derechos de las mujeres frente a los de los hombres como movimiento femenino siempre en el marco de la lucha de clase.
Clara Zetkin |
“Las
reivindicaciones del movimiento femenino burgués han demostrado ser
impotentes para garantizar los plenos derechos de todas las mujeres.
Naturalmente, el afianzamiento de estas reivindicaciones reviste un
significado que no debe ser subvalorado ya que, por una parte, la
sociedad burguesa y su Estado abandonan oficialmente el viejo
prejuicio de la inferioridad del sexo femenino y, por otra, con la
equiparación de la mujer reconocen su igualdad social. Sin embargo,
en la praxis, la realización de las reivindicaciones femeninas
conduce esencialmente a una modificación del sistema capitalista a
favor de las mujeres y las adolescentes de las clases poseedoras,
mientras la abrumadora mayoría de proletarias, de las mujeres del
pueblo trabajador, se ven tan expuestas como antes, en su calidad de
oprimidas y explotadas, a que se manipule su personalidad y a que se
menosprecien sus derechos y de sus intereses.
Mientras
el capitalismo exista, el derecho de la mujer a disponer libremente
de su patrimonio y de su persona representa solamente el último
estadio de emancipación de la propiedad y de las posibilidades de
explotación de las proletarias por parte de los capitalistas. El
derecho de la mujer a la misma formación y profesión que el hombre
puede alcanzar, abre a las mujeres de los poseedores los llamados
sectores profesionales superiores, poniendo con ello en acción el
principio de la concurrencia capitalista, con la que se agudiza el
contraste económico y social entre los sexos. Finalmente, la más
importante y grandiosa de las reivindicaciones feministas –la que
proclama la plena equiparación política de los dos sexos, y en
particular el reconocimiento del derecho de voto tanto para elegir
como para ser elegida- es decididamente insuficiente para asegurar
derechos y libertad a las mujeres pobres o de pocos posibles. ”
(Directrices para el Movimiento Comunista Femenino. 1920)
Esta
cita es totalmente actual. Sería deseable que las feministas y
aquellas que se reclaman del Marxismo y el socialismo no la definan
como feminista, tomen nota y nunca más tergiversen el pensamiento
Marxista de Clara Zetkin que antepuso siempre la lucha de clases y la
pertenencia a la clase obrera de la mujer que trabajaba en la
fabrica, limpiando o criando a sus hijos con pan y agua.
5. ¿Cómo
ves la formación y lucha feministas que lleva CC.OO?
Creo
que se esta dando de forma mayoritaria desde el campo de los
intereses de la pequeña burguesía. De la mujer pequeño burguesa
favoreciendo los intereses de la burguesía, de los empresarios, del
capital.
Hay
sectores en los que preocupan más las capas intermedias como
médicas, técnicas, dejando a su propia lucha o a casi un segundo
plano sectores de limpieza o de mano de obra manual. Y esto es
así, de forma pautada, poco a poco, desde que se desorganiza a la
clase obrera arrebatándole su ideología, traicionando sus intereses
de clase y poniéndolos al servicio del sistema burgués. Claro que
el sindicato debe ejercer de tal y más cuando afirma defender los
derechos de las trabajadoras y trabajadores.
Debería
quedar más en segundo plano ese abuso de reivindicar la igualdad de
la mujer con el hombre pues sabemos que es imposible bajo el sistema
de explotación, y poner en primer plano la lucha por sus derechos
como obrera y trabajadora, como miembro de la clase obrera. Es decir,
recuperando su carácter de sindicato de clase, priorizar la lucha
por la igualdad con respecto a las mujeres burguesas que sí pueden
disfrutar de privilegios por los que han luchado las obreras; y
conjuntamente a esto, reivindicar el "igual trabajo, igual
salario", no para las mujeres y hombres burgueses sino para las
obreras y obreros. Esta reivindicación se hace pero sin deslindar
intereses de clase. Aparece esporádicamente, según esté la
correlación de fuerzas en interés de la pequeña burguesía que
forma parte de esa izquierda que ha perdido “bienestar social”.
