Andrés Villena Oliver, Doctor en Sociología y economista. Las redes de poder en España (2019). Colaboro en Ctxt, TintaLibre y LaMarea. Comunicación institucional y análisis social.
1. ¿De
qué trata tu libro Las Redes de Poder en España?
Las redes de poder en España es un ensayo analítico que explica cómo, pese a que votemos cada cuatro años, existe una minoría compleja, cualificada y bien conectada que acaba tomando las decisiones más importantes y las que más nos afectan. Son estas las minorías que no se presentan a las elecciones y que, en connivencia –o extorsión a– la que algunos llaman ‘clase política’, conduce nuestro país.
2. ¿Qué te
motivó a escribir este libro?
En 2014 defendí
mi tesis doctoral y poco después quedé fuera de la Universidad. Los
motivos son diversos, pero los temas incómodos generalmente no nos
hacen prosperar en las carreras profesionales. Quería contar en este
ensayo lo que no pude narrar en el cuerpo de la tesis.
Creo que este
trabajo aúna la denuncia de una dominación que soportamos desde
siempre con los datos, análisis y fuentes para que dicha denuncia
sea sólida. Si no decimos la verdad, lo que hemos estudiado no sirve
para nada.
3. ¿Esta red de
poder por quiénes está montada?
Es un organismo
social que se reproduce a sí mismo. La dominación siempre ha
existido y nosotros la hemos heredado, con matices, de etapas
anteriores, por supuesto, del franquismo. Es una red que conecta
todos los ámbitos de poder de la sociedad: grandes empresas
privadas, empresas públicas, parlamento, gobiernos regionales,
ministerios, redes de altos burócratas… Aunque en dicha red hay
grietas y aunque el funcionamiento no es perfecto, creo que tras la
lectura del libro queda claro que una cosa es tener el poder político
después de unas elecciones y otra, tener el poder real.
4. ¿Cuál es el
origen económico y social de esta red en España? ¿Tiene que ver
algo la antigua dictadura franquista?
El franquismo se
puede entender como un proceso de restauración de una élite
tradicional, autoritaria y, sobre todo, de clase. La II República,
como periodo democratizador reformista, nos precipita a una reacción
que acaba con una guerra y con la tiranía. Franco impulsa la
industrialización con un pacto con la clase superior y la
aristocracia que quedaba en España. Curiosamente, la llegada de la
democracia, tras la transición, coincide con el arranque definitivo
de la revolución neoliberal. Después del fracaso socializador del
presidente Mitterrand en Francia, los socialistas entendieron que
debían privatizar, reducir la industria y liberalizar el mercado
para entrar en Europa y para, al final, entrar en ese club de ricos
no tan ricos que es el Euro.
Mitterrand |
Entonces podemos entender esta élite
resultante como un cruce entre un capitalismo bastante salvaje y el
matiz cañí de la herencia del franquismo nacional-católico. Esto
se comprueba en las conexiones aristocráticas de muchos dirigentes
conservadores, de las relaciones con la Corona (la corona de la
élite, por supuesto) y de las fuertes conexiones con el franquismo,
que no ha sido condenado por el PP, por ejemplo.
5. ¿Cómo de
vinculados están los grandes empresarios bancarios de España en
esta red que señalas?
Cada vez más.
