1. Hace años os llamabais GKB (Gazte Komuniten Batasuna) ¿Por qué el cambio de nombre a EKB (Euskal Komunisten Batasuna)?
Prácticamente desde la fundación de GKB en 2006 consideramos que no podíamos ser una organización exclusivamente de jóvenes, pues ‘Gazte’ en euskera significa eso. Sin embargo, elegimos como nombre Unión de Jóvenes Comunistas para continuar el trabajo político e ideológico que veníamos desarrollando en la antigua Gazte Komunistak, organización juvenil del PCE-EPK, de la que nos desvinculamos unos meses antes.
Hace unos años decidimos cambiar de nombre para actuar como organización comunista, digamos, intergeneracional, sin esa atadura a la palabra ‘joven’, por una parte, y también por la incorporación de militantes que ya no respondían a dicha definición. El corpus ideológico y organizativo es el mismo.
2. ¿Cómo consideráis que se ha llevado la gestión del COVID19 en EH?
La crisis sanitaria provocada por el Coronavirus ha puesto a las claras los límites del actual sistema para responder a las necesidades de la mayoría. Durante años se nos ha vendido que el sistema sanitario español, con el de la CAV a la vanguardia, era de los mejores del mundo. Pero nos metieron a todos en casa porque faltaban profesionales, infraestructura y recursos propios para hacer frente a la primera ola. Había que reducir al mínimo el contacto entre personas para evitar la propagación del virus, pero Urkullu, guía luminoso del empresariado vasco, mandó al tajo a miles de trabajadores porque la producción no podía pararse. Fueron los propios trabajadores de Mercedes en Gasteiz, por ejemplo, quienes obligaron a cerrar la fábrica ante la falta de garantías sanitarias. Y como ellos, otros miles en las cuatro provincias tuvieron que plantarse. Durante todo este tiempo se nos ha vendido que el culpable de los brotes era el pueblo, no los gestores del régimen por su incapacidad para defenderlo. Los politicastros que sufrimos se han dedicado a salvar el verano, las navidades y la Semana Santa sin hacer ningún caso a quienes diariamente se dedicaban a analizar los distintos datos que arrojaba la presencia del virus en nuestras calles. Sabemos de primera mano que los cargos políticos del Gobierno vasco desdeñaban ciertos datos que contradecían sus planes y políticas de relajación de las medidas sanitarias. Ha sido todo un circo en el que la población ejercía de león amaestrado. Durante todo este año y medio los administradores del capitalismo únicamente han pensado en salvar al empresariado. Se ha visto que sin mano de obra ellos son incapaces de producir absolutamente nada. El dinero de los ERTEs ha salido del bolsillo de los propios trabajadores, que además han visto reducido su salario un 30% durante ese tiempo. El Estado y las comunidades autónomas ahora se preparan para apuntalar al gran capital con dinero público. Aún no hemos escuchado a ninguno de los incapaces que ocupan responsabilidades de gobierno decir que van a ampliar las plantillas sanitarias, aumentar la capacidad de respuesta del sistema público de salud y a dotarnos de una industria que responsa a nuestras necesidades presentes y futuras para no depender de otros países.
3. ¿Debe existir un rumbo de unidad comunista y antifascista con el papel de VOX en la política española?
Nosotros siempre vamos a apostar por la unidad comunista. La pregunta es, ¿cómo debe darse esta unidad? La respuesta es bastante difícil y realmente no podemos dar una receta porque no estamos para dar lecciones a nadie. Durante los últimos veinte años ha habido dos procesos de unidad PCPE-PCOE, dos ediciones del Encuentro Estatal de Organizaciones Marxistas-Leninistas, una escuela unitaria de juventudes comunistas, el resurgir del PCE(ml) con la unión de distintos grupos, la confluencia PCPE-UP-UJC de Madrid, unidad de acción PCE(ml)-UP…y otras muchas iniciativas que ahora mismo no recordamos porque todas son el reflejo de un fracaso de los comunistas de toda España para ponernos de acuerdo, a pesar de leer los mismos libros, llevar los mismos colores y celebrar los mismos aniversarios. En algo estamos fallando si ahora la clase obrera no se reconoce a sí misma y la izquierda está infectada por la ideología liberal, el individualismo y los colorines. Sin una unidad comunista, sin el factor ideológico subjetivo que es el Partido, es muy difícil plantear un movimiento antifascista como el que podemos tener en mente cada uno de nosotros. Sin una dirección revolucionaria, el peligro de cualquier iniciativa antifascista unitaria es caer en una desviación izquierdista, entre anarquista y posmoderna.
