Responde Gonzalo Ávila Cruz, miembro de la Plataforma.
1. ¿Cómo nace la Plataforma contra la impunidad de los crímenes del franquismo?
La Plataforma nació el 20 de abril de 2010, cuando se procesó al Juez Baltasar Garzón por investigar los crímenes del franquismo. La formamos varios grupos que buscamos acabar con la impunidad de la dictadura franquista, ya en febrero de 1946 condenada por la ONU, aunque siempre apoyada, incluso actualmente, por la iglesia Católica, que la denominó "cruzada". Condenamos la continuidad de su herencia ideológica -antes Juan Carlos I, nombrado por Franco, y hoy su hijo, Felipe VI,- perpetuada en todos los aparatos del estado tras la fraudulenta "transición". Es grave ignorancia histórica considerar que aquellos son "tiempos pasados" o que queremos "reabrir heridas", pues nunca se cerraron. El franquismo no es "historia", sigue bien vigente y cruel en sus herederos directos del régimen de 1978, cada día con más medidas represivas, suprimiendo más y más derechos.
La Plataforma exige VERDAD, JUSTICIA Y REPARACION para las víctimas del franquismo, sin las que no es posible una sociedad plenamente democrática. Sin groseras falsificaciones históricas, que se reconozca a las y los que lucharon y murieron por defender la libertad y la legalidad democrática de la Segunda República frente al fascismo golpista.
2. ¿Esta plataforma también recuerda a las victimas de la guerra que fueron asesinadas en la zona republicana?
Como suelo decir a los que muchos jueves nos increpan en Sol, cosa que nunca falta, tras su victoria los vencedores elaboraron rápidamente la llamada Causa General, en la que se recogían fichas de todos los asesinados por el bando republicano. Todos, y unos cuantos más, muchas veces con detalles espeluznantes inventados. En aquel momento nadie podía contradecir esa versión oficial. Incluían fotografías identificativas de los cadáveres, con los más terribles detalles: cráneos semimachacados, heridas que podían ser reales o inventadas, historias para no poder dormir… En fin, hasta tal extremo de exageración llegaron, que hubo alguna "recomendación" de moderar todo aquello, sobre todo proveniente de fuente extranjeras. Por otro lado, no he oído nunca que los vencedores estén buscando restos de familiares asesinados, puesto que enseguida se puso en marcha una maquinaria encargada de localizarlos, exhumarlos, glorificarlos y erigirles monumentos, placas de nombres de calles, etc., etc. Sus asesinados están bien honrados.
3. ¿Es efectiva la ley de memoria histórica?
Ninguna de las tímidas y cobardes Leyes de Memoria Histórica, ni la última -con la que Sánchez y los suyos pretenden dar carpetazo al asunto- recoge nuestras exigencias de Verdad, Justicia y Reparación (y No Repetición, se añade algunas veces). La exhumación de una fosa, supone para muchos de nosotros -no para muchos familiares, que se conforman con recoger los huesos y darles digna sepultura- la presencia de un juez, que proceda al levantamiento de los restos, como en cualquier asesinato, dé fe del lugar, de la fecha aproximada, partiendo del testimonio de algún superviviente, de la extracción del ADN -muchos restos sólo pueden ser identificados por ese medio- de cómo sucedieron los hechos, del tipo de herida postmorten y/o perimorten y, cosa importantísima y que supone diarrea para todos los gobernantes que hemos tenido durante la "democracia" por razones no muy difíciles de entender, quiénes fueron los autores. Todos estarán muertos ya, pero, y eso nos interesa sobremanera, que en la Historia queden sus nombres y lo que hicieron. Impunidad, incluso fallecidos ya, no es Historia. Ejemplos como los de Alemania, Italia, Argentina, Chile, etc., deben servir de guía. Pero, claro, la "transición" fue lo que fue…
4. ¿Por que no se a “pasado página” con el debate de la represión franquista?
Pasar página, sin todo lo que acabo de escribir más arriba, supone legalizar la impunidad. Eso, además de injusto, supondría un aliciente para cualquiera que tuviera la ocurrencia de dar otro golpe de estado. Si luego la cosa sale mal, lo van a olvidar y dejar sin castigo, ¿por qué no intentarlo? Además, pasar página significa olvidar a los que aún yacen en tapias, cementerios, fosas ignotas, asesinados por defender la legalidad republicana frente a un golpe militar despiadado, refugiado bajo la capa de una infame iglesia católica que hoy día sigue sin arrepentirse ni pedir perdón. Y eso duele a cualquier persona razonablemente sensible, ideologías aparte.
Por otro lado, se dice que olvidar la Historia es el método más eficaz de que se repita. Y esto es hoy día, cuando fuerzas de ultraderecha están, increíblemente -aunque no inexplicablemente- presentes incluso en el Parlamento, muy peligroso. Las generaciones más jóvenes, a las que no casualmente se les ha ocultado prácticamente todo lo que supuso el franquismo asesino, perpetuado durante cuarenta años -¿sólo durante cuarenta años…?- quedan incapacitados para identificar la amenaza que puede cernirse sobre ellas. No se dan cuenta, no saben qué pasó. A mí y a otros compañeros de la Plataforma, se nos han acercado jóvenes preguntando: Y esto, ¿qué es, qué hacéis aquí?, mientras veían las pancartas con las caras de los asesinados aún en fosas comunes, y las banderas tricolores (han llegado a creer que era la bandera rumana). Y me he dicho: ¿por dónde empiezo a contarle a este muchacho, si no sabe nada de nada?
5. Se identifica estas reivindicaciones por sectores de la derecha española como “revanchistas” ¿Qué opináis de esta acusación?