Hay que entender algo que es fundamental: el libre mercado es un
mito, un mito que tenemos que creernos para que nos siga pasando lo
que nos pasa. En la transición existían ‘los siete grandes’,
siete bancos organizados en un sector caótico, que vivía una crisis
tremenda. Felipe González los sedujo y, además, supo jugar con
ellos e insertar en dicho club a Francisco Fernández Ordóñez
–hermano de MAFO– y a Miguel Boyer, el primer gran ministro
económico de González. Los socialistas de vieja guardia
comprendieron pronto que había que llevarse bien con la banca y, a
ser posible, cooptarla. Un presidente bancario, Pedro de Toledo
–Banco Vizcaya, íntimo del exministro Carlos Solchaga–, afirmó
rotundamente que “la banca debe estar con el gobierno”. Zapatero
fracasa en este intento de cooptación, el caso más sonado, narrado
en el libro, es el del asalto al BBVA, incendio del Windsor de por
medio. El problema es que esta banca, siempre bien conectada, se ha
ido concentrando: ahora tenemos Santander, BBVA, La Caixa y Bankia,
como mucho. Se han comido a los demás, por no hablar del misterio de
la desaparición de las cajas… Defenderán siempre sus intereses de
manera conjunta, aunque compitan. Para lo importante siempre van a
cooperar y, si les cuesta ponerse de acuerdo, ya hay patronales,
fundaciones y partidos políticos para mediar. María Teresa
Fernández de la Vega colaboró en el salvamento judicial de varios
dirigentes del Santander y ahora preside Mujeres por África. Si te
vas a su patronato, te sale el Santander…
6. ¿Hay partidos
políticos metidos también? ¿Y la Monarquía?
Todo partido con
vocación de liderazgo de masas ha quedado, hasta ahora, atrapado en
el sistema parlamentario. Moderan sus propuestas para resultar
creíbles y no dar miedo a quienes no se presentan a las elecciones.
Podemos no es parte de la clase dominante, pero no puede hacer
prácticamente nada ahora mismo. Además, la Zona Euro pone
restricciones presupuestarias decisivas para hacer una política de
izquierdas. Los otros partidos acaban bailando con los poderes fijos
y su correlato es la carrera posterior de muchos de sus líderes.
Hay
un bipartidismo en los consejos de Administración de las grandes
empresas, aunque la derecha más conservadora copa más puestos con
claridad. La Monarquía es una expresión de lo antidemocrático, de
la expropiación de un poder político y de un patrimonio. Por
supuesto que es parte de la élite de poder. Solo hace falta estudiar
el caso del fraude de las Torres Kio…
7. ¿Está
vinculada dicha red con la corrupción que sufre el país?
La endogamia de
la red es un caldo de cultivo para la corrupción. Eso y los
instintos ambiciosos y casi asesinos de muchos de sus miembros. Pero
esto lo dejo ya para los psicólogos. La endogamia y la cerrazón de
la red de poder proporciona un sentimiento de impunidad que lleva a
todo tipo de excesos. El problema, no obstante, es mayor: nuestro
modelo económico es ruinoso si lo observamos, inherentemente
corrupto. La red de poder ordeña el Estado y la Administración
pública para obtener plusvalías. Hasta que no veamos que es una
forma de dominación en la que elegimos a muchos de los
intermediarios de un saqueo continuo, no enfocaremos bien el
problema.
8. ¿Cuáles son
tus fuentes para llegar las conclusiones que sacas en tu libro?
Todas oficiales,
con el fondo de una tesis doctoral: Boletín Oficial del Estado,
Registro Mercantil, Congreso de los Diputados, Parlamentos
autonómicos, Partidos Políticos…
9. ¿Los que
dirigen los medios de comunicación y el periodismo también están
implicados?
Los medios son
empresas de producción de símbolos. La participación capitalista y
la dependencia de la publicidad institucional, empresarial y
política, los tiene atrapados. Sueldos insuficientes, condiciones de
trabajo insalubres y una dictadura de la audiencia y del click que
hace imposible que los buenos profesionales que tenemos puedan hacer
su trabajo.
La alternativa es el apoyo de la gente, de la masa, de la
ciudadanía: que paguemos por leer y así no hagamos el trabajo a las
grandes compañías. Un modelo de pago gastándote 100 euros al mes
le puede cambiar la vida a muchos periodistas. Imagínate si se
generaliza: ¿qué información saldría? La cosa podría dar un
vuelco.
10. ¿Incluye esto
también a grandes mandatarios millonarios del mundo del fútbol?
Fútbol y
construcción están muy bien relacionados. Los palcos de los grandes
estadios son lugares informales para realizar grandes contratos y
acuerdos. Empresarios, ministros, altos dirigentes políticos… Por
supuesto que son clubes para que la élite se cohesione y se ponga de
acuerdo. Otros nunca llegaremos allí.