Y de hecho es lo que sucede comúnmente. En 2009 planteamos públicamente al antifascismo organizado de Bizkaia sacar el movimiento de la marginalidad y convertirlo en un movimiento de masas vinculado a la lucha de clases (aquí el documento). Por intereses personales y económicos de quien controlaba el cotarro la cosa no pudo desarrollarse. En 2014 volvimos a buscar la unidad de los antifascistas al calor del conflicto en Ucrania. De nuevo intereses individuales y partidistas lo impidieron. Por eso queda claro lo que decíamos al principio: sin dirección revolucionaria… Volviendo a la pregunta inicial, VOX es hoy un actor importante en el espectáculo político que nos ofrece diariamente Ferreras en LaSexta, es la zanahoria colgando del palo. Mientras los más progresistas de la historia señalan el ‘peligro del fascismo’, nos cuelan toda una serie de medidas contra la clase obrera a través de la Agenda 2030 y los planes para 2050. ¿Alguien ha escuchado un debate sobre lo que supone la liberalización del ferrocarril o el impulso de los coches eléctricos para las clases populares? Evidentemente VOX ha supuesto la conformación de un bloque reaccionario más agresivo hacia los intereses de los trabajadores en su conjunto y los derechos de las minorías de nuestro país. En la práctica y en lo importante, que es la economía, responde a los anhelos de una parte del capitalismo español de proteger un mercado nacional frente al globalismo de la UE. Tiene un programa económico bien definido que va contra la mayoría social y es ahí donde debería estar la batalla principal, no en el vómito de cada día que sueltan sus dirigentes ni en guerras culturales alejadas de las necesidades materiales. Parafraseando a una popular serie: “En la lucha de clases o ganas, o mueres”.
4. Con Pablo Iglesias fuera de la política ¿La socialdemocracia tiene hoy un nuevo rumbo?
De la socialdemocracia ‘de izquierdas’ que representa el espacio de Unidas Podemos esperamos aberraciones como la Ley Trans, pequeñas reformas que nos venderán como cambios de calado, guerras culturales y políticas basadas en identidades y sentimientos. Van a pasarse el juego varias veces hasta llegar a aplaudir al primer transgénere no binarie en bombardear un país. Lo que nos espera de esa gente son más genuflexiones como las que vimos hacia Kamala Harris.
Tendremos más declaraciones como las de Enrique Santiago aceptando las imposiciones de la UE a nuestro país a cambio del rescate o la cumbre de la OTAN en Madrid “porque estamos en el Gobierno”. Ahora tenemos a Jesica Albiach pidiendo una hacienda propia para Cataluña. Son Joan Baldoví e Iñigo Errejón diciéndoles a los habitantes de las zonas rurales que se supediten a los urbanitas y sus tonterías. En su podredumbre ideológica van cuesta abajo y sin frenos, pero con el futuro asegurado para muchos de ellos, ellas y elles. El rumbo está más que claro.
5. ¿Por qué están en huelga los trabajadores de Tubacex?
