1. ¿De dónde nace la idea de crear la Revista la Comuna?
En 2017 los dos grandes conflictos que copaban todos los medios era por una parte la intensificación de la agresión contra la República Bolivariana de Venezuela y por otro lado, la guerra de agresión imperialista en Siria. Tanto en un escenario como en el otro, la guerra mediática tenía un protagonismo fundamental. Como militantes, algunos además vinculados a nivel profesional con la comunicación, decidimos que era necesario crear un espacio que a través de los contactos que teníamos sobre el terreno y de analistas internacionales pudiesen ofrecer no solo otra visión distinta a la hegemónica, sino un aporte contrastado, serio y con pruebas que enfrentara la manipulación mediática y las terribles consecuencias que eso conlleva para todos los pueblos del mundo.
2. ¿Teniendo una dirección socialista y antimperialista no hace que vuestro medio no sea totalmente imparcial? ¿Qué es el periodismo partidario?
Decía Max Aub en La Gallina ciega que no podíamos ser jueces cuando ya éramos parte. La neutralidad ante los conflictos económicos, políticos y sociales es una falacia, ya que somos parte de su construcción. Los medios que se dicen a sí mismos “no beligerantes”, bajo nuestro parecer, sólo son cómplices sutiles de los grandes, los victoriosos. Realmente todos los medios, e incluso los periodistas a nivel individual, ejercen un periodismo partidario, ya que mínimo están influidos por su forma de entender el mundo o por la línea editorial del medio en el que participen.
Nosotros decidimos hacer pública nuestra toma de partido y dejar claro que estamos al servicio de la clase trabajadora y de los que luchan por la transformación del estado actual de las cosas en camino hacía la emancipación de todos los seres humanos. Pero sobre todo estamos convencidos de que el derecho a una información veraz, recogido incluso por las constituciones y organismos internacionales burgueses, es no solo un derecho humano básico sino un principio revolucionario que debemos defender con urgencia.
3. ¿Por qué le dais tanta prioridad al antimperialismo?
El modo de producción capitalista es el único modo de producción que se internacionalizó, lo que supone que las propias relaciones internacionales no pueden separarse de lucha de clases. La comprensión del mundo hoy pasa por una comprensión general de las vinculaciones internacionales entre los distintos países, el papel que ocupa cada cual en el mundo y finalmente, como repercute al desarrollo concreto en cada lugar. En ese sentido, creemos que la geopolítica no es un análisis cualquiera sino un elemento básico que nos dota de una herramienta fundamental para comprender el mundo, pero también para cambiarlo.
4. ¿Por qué el apartado de vuestra revista llamado "Efemérides"?
Desde el inicio le damos mucha importancia a la memoria histórica, consideramos por tanto vital profundizar en el pasado para comprender los procesos que nos condujeron hasta nuestros días. También para reivindicar o rendir homenaje a luchas o personajes destacados que han construido la historia. Igualmente, sí decir que esta sección es una sección fija en redes sociales y que además deliberadamente adaptamos a ese formato.
5. ¿Son importantes las redes sociales para la comunicación política hoy?
No atender a las redes sociales hoy es como si en el siglo XIX o XX hubiesen considerado secundario crear periódicos o revistas para los obreros o radios (clandestinas o no) que pudieran enfrentar por un lado la propaganda antirrevolucionaria y por otra parte transmitir otro mensaje y alternativa social y política.
De hecho, hay una guerra comunicativa en las redes, más aún las redes son utilizadas hoy para organizar revoluciones y contra revoluciones, para difundir mentiras y generar consecuencias y por tanto también deben ser una herramienta que sepamos utilizar para garantizar ese derecho revolucionario a una información veraz.
6. Pero, se produce censura en las redes sociales, ¿hay alguna forma de evitarlo?
Las redes sociales actuales son empresas privadas que se rigen por la legislación interna que tengan y los intereses que las sostengan a nivel económico. Es evidente que están en manos del “enemigo” ideológico, sin embargo, mientras se pueda deben ser utilizadas y aprovechar ese espacio. Aunque habitualmente se crean nuevas redes sociales todos sabemos cuáles son las que cuentan con mayor número de participantes e insistimos, mientras no nos echen ahí estaremos.