11. ¿Cómo han
llegado a atarse las grandes fortunas de España con los partidos
actuales del régimen del 78? ¿Alguno de estos se salva de esta red?
Un frecuente
error es confundir PP con PSOE. No son lo mismo y esto lo demuestran
los datos de la tesis doctoral: la procedencia de los dirigentes
socialistas es en muchos casos mucho más humilde. Pero una cosa eres
tú y otra lo que el sistema te haga hacer: forman parte de un
esquema de dominación en el que representan el papel del zorro, del
poli bueno y suave que te convence, mientras que el PP es más el
león que ruge y te asusta. Por ahora no hemos tenido más gobiernos
al frente de la nación.
12. ¿Podemos
seguir creyendo en la fuerza del voto y la eficacia de las
elecciones tras las revelaciones de su libro?
Sí, por
supuesto, pero no solo. Es decir, tenemos que votar todos los días,
como decía con el ejemplo de las suscripciones a los diarios. Si
exigimos, se conseguirán muchas cosas. Adolfo Suárez, recordado
como el mejor presidente democrático –quizá el menos malo–, era
un mero falangista de provincias sin formación alguna. Venía de ser
un dirigente franquista que se encuentra en la presidencia de la
nación porque no era un integrista, sino más bien un dirigente
oportunista capaz de canalizar las energías del momento. La gente
estaba en la calle, el PCE estaba fuerte y exigiendo cambios, el PSOE
amenazaba a la UCD…
13. ¿Quién es
Miguel Ángel Fernández Ordóñez y qué opinas de él como el
director del Banco de España?
El peor
gobernador, junto con Jaime Caruana –puesto por el PP previamente.
Ambos niegan la burbuja inmobiliaria a sabiendas. MAFO se dedicó a
pedir una reforma para instaurar el despido libre mientras no atendía
a los problemas financieros, que eran enormes. Las cajas podrían
haber sobrevivido y hemos perdido muchísimo con esa negligencia,
posiblemente dolosa. Es un síntoma de un periodo lamentable del que
deberíamos aprender.
14. ¿En el libro
revela cómo se entrecruzan amigos, familias, centros de poder, sedes
de las élites, desde el colegio hasta la Universidad, hasta llegar a
los gobiernos o a las grandes empresas. ¿Le han presionado o
amenazado tras destapar esta ramificación estructurada de las élites
españolas?
Si el libro llega
lejos, habrá toques de atención: ya ha habido alguno. La mejor
forma de callar un libro es no mencionarlo, hacer como que no está,
o que no merece la pena leerlo. De nuevo, la gente: si la gente
prefiere ver el telediario o leer una página Web gratis a leer un
libro independiente, al final es responsable de lo que ocurre.
Andrés Villena Oliver, autor del libro "Las Redes del Poder en España" |
En
España valoramos más unas cosas que otras: un libro puede ser caro
y tres cañas o dos cubatas, baratos. Al final hay un componente de
responsabilidad personal que hemos de reconocer en todo esto y esto
es bueno porque, si nos ponemos, podemos cambiar muchas cosas.
15. ¿Rodrigo
Rato, Luis Bárcenas, Pujol y sus hijos, Alvaro Lapuerta... en su
libro menciona a varios nombres que ya han sido tocados por la
Justicia, ¿no se han sabido ocultar o la avaricia rompió el saco?
Yo creo que ahí hay dos componentes:
la enorme corrupción destapada obliga a castigar a los que ‘se han
pasado’ para reforzar la credibilidad de las instituciones. Es
parte del funcionamiento del sistema. Por otra parte, hay partes que
aún funcionan, hay periodistas, hay jueces, hay funcionarios que
tienen vocación de servicio público y que consiguen estas cosas. De
nuevo, la pasividad del espectador, favorecida por la élite –o al
menos no combatida– perpetúa la impunidad.
Seguimos siendo, hasta ahora, espectadores de este reality show que
es la vida política.
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