Porque la empresa quiere imponer un ERE que supone el despido directo de 95 personas y contempla llegar a los 150. Han superado ya los cien días de huelga. Tubacex ha tenido beneficios durante los últimos años y ha contado con ayudas públicas. Su dirección ha incumplido repetidamente el convenio en lo referente a mejoras salariales, creación de empleo y de inversiones para asegurar el futuro de las plantas. La dirección no quiere superar el conflicto. Mantiene la propuesta de despidos y solo garantizan el mantenimiento del empleo hasta 2024, sin ninguna perspectiva a medio o largo plazo. El Comité de Empresa, con todos los sindicatos unidos, sigue empeñado en negociar porque la actual situación es efecto de la pandemia, no de la inviabilidad de Tubacex como tal. Ahora deberá actuar la justicia, que dará la razón a los compañeros porque sus reivindicaciones son justas. Lo positivo de todo esto es que la huelga de Tubacex ha despertado una ola de unidad y solidaridad en una comarca, la de Aiaraldea, fuertemente castigada por la destrucción de tejido industrial y de empleo. Han sido numerosas las movilizaciones en Laudio o Amurrio reclamando un futuro en el que sus habitantes puedan vivir y trabajar allí. Además, los trabajadores de Tubacex se han unido a otros en su misma situación, como los de Petronor o PCB-ITP, que también mantienen movilizaciones en defensa de su trabajo.
6. ¿Por qué se ha presionado desde la patronal CEOE para reanudar los trabajos aun a pesar del COVID19?
Porque que miles de trabajadores y trabajadoras estuvieran encerrados en casa durante el confinamiento de hace un año en 2020 demostró que quien crea riqueza es la clase obrera. Porque los parásitos de la CEOE saben que sin la clase obrera produciendo plusvalía, ellos se extinguen, literalmente. En este sentido, los capitalistas de toda la Unión Europea llevan muchísimos años viendo como cada vez sacan menos provecho de explotar la mano de obra en relación al capital que deben invertir para ello. Por eso buscan imponer legislaciones laborales que les permitan aguantar la caída, por eso buscan otros mercados y por eso la clase obrera actual tiene unas condiciones de trabajo y de vida peores que hace cuarenta años. La Agenda 2030 y el plan para 2050 impulsado por el Gobierno más progresista de la historia tienen mucho que ver con esto.
7. ¿Se ha ejercido violencia policial contra los/as huelguistas?
Desgraciadamente cada conflicto laboral de envergadura en la CAV está acompañado por violencia policial y estigmatización de las protestas por parte del PNV y de los medios de comunicación. Hace unos meses, uno de los policías de Urkullu le rompió de un porrazo la nariz a un responsable de CCOO durante la huelga de PCB-ITP en Barakaldo. Y ahí está el caso de Iñigo Cabacas, que, sin estar relacionado con la lucha obrera, ejemplifica hasta dónde pueden llegar estos terroristas en cuanto huelen sangre.
Los zipayos encargados de reprimir a los trabajadores de Tubacex se han esmerado de lo lindo a la hora de defender a sus amos, sin contar con las provocaciones verbales diarias de estos para tener una excusa a la hora de agredir a quienes están defendiendo su vida. Si un día a alguno de estos le pasa algo, no seremos nosotros quienes mandemos mensajes de condolencia.
8. ¿Quién fue Lucio Urtubia?
Fue un militante anarquista navarro cuya actividad clandestina estuvo centrada en lo que algunos denominan “operaciones de recuperación de dinero” contra empresas y bancos a nivel internacional, pues estas, según su criterio, no iban a notar mucho dicha pérdida económica con todo el dinero que tenían. El capital recaudado sirvió para financiar diversos movimientos y luchas por todo el planeta. Respetamos profundamente su trabajo y sus convicciones, que defendió hasta el final de sus días.
9. ¿Quiénes fueron Arantza e Iban?
Dos aficionados del Osasuna muertos hace veinte años en accidente de tráfico mientras acudían a A Coruña a ver un partido de su equipo.
10. ¿Continua activa la Asociación Cultural Anton Makarenko?
Claro que continua activa. Los camaradas que trabajan en su estructura siguen planificando nuevos materiales e iniciativas de difusión del socialismo científico. Además, recientemente ha visto la luz la tienda online Progreso Herri Denda (www.tiendaprogreso.com) que es fruto de la colaboración de Makarenko con la Unión de Republicanos de Euskadi, donde la asociación ha aportado, y aportará, muchos de los materiales con los que viene trabajando estos años: folletos, banderas y demás.
Desde Makarenko están trabajando también en una biblioteca digital que podrá encontrarse próximamente en nuestra nueva página web www.izargorri.info.
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