Por otra parte, es importante denunciar las políticas de cancelación o la censura directa que se han llevado a cabo estos años. Desde la censura a los medios rusos hasta la propia censura a Donald Trump, ¿si asumimos que se puede censurar incluso al presidente de los EEUU que probabilidades tenemos de no ser los siguientes? No denunciar esto es tirar piedras contra nuestro propio tejado.
7. Aunque sois sobre todo un medio escrito, ¿qué importancia le dais a las posibilidades audiovisuales a través de las herramientas actualmente existentes? ¿Vais a trabajar más los directos y otro tipo de formatos?
Actualmente se ha producido una “democratización” de las posibilidades técnicas y es algo que tenemos muy presente. Lo cierto es que seguimos priorizando los artículos y el análisis escrito, pero desde el inicio hemos tenido muy en cuenta lo audiovisual. Entrevistas en directo, testimonios, están presentes sobre todo a través de nuestras redes sociales y canal de youtube y de hecho este es el medio habitual que usamos cuando es necesario lo inmediato a la espera de los análisis, véase coberturas electorales o de otros acontecimientos que requieren una respuesta inmediata ante el avance de las fake news y la guerra mediática y de redes.
8. A través de las entrevistas habéis conectado con América latina (Bolivia, México, Ecuador, Colombia, Chile, Cuba o Venezuela), con Europa (Francia, Alemania o Rusia) e incluso con los EEUU, entrevista a Gloria de la Riva del Socialism and Liberation Party o la periodista Helena Villar que ha desarrollado un profundo análisis del interior de la sociedad, economía y política estadounidense. ¿Por qué priorizar el formato de entrevista? ¿Qué propuestas de entrevistas tenéis en mente para los siguientes números?
Las entrevistas, como bien sabrás, dan la posibilidad de profundizar con un experto y, además, a través de un diálogo, lo que aporta dos direcciones que se complementan. Priorizamos el contacto con protagonistas de distintas partes del mundo y tenemos pendiente, y se trabajará en ello, seguir acercándonos a otras zonas del planeta que, hasta ahora, y por las limitaciones lógicas del idioma o la lejanía geográfica, aún no hemos podido desarrollar. Asia oriental y África deben y ganarán más protagonismo para las próximas entrevistas.
9. Un problema habitual de los medios pequeños o alternativos es la financiación, ¿cómo veis este asunto?
En Revista La Comuna decidimos no incluir publicidad, ni siquiera la publicidad aleatoria que te permiten los navegadores, para evitar que pudiese crearse una sensación de incoherencia entre lo que defiende un artículo y la publicidad que pueda salir. Sin embargo, es evidente que estos proyectos no se pueden mantener del aire, actualmente estamos inmersos en sacar una campaña de crowdfounding y otras medidas de financiación por suscripción y donaciones que es vital para continuar con este tipo de proyectos.
Sí nos gustaría decir que la cuestión de la financiación es fundamental para que tanto los medios alternativos como los comunicadores políticos que actualmente están -y estamos- haciendo un trabajo que al final es necesario y bueno para todos podamos seguir haciéndolo.
10. ¿Colaboráis con otros medios y grupos de análisis político?
En efecto sí, tanto en América Latina como en el Estado Español, y de hecho somos defensores de este tipo de alianzas que nos ayudan a todos a mejorar nuestras capacidades a través del compartir las fortalezas de cada cual en medio de esta evidente debilidad que nos supone estar en el lado no hegemónico.
11. El periodismo está muy mal visto en la actualidad, ¿qué pensáis al respecto?
Karl Marx o Lenin se dedicaron al periodismo. El periodismo nace como una forma revolucionaria de enfrentar las mentiras del poder e insistimos en la idea de que el derecho a una información veraz es puramente revolucionario. No obstante, en el momento en el que los medios de comunicación, como parte de una industria, están sometidos a los intereses del capital también de este oficio, en esencia noble, surgen mercenarios, personas que se venden a la propaganda y olvidan el periodismo.
Es interesante ver como se defiende el derecho individual a la libertad de expresión y se olvida con frecuencia la visión colectiva de que el derecho no parte de tu deseo de transmitir algo sino del derecho del pueblo a que no le mientan, del derecho a una información veraz, del derecho social frente a la idea individual. Esto se remata cuando además algunos confunden libertad de expresión con libertad para manipular la realidad.
El periodismo ha sido mancillado como lo han sido conceptos como paz o libertad, pero su esencia revolucionaria debemos mantenerla y rescatarla de sus secuestradores las veces que sea necesario.
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