Hay
que transformar la lucha de la mujer obrera en la lucha de la clase
obrera organizada en el sindicato, pues los hombres lucharían por
esa misma consigna. Sirva para aclarar al respecto: el enemigo de la
mujer obrera es el capitalista, la capitalista, los y las opresoras.
El hombre obrero es su mayor aliado. Solo hay que hacerle comprender
que el desarrollo de la sociedad y el nivel de explotación empujan a
que deje de ser él quién organice la sociedad como obrero porque
ahora, la mujer también es obrera, participa de la creación de
riqueza de forma directa y por tanto en igualdad de condiciones para
junto a él, organizar la sociedad. Pues es esto lo que demuestra
nuestra historia, la historia del movimiento obrero cuando conquistó
el Poder en el País de los Soviets. Y ningún marxista debería
negar que puedan cometerse errores, pues por algo somos dialécticos.
Como
afiliada a CCOO hago mi crítica con todo el respeto que me merecen
los y las miembros de la clase obrera afiliados a él y cada día
luchan en beneficio de los intereses de los y las trabajadores.
6. ¿Qué es un feminismo proletario?
Es
una versión reformista y revisionista de la lucha por los derechos
de las mujeres obreras y trabajadoras, de la lucha de la mujer
proletaria para ser reconocida como tal y por tanto con los mismos
derechos que el obrero.
El
feminismo entra dentro de la ideología de la pequeña burguesía que
ha penetrado en el seno del movimiento proletario femenino
corrompiendo la ideología proletaria, como ocurrió con el
reformismo, el revisionismo y el eurocomunismo.
Considero
que ya está respondido en anteriores preguntas.
7. A
tu parecer compañera ¿Existe este feminismo actualmente en España?
Existe
el feminismo, existe la ideología feminista, claro que existe.
Desafortunadamente la gran masa de trabajadoras se rigen por la
propaganda feminista y se ven apartadas de la verdadera lucha contra
sus explotadores y opresores., único medio por el cual obtendrán la
igualdad ante la ley y la vida.
Los
informativos se llenan de casos en que las mujeres son violadas y
agredidas, lo cual siendo cierto no equivale a los millones de
mujeres que padecen la explotación capitalista y su moral, las
religiones y con ella las miserias, la pobreza para ella y sus hijos,
las guerras, etc. Este aspecto de la vida de las mujeres lo tapan, lo
encubren o relegan.
Las
millones de mujeres que sufren el acoso de los empresarios y mafiosos
del capital para que trabajen más duramente, saltándose las normas
de salud laboral, forzando a más horas de trabajo y por menos
salario lo que a corto plazo las convierte en enfermas de por vida; y
rebaja su calidad de vida y de sus hijos. No solo están en las
fábricas, sino de cajeras en los supermercados, de limpiadoras en
oficinas, centros comerciales o centros sanitarios, como camareras de
hoteles, como recogedoras de la fresa, el tomate, las aceitunas…. Y
no podemos olvidar la situación de mujeres que están solas por
decisión propia u obligadas, a las que se les quita el medio de vida
y sin poder vender su fuerza de trabajo como otras tantas, han de
vender su cuerpo como mercancía.
8. ¿Qué te ha parecido que mujeres de etnia gitana se organicen para
reivindicar su feminismo?
Claro,
es positivo que las mujeres en general conozcan el feminismo. Lo que
no han de hacer es creérselo y deben superarlo. Para ello necesitan
sobre todo convertirse en fuerzas productivas, participar en la
producción de la riqueza social, incorporarse así a la sociedad sin
ser catalogadas su procedencia genética, sean de etnia gitana o de
raza árabe. Lo que determina su posición social en la sociedad de
clases es el eslabón que ocupan en la cadena de producción. Si se
mantienen al margen de la producción de riquezas sociales, se
mantendrán también al margen de sus reglas, de sus normas. Y como
estamos hartos de comprobar quienes vivimos en barrios obreros, esta
situación beneficia al capital como instrumento de movilización de
dinero negro y como instrumento desestabilizador en la sociedad.