Lo primero que yo diría es que esos sectores derechistas/ultraderechistas, que no se diferencian más que en el título, hablan de olvidar "todo aquello", algunos hasta de "reconciliación", cuando no sólo no dan muestras de arrepentimiento de sus asesinatos, sino que exhiben orgullosos lo que hicieron. Muchos fueron perpetrados, además, TRAS el fin de la contienda, es decir, con toda impunidad y sin que los acusados tuvieran la menor oportunidad de defenderse jurídicamente. Los grotescos tribunales militares franquistas, carentes de la menor garantía de equidad, acusaban a menudo a los vencidos -se puede leer en multitud de expedientes que hemos podido recuperar de diferentes archivos oficiales- nada menos que de "auxilio a la rebelión".
Lo de "revanchismo" lo consideramos una broma, una burla. ¿A qué revanchismo se refieren cuando víctimas y verdugos ya están en otro mundo? Lo que encubre -poco- ese término es la oposición a que la Historia refleje lo que ocurrió: un golpe de estado ejecutado por espadones africanistas que desde el comienzo se convirtió -y muchos de ellos lo dijeron clara y públicamente- en un baño de sangre indiscriminado contra todo el que pudiera ser un enemigo, tuviera la edad que tuviera. Se contaba que algunos corresponsales extranjeros se horrorizaban de ese hecho, a lo que uno de los golpistas respondía: ¿Qué quieren que haga, que deje vivos a potenciales enemigos? Y ése es sólo un ejemplo.
6. ¿Qué conexión tiene esta plataforma con la gente hispano hablante de América Latina?
Nuestra vinculación con América Latina vino de la mano de personas que contactaron con abogados argentinos, que ante el muro de impunidad que jurídicamente supone en este país la vil Ley de Amnistía, de la que habría que hablar mucho, acudieron a la justicia argentina, experta en juzgar golpistas asesinos. Se llamó Querella Argentina, y se personificó en la figura de la jueza de aquel país, María Servini de Cubría, que se hizo cargo de las denuncias de los familiares de las víctimas. Apoyaron desde aquí principalmente los abogados, también argentinos, Carlos Slepoy y Ana Messuti, que habían apoyado a las Madres de la Plaza de Mayo -de las que nuestra Plataforma copió las rondas en la puerta del Sol-, y que trabajaron mucho a favor de la Memoria Histórica española. Las sucias maniobras de los gobiernos de España, consiguieron neutralizar los exhortos de Servini de Cubría reclamando la extradición de Martín Villa y algún otro franquista responsable de crímenes contra la Humanidad, para ser juzgados en Argentina ante la imposibilidad de hacerlo aquí.
De un tiempo a esta parte, en la Plataforma se ha dado espacio y voz a grupos de chilenos, argentinos, ecuatorianos, bolivianos y, actualmente, peruanos, con cuyas luchas hemos vinculado la nuestra. A este tenor, han surgido asociaciones, y coordinadoras fraternas, ya que, como digo, much@s somos conscientes y sostenemos, con diferente intensidad, la lucha contra el enemigo común, dentro del contexto de la lucha de clases universal.
7. ¿Se esta dando correctamente el tema de la guerra civil española en las aulas?
Ya he contado algo sobre esto. El conocimiento de la Historia en lo que se refiere a la Segunda República y el golpe del traidor -como muchos de los suyos, había jurado lealtad al Gobierno Republicano- militón Franco, ha venido siendo resumido en unas pocas líneas en los libros de texto. Ha habido un esfuerzo continuo en que las generaciones jóvenes ignorasen ese trozo de nuestra Historia. Y lo poco que se ha contado a los alumnos ha sido convenientemente maquillado y resumido. Hablar de la Segunda República es inmediatamente asociado con la Guerra Civil, creando la sensación de que la primera ocasionó inevitablemente el segundo.
La República, pues, es sinónimo de guerra, sacralizando la actual monarquía como salvadora y cohesionadora de este pueblo. Ya no hay enfrentamiento, el típico "to er mundo e güeno", pese a que cada vez se abren más fosas -sin intervención directa del estado- y se va sabiendo más sobre el horror de aquel genocidio ideológico. Hoy día hay decenas de libros de historiadores que han realizado, siempre en el anonimato mediático, estudios profundos sobre la masacre en diferentes lugares de este sangriento país.
8. ¿El efecto del llamado “revisionismo histórico” esta afectando a que la gente se conciencie de vuestras reivindicaciones?
Con un aparato mediático totalmente en manos del régimen del 78 -y un claro interés del civilizado y democrático "Occidente" en que no haya "perturbaciones" que inquieten el extremo sur de la OTAN-, eso que llaman ‘revisionismo histórico’, es decir, la higienización y la limpieza del discurso oficial en lo que se refiere a la Guerra de España -nosotros preferimos esa expresión-, el eco de nuestras reivindicaciones es cada vez menor. Esos mismos altavoces mediáticos, bien controlados y pagados, no sólo por los gobiernos españoles, sino por la UE/OTAN/USA, han lanzado a los cuatro vientos la elaboración de la Ley de Memoria Democrática, un texto cobardón, lleno de lagunas, que deja tranquilos a los franquistas, a los que se dice limitar en sus manifestaciones con amenazas de multa, sin que tal cosa ocurra en la práctica. Lo han vendido como punto final, como carpetazo definitivo a una deuda que teníamos -y seguimos teniendo- con nuestra historia reciente. No ha habido, hay, ni habrá dentro de este régimen, heredero directo del general homicida Franco, la necesaria condena del franquismo como ideología, y la proscripción de todas sus manifestaciones públicas. Como se ha hecho en otros países con los regímenes asesinos y golpistas. La causa es perfectamente entendible apenas eche uno un vistazo a lo que fue la "modélica" transición, uno de los camelos más escandalosos de nuestra Historia.
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