En el caso de la etnia gitana quizás haya que integrar no solo a la mujer. De poco sirve que ella se integre si el compañero, el hermano, el hijo se dedica a ganarse la vida a costa de otros. La educación social para la integración debe basarse precisamente en que no exista la propiedad privada y los medios de producción se socialicen. Esto es aplicable a todas las razas y etnias. Y el propio desarrollo del capitalismo va exigiendo que estas etnias o grupos sociales se vayan integrando poco a poco en la sociedad. Comenzando por la educación integrada de los menores.
9. ¿La
propaganda sexista infunde mucho en las ideas y posiciones machistas?
Claro.
La propaganda sexista parte de la moral imperante y, como ya he
señalado, convierte en esclavos y propiedad a unas/os sobre
otras/os. Esta moral pretende que la mujer sea un instrumento al
servicio de los intereses del hombre pero no se puede controlar a
todos los hombres, y ese servicio va más allá de la mera
reproducción de burgueses o proletarios. Se convierte en objeto
sexual a utilizar socialmente. Ya hemos hablado de anuncios,
programas pero también de cómo se cuenta la historia , de cómo se
permite que niñas menores bailen insinuándose y se aplauda mientras
se aplaude también a niños menores que se disfrazan o hacen de
hombres fuertes y ogros. Y las posiciones machistas son aplicables
tanto a mujeres como hombres, dado que ambos sexos reciben la
educación bajo criterio burgués. Actualmente nadie niega el poder
que ejercen las redes sociales. Basta que se ponga de moda una idea
para que todos la asuman. Imagina que la idea sea lanzada desde el
lado opuesto a la dignidad, la responsabilidad y la educación
igualitaria para niños y niñas.
La
religión es un importante pilar sino el más sagrado, nunca mejor
dicho, de esa moral. Nadie va a misa pero todos dan una misa cuando
un amigo o familiar muere.
10. La
revolución será feminista o no será ¿Esperas que la
reconstrucción del partido comunista ayude a la emancipación de la
mujer trabajadora y explotada?
La
revolución proletaria fue y será proletaria, de la clase obrera.
Por lo tanto la revolución será pero no feminista sino de los
hombres y mujeres miembros de la clase obrera y resto de trabajadores
que en alianza busquen la supresión del capitalismo.
No
sé que fundamento histórico tiene tamaña tontería de consigna
(con mis respetos a quienes creyendo en el socialismo defienden tal
consigna) para las obreras y obreros. Con ella en nada se beneficia
la participación de la obrera como clase y en nada a la revolución
proletaria.
Si,
para que la clase obrera tome el poder, la revolución ha de ser
feminista, me temo que entonces sí será la utopía irrealizable.
Quizás sea lo que se busca.
Si
los bolcheviques hubieran tenido que esperar a que la mujer
conquistara la igualdad con los hombres, incluso en las leyes para
tomar el poder, no se cumplirían ahora 99 años de tan
importante hazaña y ejemplo histórico para la clase obrera.
El
marxismo defiende el desarrollo de las fuerzas productivas que como
vemos cada día incluye a las mujeres; defendemos la participación
de la mujer obrera en la sociedad conscientes de que solo podrá
emanciparse si destruye las viejas relaciones de producción, la
propiedad privada de los medios de producción y conquista el
socialismo; Por tanto siempre hemos sabido que la mujer obrera y
trabajadora fue y será participe de la revolución proletaria. De
nuevo, así lo demuestra la revolución de la Comuna de París y así
lo demuestra la Revolución de Octubre en Rusia cuya chispa fue
precisamente la manifestación de las mujeres en un ocho de marzo por
el pan y la paz.
Y
si el Partido se rige por la ideología de la clase obrera, la
dialéctica y los principios del Marxismo (Marx y Engels), no solo
creo, digo que es posible. El partido de Lenin, el PC (bolchevique)
de Rusia así lo hizo convirtiéndose su historia en la escuela más
valiosa para las mujeres y hombres de la clase obrera de hoy en todo
el mundo.
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